01 Los Tres Valles (Ambroz, Jerte y la Vera)

El pueblo es muy interesante, con un conjunto arquitectónico extraordinario donde se sigue conservando una buena parte de la arquitectura popular, además de mantener la existente porque se cuida bastante todo aquello que se viene construyendo en tiempos actuales.

En todos estos pueblos de La Vera lo más interesante es recorrer sus estrechas calles, en este caso las encontramos en el barrio de la Huerta, la parte más emblemática del municipio con antiguas casas de entramados de madera en sus muros y paredes de adobe hoy bien restauradas.

Extremadura Total …. paso a paso

Extremadura Total ...paso a paso

Se trata de la primera zona que visitamos dentro del Plan que tenemos planteado de ver toda Extremadura a golpe de fin de semana, en lo que denominamos :
Extremadura Total …. paso a paso.

Los Tres Valles de Extremadura

En el norte de Extremadura en la Provincia de Cáceres, se encuentran los Valles de la región y son tres:

El Valle de Ambroz
El Valle del Jerte y
La Vera

Entre ellos, como no puede ser de otra manera, hay una considerable franja montañosa que forma parte de las estribaciones de la Sierra de Gredos.

Empezamos nuestra visita a Extremadura palmo a palmo recorriendo los Tres Valles.

En nuestros recorridos con la Gaviota, fuimos viendo esos tres valles uno tras otro, aunque necesitamos mas de un fin de semana, a veces de forma alterna, para ver cada uno de ellos dado que tuvimos mal tiempo demasiadas veces.

Añadimos Granadilla a nuestro recorrido del Valle de Ambroz por proximidad aunque no puede decirse que esta localidad forme parte de ese valle

El Primer Valle

El Valle de Ambroz y las Tierras de Granadilla

Fin de semana del 11 y 12 de febrero.

Vimos

Casas de Monte
Segura del Toro
Gargantilla
Aldeanueva del Camino
Abadía
Hervás

Casas del Monte

La primera salida a Extremadura la empezamos por Casa del Monte en el Valle del Ambroz, es un pueblo que se encuentra a tan solo 175 km de nuestra casa fija, así que decidimos salir el sábado por la mañana. A principios de febrero oscurece muy pronto y llegaríamos de noche lo que es algo habitual pero no nos gusta.

Nosotros simplemente íbamos con la idea de hacer una visita pero parece ser –aunque nosotros no vimos nada de eso- que hay una variada oferta de actividades, como rutas a caballo, eco-rutas 4x4, rutas en quad, actividades acuáticas.

Casas del Monte es un pequeño pueblo de la provincia de Cáceres, con tan solo 800 habitantes, sin duda alguna es un destino de ensueño para el turismo rural, de hecho vimos varios hospedajes de ese tipo, es decir un lugar para disfrutar de la calma del lugar y las posibilidades que te ofrece para hacer paseos o marchas por la naturaleza de la comarca.

Dejamos aparcada la Gaviota en la parte mas baja del pueblo y comenzamos a dar un paseo por sus calles estrechas, sus casas nos son medievales ni señoriales pero tienen el encanto de las cosas sencillas, casas de pueblo sin mayores pretensiones en donde no encontramos nada que destacase de forma especial, quizás nos llamó la atención la torreta del reloj del Ayuntamiento.

Uno de los grandes atractivos de la localidad es sin duda su piscina natural que está en la parte más alta, así que emprendimos el paseo hacia allí.

Antes de llegar nos encontramos con el río que es uno de los lugares que más nos gustó. No se trata de un río grande, más bien es un riachuelo, pero es una zona natural que nos gustó mucho y puede decirse que se percibe que el río es la columna vertebral del pueblo, es ese tipo de ríos que generan un murmullo ininterrumpido del agua al golpear contra las rocas lo que crea un ambiente muy natural que genera mucha paz.

El rio de Casas del Monte

Llegamos a la piscina natural y comprobamos que se trata de un dique construido en el río, es decir se usa el agua del río con lo cual debe de ser una piscina bastante fresquita, en ese momento el dique estaba abierto y por lo tanto no había piscina para bañarse aunque si la hubiera habido no creo que nadie se bañase con el frío que hacia. Este tipo de piscinas las veríamos en varios pueblos a lo largo del resto de la jornada.

La piscina natural

No hay mucho mas que ver en Casa del Monte así que nos dimos media vuelta. De camino a la Gaviota vimos que es bastante habitual tener naranjos en estas localidades lo cual no deja de ser curioso. Nos despedimos de la localidad con una de sus bonitas vistas, porque el paisaje merece la pena en esta zona y eso que estamos en pleno invierno, en primavera debe ser extraordinario.

Segura de Toro

Y llegamos a Segura del Toro, nos costó aparcar la Gaviota. Se entra al pueblo por la carretera que está en la parte mas alta, esta funciona como si fuera una calle del mismo y la verdad es que ni siquiera en los bordes de la misma se encuentra algún espacio para dejar un vehículo, para colmo es un pueblo de calles estrechas y meterse en el con la Gaviota era misión imposible. Pero nosotros contamos con la suerte de que siempre viajamos solos y como se dice coloquialmente siempre conseguimos, antes o después, dejar tirada a la Gaviota en algún rincón.

El lugar elegido era un pequeño espacio en una calle que subía a la parte mas alta del pueblo, justo al lado de la carretera.

El pueblo nos gustó mucho, es muy tranquilo con casas de piedra y con el pavimento también de piedra, lo que le da un aspecto muy auténtico.Tiene una plaza muy interesante donde se puede ver un toro celta, similar a los toros de Guisando. Además se puede disfrutar de la presencia de algunas cigüeñas tan arraigadas en la población que se comportan como si de un vecino más se tratase.

El pueblo está construido en la ladera de una montaña lo que significa que casi desde cualquier sitio se disfruta de una vistas estupendas.

Paseando habíamos visto varios carteles, fundamentalmente en la carretera que cruza la localidad, donde se anunciaba la Taberna de Lalo. Supongo que es un anuncio para los visitantes de otras localidades y para los escasos turistas que van por ahí porque no es muy difícil de encontrar, vamos es casi imposible no verlo porque está en la carretera y porque es el único que hay, así que los escasos 200 habitantes de la localidad es seguro que se lo conocen de memoria.

Era un poco pasada la hora de nuestra parada técnica, así que decidimos conocer la Taberna de Lalo. El lugar es muy entrañable, el día que nosotros estuvimos mas aún porque alguien se había casado por allí y estaban de vinos. Nosotros nos pegamos a la barra, lo que no fue demasiado fácil porque estaba bastante lleno y nos tomamos algunas tapas a cual mejor acompañadas de un vermut. Nos extrañó que tuvieran vermut de grifo, algo que cuando era pequeño se veía muy a menudo y que ahora está prácticamente desaparecido

.El vermut a granel o de grifo tiene su origen en Cataluña y se extendió por toda la península con un considerable éxito, hoy en día solo se ve –salvo excepciones- vermut en botella. Así que estuvimos charlando con el dueño del local, al que asaeteamos con preguntas, el muy amablemente estuvo explicándonos que había estado trabajando muchos años en una empresa dedicada a la producción de vermut,

Estábamos intrigados en cómo se destilaba y sobre todo cómo se conseguía ese especial sabor que tenía y que lo hacía ser una bebida inconfundible, pues bien resulta que el secreto está en que se le echan especias y digo secreto y digo bien, porque al parecer cada industria o familia –porque se trata de industrias de carácter muy familiar- guardaban muy celosamente la fórmula de especias con las que elaboraban su vermut. Cuanto se aprende viajando !!!. Lo pasamos fantástico.

El pueblo también tiene una piscina natural que no llegamos a ver a pesar de que la buscamos.

Tampoco vimos la Ruta Castaños del Temblar, y la verdad es que ahora me pesa. Pensamos que sería una ruta larga y que teniendo en cuenta que estábamos en invierno era mejor dejarlo para otro tiempo mas favorable, pero se trata de se trata de una ruta de solo 2 km. de ida y otros tantos de vuelta en la que se pueden ver 5 castaños muy especiales. Para ello se sale del pueblo por el cementerio para entrar en una finca donde comienza un camino de tierra, se continúa por el mismo serpenteando hacia arriba 1,5 km más o menos, después 500 metros por una vereda bien señalizada que conduce al lugar donde se encuentran los 5 castaños. Tienen entre 500 y 800 años y al parecer presentan unas formas peculiares y troncos muy retorcidos. Lo mejor es hacer esa ruta en otoño, y así el campo estará repleto de setas.

Gargantilla

Poco después llegamos a Gargantilla. Se trata de un pueblo de 400 habitantes, por lo tanto el doble en tamaño si lo comparamos con Segura de Toro, pero en este caso con la mitad de encanto. Está entroncado en medio de la naturaleza del lugar, por lo que contaba con todos los ingredientes para ser un lugar precioso, pero a veces la mano del hombre es capaz de afear la belleza natural que le rodea.

Si bien creo que no es el caso, la naturaleza le tiene ganada la batalla, pero la mayoría de las calles de Gargantilla y algunos de sus edificios son feos o al menos de dudoso gusto, de forma especial en alguna casa estrambótica o con ladrillos de baja calidad tintados con ribetes negros, como dirían los franceses “quel horreur”.

Dimos un paseo por el entorno que es lo que mas merece la pena, por el río y su piscina natural y apreciamos los cerezos, estamos en zona de cerezo y fresas y esperábamos que pronto estos entrasen en escena, no están especialmente llamativos en el invierno que es cuando estuvimos nosotros pero si una se fija al detalle se perciben las ramas cruzándose unas con otras todas llenas de yemas pidiendo a gritos echar sus características flores blancas rosáceas.

No le dedicamos demasiado tiempo a Gargantilla y nos dirigimos al siguiente pueblo, Aldeanueva del Camino.

Aldeanueva del Camino

Camino de Aldeanueva pudimos disfrutar de nuevo de los paisajes del entorno. Extremadura es sobre todo eso, paisajes y aunque estábamos viajando en invierno los paisajes eran preciosos. En este caso vimos unas cigüeñas en un prado, despertó mucho la curiosidad de Charo que nunca las había visto posadas en el suelo y es cierto que no es fácil verlo pero en Extremadura, como en Portugal, hay muchas y no siempre están en los nidos o volando.

Aldeanueva del Camino es un bonito pueblo de 800 habitantes. Destaca de los demás por la gran cantidad de balconadas de madera cubiertas por su tejadillo, eso le da a sus calles empedradas un aspecto muy tradicional que invita a pasear.

En la localidad los romanos establecieron uno de sus campamentos sobre la Vía de la Plata, hoy en día quedan restos de su paso y por ello el pueblo presume de esta Vía. Pero no es el único, porque en toda la comarca hay referencias constantes a la Vía de la Plata, en nuestro caso como en muchos otros, es algo que de lo que hemos oído hablar, pero de lo que no tenemos una referencia clara.

Vía de la Plata

En casi cualquier recorrido que se hace por Extremadura aparece constantemente que por allí pasaba la Vía de la Plata, uno que es por naturaleza muy curioso no paraba de pensar en que consistiría realmente eso de la vía de la plata. Imaginé, puesto a imaginar, que habría minas de plata en el lugar y de ahí el nombre.

Veamos, La Vía de la Plata era una calzada romana que atravesaba de sur a norte parte del oeste de Hispania. Pero a pesar de su nombre, nunca fue un camino de circulación de comercio argénteo y tal denominación se debe, como en otras ocasiones, a una evolución popular por una confusión fonética. Puede, aunque no es seguro que todo partiera del uso de una palabra con raíces árabes que denominó a esa ruta, al-Balat (camino empedrado), no se como la verdad se puede llegar de una cosa a la otra pero dicen que es posible que esa pronunciación llevara a que la gente transfiriera el sonido al del preciado metal, y de ahí que comenzara a denominarla Vía de la Plata. Pero lo que sí es seguro es que no había minas de plata como yo creía, ni tampoco se trataba de una vía usada habitualmente para transportar plata.

Lo que casi todos conocemos ocurrió recientemente, porque su trazado sirvió de base para proyectar la Carretera de Gijón a Puerto de Sevilla y por supuesto a la Autovía Ruta de la Plata que se ha convertido en una ruta turístico-cultural.

Foto por gentileza de Google

Las instituciones apoyaron con fuerza esa idea y entró en danza la política que todo lo enreda porque se generó una fuerte polémica puesto que las evidencias históricas ponen sobre la mesa que su recorrido debía de ser entre Mérida y Astorga, se creó una asociación y ahí siguen, discusión va discusión viene. Quizás por eso todos conocemos, sin conocerlo, la Vía de la Plata.

El pueblo tiene una piscina natural como todos los de por aquí y por lo tanto un río o riachuelo bastante ruidoso que configura una bonita localidad que, además, es conocida por su magnífico pimentón, que es secado de forma tradicional con humo de leña de encina.

Alcornoque de la Fresneda

Otro de los atractivos que esconde este pueblo es el observar el Alcornoque de la Fresneda, árbol que cuenta con la distinción de ser un árbol singular de Extremadura.

Se trata de un monumento natural que nosotros no vimos, porque en ese momento nos despistamos de nuestras notas.

Se trata de un árbol de 20 metros de altura con un perímetro de 6,8 metros y su diámetro de copa, de 27,5 metros. Tres de susramas en que se bifurca su tronco podrían ser, por su grosor, árboles independientes.

Para verlo hay que tomar la carretera de Aldeanueva del Camino a Valdelamatanza, esta situado a su orilla: a unos 1.600 m del cruce de dicha carretera con la N-630.

Abadía

Aunque en el recorrido inicial no teníamos pensado ir al pueblo de Abadía, se nos ocurrió pasar por allí y pararnos, fue todo un acierto.

Se trata de un pequeño municipio de 324 habitantes, su casco urbano no tiene nada especial, con calles muy anchas, si lo comparamos con el resto de pueblos de la zona, casas de construcción más bien reciente sin que atesoren nada para resaltar. Además le resta encanto el hecho de que pasa la carretera CC-168 una carretera muy ancha que invita a pasar de largo a mucha velocidad.

Un antiguo palacio, la Abadía de Santa María de Sotofermoso

Nadie diría a simple vista que se trata de un lugar cargado de historia ocupado ya por los pueblos primitivos, para luego ser ocupado en época romana, convertirse en un asentamiento bereber y acabar en manos del Císter.

El mayor punto de inflexión de su historia fue la creación de la cañada real que le atraviesa Quizás todo ello fue la causa de que el pueblo nos gustó, porque precisamente al otro lado de la carretera se encuentra la abadía de Santa María de Sotofermoso, que en su momento fue palacio y zona de recreo para reyes y nobles. Este espacio, conocido como el Palacio y los Jardines de Sotofermoso o del Duque, es el lugar más interesante para visitar del municipio. Nosotros no pudimos visitar su interior porque estaba cerrado pero nos encantó conocerlo, en ese momento en la parte exterior pero dentro de la abadía estaba un grupo de ovejas y nos resultó de lo mas divertido verlas jugar.

El paisaje camino de Hervás

Hervás

Después nos dirigimos a Hervás. Se trataba del último punto de destino del día y el municipio mas importante de la comarca.

Hervás con una población de 4.200 habitantes goza de un encanto especial sobre todo debido a su judería que es una de las juderias mas bonitas de España.

Fuimos directos al área (40.270278 N, 5.859444 W) que conocimos gracias a la guía España Discovery. No dispone de todos los servicios pero está en un lugar idóneo para pernoctar y acercarse al centro de la población. Se encuentra situada justo al lado de un albergue y de la antigua estación hoy en desuso, lo que le da al sitio una cierto aire bucólico. El lugar está justo al lado de un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas en el que dispones de un descuento del 30% si enseñas la guía de España Discovery. La posibilidad de alquilar una bici eléctrica nos atraía bastante, porque aunque siempre llevamos las nuestras, no hemos probado nunca la sensación de montar en las eléctricas, es la mejor forma de saber si en el futuro esta será una opción mejor que la actual, pero tuvimos mala suerte porque el dueño del negocio, aunque tenia las bicicletas allí, no estaba ese día.

Aparcamos la Gaviota, quedaba mucho margen de luz, así que salimos a ver el pueblo.

Las previsiones meteorológicas eran que a partir de esa noche y el día siguiente podía llover y mucho pero tuvimos suerte, aunque las nubes empezaban a agolparse en el cielo con aspecto amenazador no caía ni una gota.

Hervás tiene algo que lo convierte en un pueblo encantador, mágico dicen algunos. Aunque hay que subir para ver el Castillo y algunas calles de la judería son inclinadas, resulta muy agradable pasear tranquilamente por la localidad y perderse por su judería: Se encuentra cerca del Valle del Jertey un pueblo muy bonito lo que supone es un paso obligado si se está realizando una visita por la zona. El entorno naturalen este caso está bañado por el río Ambróz, es precioso, algo común a toda la zona.

Desde la estación enseguida te adentras en las calles del pueblo, justo antes de salir había hecho una foto a lo que desde lejos parecía una gran Iglesia en todo lo alto del pueblo, resultó ser la Iglesia Castillo de Santa María de Aguas Vivas, popularmente conocida como la Iglesia. Desde allí se puede ven unas vistas extraordinarias de la población y concretamente del que se denomina Convento que después veríamos mas detenidamente. A la espalda del pueblo se puede ver una extraña construcción que por sus cúpulas te hace pensar en alguna iglesia de estilo oriental, pero no es así, se trata del Museo de la moto clásica, dicen que desde allí se tienen las mejores vistas de la Villa de Hervás pero nosotros no nos acercamos porque empezaba a oscurecer.

Museo de la moto clásica

Hervás desde Iglesia Castillo de Santa María de Aguas Vivas

El Convento de Hervás

Ya en la villa nos acercamos al Convento y poco después al barrio judío , es muy peculiar en especial porque hay muchas casas cuyas fachadas exteriores están forradas con tejas y muchas de ellas después pintadas de blanco, lo que le da a todo un aspecto muy curioso.

La Villa de Hervás y su Barrio Judio

Lo pasamos bien y poco después volvimos a la Gaviota a descansar un poco, una vez que se hizo de noche salimos a cenar, lo hicimos en el barrio judío en uno de los medio restaurantes medio mesones, no voy a recomendarlo porque hacía mucho frío, no es de extrañar porque el sistema de calefacción era una estufa de butano en el centro del local, peligroso e insuficiente. Poco después nos fuimos a dormir.

Pasamos la noche oyendo llover si parar y al llegar la mañana nos levantamos y aquello continuaba jarreando, así que decidimos marcharnos después de desayunar.

Puede que se trate de un problema debido a la pura casualidad pero cada vez que decidimos venir a Hervás un fin de semana, llueve y con ganas. Llevamos así aproximadamente mes y medio y no ha habido manera, esta vez no nos importa porque pasamos un sábado fantástico y pudimos ver Hervás, estamos bastante cerca de casa y esa es la gran ventaja que tiene ser autocaravanista, ajustar las entradas y las salidas a nuestro gusto.

Fin de semana del 1 y 2 de Abril

Habíamos dejado pasar varios fines de semana principalmente por razones climatológicas, porque se pasaba la semana tan tranquila y al llegar el fin de semana siempre llovía o teníamos un compromiso, pero al final volvimos a retomar el recorrido el valle.

Vimos

Hervás (Ruta de la Chorrera)
La Garganta
Baños de Montemayor
Granadilla

Otra vez, Hervás

De nuevo volvimos al mismo punto en el que habíamos estado el anterior fin de semana de febrero, a Hervás, en aquella ocasión lo vimos casi de noche y esta vez seria desde las primeras horas de la mañana y con un sol espléndido.

Habíamos llegado la noche del viernes al área de Hervás, bueno a lo que nosotros llamaos el área de Hervás que se trata realmente de un sitio sugerido por la Guía España Discovery. Salimos por la mañana muy temprano para hacer la Ruta de la Chorrera. Estos valles de Extremadura son sobre todo paisajes y eso es lo que hay que priorizar cuando se viene aquí.

Al ser tan temprano y hacer un día tan bonito no pudimos resistirnos en dar una vuelta por la zona del Barrio Judío de Hervás y hacer algunas fotos, la luz de esas horas de la mañana es fantástica para hacer fotos tal y como nos había aconsejado nuestro amigo Toni de Ros de Viajar en Autocaravana, así que disparaba mi cámara recordando la charla de fotografía que nos dio en Portugal.

Ruta de la Chorrera

Punto de salida (Plaza del Convento)

La ruta se inicia desde la en centro de Hervás mas concretamente desde la Plaza del Convento, allí en la plaza hay unos paneles informativos que indican, con plano incluido, el recorrido de la ruta.

Poco después volvimos a la Plaza del Convento y emprendimos la Ruta de la Chorrera. Es un recorrido de ida y vuelta, llegas a la Chorrera que está a 6,3 Kilómetros desde la salida en la Plaza de Convento y a 1.100 metros de altitud (después de superar 410 metros de desnivel) y vuelves otra vez por el mismo camino, es decir al final haces unos 13 o 14 kilómetros de marcha si añades la visita a las Charcas Verdes tal y como hicimos nosotros.

Hervás desde el puente

a La ruta es una autentica delicia, al principio hasta llegar al puente se trata de una vía totalmente pavimentada por donde pueden transitar vehículos, después pasa a ser un camino forestal y por último llegas a un camino para transitar a pie.

El puente evoca épocas del pasado y desde allí se tienen una vistas inmejorables de Hervás. Seguíamos nuestra ruta y al poco ya nos habíamos metido en plena naturaleza. Estábamos justo en el principio de la primavera y aún no habían brotado los arboles, durante todo el trayecto atravesábamos un espectacular bosque de robles y siempre llevábamos a nuestra izquierda el arroyo. En esta época llevaba bastante agua e imponía su sonido a todos los demás del bosque, pero también escuchamos con facilidad el canto de los pájaros alborotados por el efecto que en ellos causa la primavera.

La ruta es muy sencilla hasta que se llega a lo que se denomina Casa de la Luz, es decir una pequeña estación eléctrica que se mueve por un tubo que baja por la ladera de la montaña desde la parte mas alta. Desde allí se empieza a subir curva va curva viene hasta llegar a la parte mas alta. Esa parte del recorrido es más penosa ya que la inclinación es considerable.

.Antes de subir nos desviamos a la zona denominada Charcas Verdes. Hay un letrero que lo señaliza muy bien, en el lugar en que empieza la cuesta más dura. A nosotros las Charcas Verdes nos gustaron muchísimo, quizás lo más bonito de todo el recorrido y lo curioso es que la mayoría de la gente no hace ni caso a ese desvío, allí solo estábamos una chica con dos perros y nosotros, la estuvimos hablando con ella y resultó ser furgonetera lo cual cumple la máxima que tenemos siempre de que elige el sitio que quieras que ya verás como allí ya ha estado un autocaravanista.

Días después, Vanessa Cardenal, que así se llama esa chica, empezó a seguir la Gaviota Viajera y se puso en contacto con nosotros. Nuestra familia de amigos autocaravanistas no deja de crecer, todo un privilegio.

Después tocó la parte mas dura, la subida hasta el deposito de captación que hay en lo alto de la subida. Al llegar a la parte mas alta nos hicimos un selfie en señal de triunfo, pero la verdad es que quedaba mucho recorrido por delante, hasta que llegamos a la Chorrera. Por el camino disfrutamos mucho con los primeros brotes de la vegetación, en especial de las flores salvajes que tenían la primavera encima. La chorrera es un pequeño salto de agua, es decir una cascada, al llegar nos sentamos y decidimos ponernos a comer un tentepié que llevábamos en las mochilas.

Itinerario a seguir en la Ruta de "La Chorrera"

La Ruta nace en el barrio judío de Hervás concretamente en la Plaza del Convento y transcurre a través del río Ambroz desde ahí hasta las estribaciones del pico Pinajarro de la Sierra de Gredos. La ruta está señalizada con los colores blanco y amarillo.

Poco después de emprender la marcha se llega al puente de hierro, se trata de la línea de ferrocarril de la Ruta de la Plata que dejó de funcionar en 1985. Se trata de una vía en desuso, aunque sigue ahí como testimonio del abandono a que se somete a los municipios, los vecinos la reivindican porque la línea superaba el aislamiento del valle con el norte de España, pero no parece que les vayan ha hacer mucho caso.

El camino siempre cuesta arriba, aunque de forma suave, es de cemento durante algunos kilómetros, en este tramo se ven sobre todo castaños

Ya en el camino de tierra veremos la Casa de la Luz que dejamos a un lado, concretamente a nuestra derecha, es el punto en que se empieza la sunida de la ladera de la montaña, pero antes tendremos un regalo extra en la ruta, porque en este punto que está bien indicado, hacemos el desvío que nos lleva a las Charcas Verdes, se trata de un pequeño camino rodeado de robles, un recorrido de solo 500 metros pero que merece la pena. Las charcas verdes son dos pequeñas pozas de agua muy bonitas.

Después volvemos sobre nuestros pasos para volver a ver la Casa de la Luz cruce donde estaba el cartel indicador de las Charcas Verdes y comenzamos el ascenso de un sendero, en ese punto se distancia de nosotros el cauce del Ambroz para comenzar la parte más complicada del recorrido con muchas curvas y mucha pendiente. Al llegar a la cima donde se vislumbra el Sistema Central, podemos ver a nuestros pies, los castañares de Hervás.
Seguimos bordeando el depósito por el sendero que discurre al lado de las canalizaciones que le aportan el agua, quizás esta sea la parte mas bonita del camino.

Poco después alcanzamos La Chorrera, durante el camino hemos visto sobre todo robles pero también castaños, abetos, alisos y chopos, incuso algún acebo.

Por fin descendiendo algunos metros estamos al pie de La Chorrera, que es un salto de agua de casi 30 metros de altura que salva el desnivel de la montaña, algunos metros más arriba nace el río Ambroz que en su descenso al valle sortea los accidentes de la montaña y crea este espectacular salto de agua

Se trata de una ruta de dificultad media, con unos el desnivel que algunos fijan en 410 metro y otros en 600, son unos 14 kms de recorrido sumada la ida y la vuelta.

Nosotros nos guiamos por la ruta que describió Vicente Pozas en el siguiente enlace:
http://andandoextremadura.com/ruta-la-chorrera-hervas/
Se puede ver una foto en cada uno de los pasos, fotos muy bonitas hechas en otoño, merece la pena leerlo.

Hicimos un video del recorrido de la ruta de "La Chorrera".

Lo habíamos pasado muy bien y al poco hicimos el recorrido de vuelta.

De nuevo en Hervás decidimos tomarnos algo en alguna de sus terracitas del Barrio Judío. Hacia un día precioso y eso ponía un broche de oro a nuestro día en Hervás, en realidad en el segundo día porque el primero quedó interrumpido por la lluvia.

Nos fuimos a nuestra Gaviota para comer, así descansaríamos un rato antes de emprender de nuevo la ruta hacia el pueblo de La Garganta. Estábamos en la estación del ferrocarril, al lado del albergue, cocinando con la ventana abierta, cuando de pronto vimos como estábamos rodeados de un rebaño de ovejas. Nosotros vivimos en el campo y este tipo de cosas no debería de sorprendernos, pero no hay manera de que la vida de autocaravanista que llevamos deje de darnos alegrías por todo, así que le hicimos unas fotos, estos momentos siempre hay que recordarlos.

<<< La ovejitas que nos acompañaron durante la comida.

La Garganta

La Garganta es un pueblo que está en la parte alta de la Sierra. a 1.128 metros de altitud, es pequeño, solo 425 habitantes. Paseando por sus calles nos llamó la atención que no veíamos a nadie, hasta que nos topamos con una pareja de ancianos absolutamente encantadores, charlamos con ellos un rato y nos explicaron que la mitad de las casas estaban deshabitadas, abandonadas diría yo, porque la gente joven se va del pueblo hacia las ciudades en busca de un mundo mejor, así que el pueblo decrece y decrece hasta el día en que solo quede “el último”, fue una conversación tan agradable como triste a la vez.

La campanas de la Iglesia sonaban a muerto y al tiempo llamaban a misa, es decir había un funeral. En las inmediaciones de la Iglesia si que había algunas personas. Nos miraban extrañados porque no parece que ver viajeros en su pueblo sea muy habitual. Justo al lado de la iglesia hay un centro dedicado a los lobos, “El Lobo” se llama, nos acercamos para verlo y apareció un hombre muy amable que no lo enseñó, nos contó que desde los sesenta ya no hay lobos en la zona, pero recibieron una subvención y se decidió hacer ese centro....cosas de la política exterminadora de los pueblos, de cuando en cuando conceden una cosilla de estas para que la gente no se de cuenta de que en realidad les están ahogando hasta su desaparición .... qué pena !!!.

El caso es que cuando nos despedimos de La Garganta nos dimos cuenta de que este lugar se nos había metido en el corazón, hay veces que vas a sitios que al final no te transmiten nada y veces en que pasa lo contrario, es cierto que en ese pueblo percibes la soledad, lo que es normal con tanta casa deshabitada a lo que hay que añadir un considerable deterioro de sus edificios, pero el pueblo es mas bien bonito y entrañable y sus gentes nos recibieron tan bien que nos habían conquistado.

Baños de Montemayor

Al llegar a La Garganta habíamos subido hasta el lugar mas alto de la montaña y ahora tocaba bajar de vuelta a Hervás, a mitad de camino estaba Baños de Montemayor.

El paisaje desde la ladera de la montaña en el camino que hay entra Baños de Montemayor y Granadilla >>>

El Paisaje desde Baños camino de Granadilla

Ya habíamos disfrutado del paisaje cuando íbamos subiendo la carretera, camino de La Garganta, pero ahora si cabe disfrutamos muchos más, porque el recorrido ofrece unas vistas espectaculares, así que Charo cogió la cámara y se volvió loca, no sé cuantas fotos hizo, al final como dice nuestro amigo Toni de Ros habrá que borrar la mayoría.

Baños de Montemayor, es un pueblo con una cierta entidad poblacional, con 780 habitantes, es una población famosa desde la época de los romanos por sus baños termales- Todavía se conserva una terma romana a la que se han añadido mas instalaciones modernas. Son baños de aguas sulfurosas, lugar de culto para personas con reuma, artrosis e afecciones respiratorias y como no, para tratar el estrés y descansar.

Además, al parecer se conserva una calzada romana, que la verdad es que nosotros no vimos. Dimos una vuelta por el pueblo al que se le nota, a diferencia de lo que ocurría en La Garganta, que goza de un cierto esplendor económico, ya que atrae mucha gente a sus baños termales, pero hemos de reconocer que no nos transmitió nada que se hiciera acreedor de ser un lugar que recomendemos, no es un pueblo feo, pero quizás debido a que aún no hemos llegado al mundo de los achaques, Baños de Montemayor no tiene nada que ofrecernos a nosotros.

Y volvimos a Hervás a dormir otra vez al área de la estación del tren. Era aún muy pronto así que descansamos un poco y decidimos salir de tapas por el pueblo.

Cuando estábamos tomando un vino recibimos un mensaje a través del Facebook, era nuestro amigo al que llamamos “El Poeta”. Se trata de un compañero autocaravanista y extremeño, al que conocemos hace mucho tiempo y que para nosotros es especialmente querido porque escribe muy bien y hace poesía. Él había visto que estábamos en Hervás y nos dijo que también estaba allí, como es extremeño pensamos que vivía en Hervás, pero no era así, en realidad había venido a Hervás con su autocaravana, es mas era el que estaba justo al lado de la Gaviota en la estación.

Otro regalo inesperado de esos que nos da nuestra forma de vivir. Nos encontramos en el pueblo y estuvimos tomando unos vinos con nuestro amigo Argel García Bernal “El Poeta” o “escribidor” que es como él se define, https://angelgarciabernal.com/ todo un “puntazo”. Hablamos de esto y aquello, de viajes, de fotografía y por supuesto de su libro, porque acaba de publicar su primer libro de poemas “Tiempo de Café” que va muy bien en ventas. Para nosotros fue todo un privilegio tener la suerte de encontrarnos esa noche, que espero sea la primera de una larga lista.

Y nos fuimos a dormir con alguna copita de más y alguna charla de menos, porque hubiéramos estado toda la noche hablando.

A la mañana siguiente, mañana de domingo, alguien tocó nuestra puerta y nos sorprendió ya que era la primera vez que nos ocurría. Era Ángel que no traía unos churros para desayunar, qué detallazo!. Después emprendimos camino en dirección a Granadilla, pero antes nos despedimos de Ángel, su mujer y su hijo a los que no habíamos podido saludar la noche anterior.

El tiempo se había presentado inmejorable, esta vez si habíamos tenido suerte, así que emprendimos contentos la ruta hacia nuestro siguiente destino.

Granadilla (Trasierra- Las Tierras de Granadilla)

Granadilla no se encuentra dentro del Valle de Ambroz, ir a visitarlo supone romper un poco nuestra norma conceptual, siempre nos gusta que haya una coherencia en nuestros viajes y no ir a salto de mata, así que podría parecer que visitar Granadilla no la tenía, pero la verdad es que está muy cerca de Hervás y aunque no forma parte del valle no hay mejor momento para visitarlo que cuando estábamos en él.

Cuando nos íbamos acercando estábamos sorprendidos por el espectacular paisaje que nos ofrecía la carretera, una autentica maravilla. Al llegar al pueblo aparcamos cerca de la entrada.

Hoy en día Granadilla es uno de esos pueblos abandonados, debido a que en su momento se construyó la Presa de Gabriel y Galán en 1960, Granadilla no se inundo, ni siquiera cuando el agua está en su máximo nivel el pueblo queda inundado, pero se trataba de un municipio eminentemente agrícola y las tierras que cultivaban sus habitantes se vieron afectadas por el agua que trajo la presa. Así que sus habitantes fueron expropiados y tuvieron que marcharse.

Curiosamente ha quedado hoy enclavado en un lugar idílico ya que es una península rodeada de agua del pantano por todas partes.

Antes de su desaparición fue un importante pueblo, en tiempos formó parte del antiguo señorío de Granada y se pueden intuir los restos de su antigua villa amurallada que dan testimonio de su época de esplendor de origen feudal.

Hoy es un anejo del municipio de Zarza de Granadilla. En 1980 la villa fue declarada Conjunto histórico-artístico.

Lo curioso es que es un pueblo que se cierra cada día, la puerta de hierro que está a la entrada dispone de una llave y alguien echa el cierre. Las visitas solo están permitidas dentro de un horario que adjuntamos aquí, las puertas se cierran en los meses de verano a las 8 de la tarde y en invierno a las 6.

Sin embargo tiene vida porque fue incluido en 1984 en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, gracias a él se utiliza el pueblo como recurso educativo, ya que recibe unos 1.600 alumnos por año (con 150 profesores) procedentes de toda España, lo que supone una experiencia única para los que consiguen colarse en Granadilla.

Cuando estábamos paseando por sus calles recibimos un mensaje a través del Facebook, de Silvia Poza Hierro, una compañera viajera como nosotros que sabía que estábamos en Granadilla, nos dijo lo siguiente ”yo tuve el privilegio de estar en dos ocasiones, íbamos a nos 75 o 100 estudiantes de toda o España de bachillerato y FP durante 8 días cada grupo durante la época lectiva. Y nos enseñaban desde levantar una pared, cuidar al ganado, aves, huertos, restauración, etc. Fue una época bien bonita y una gran labor. Granadilla es un pueblo con encanto !! Yo vivía en mi instancia en una casa azul que había a la derecha muy cerquita de la entrada.

Una suerte que no lo contase en primera persona, aunque quizás se equivoque en una cosa, la casa azul a la que se refiere muy cerquita de la entrada sigue allí y esta preciosa, pero es a la izquierda y no a la derecha. Las redes sociales de Internet puede que tengan cosas malas, pero nosotros solo conocemos las buenas y que nos escribiera Silvia en ese momento cuando teníamos su casa azul a la vista, fue algo muy especial.

La casa azul donde estuvo Silvia

Estuvimos buena parte de la mañana en Granadilla, recorrimos toda la muralla y casi todas sus calles, es cierto que acompañaba el tiempo y la primavera relucía de forma especial, pero en cualquier caso el pueblo es precioso, tanto que a pesar de que tuvimos que compartirlo con un buen número de turistas no nos dimos ni cuenta o al menos no nos resultó agobiante, aunque bien es cierto que no vimos ningún autocar turístico y eso relaja mucho.

Antes de irnos estuvimos charlando con los compañeros autocaravanistas que estaban allí donde nosotros habíamos aparcado (40.270161, -6.104250). Nosotros habíamos decidido la noche anterior no pasar la noche allí porque nos daba un poco de reparo que fuese una zona demasiado abandonada con el pueblo cerrado a cal y canto y desde luego completamente a oscuras, pero algunos de los compañeros viajeros habían pasado la noche allí y nos dijeron que habían visto corzos al despertarse por la mañana muy cerca de sus vehículos. Así que tendremos que dormir allí alguna vez.

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El Segundo Valle

Valle del Jerte

Fin de semana del 25 de Marzo.

Vimos:

Valdastillas
Piornal
Rebollar
Navaconcejo
Cabezuela del Valle
Jerte.

Este año estamos teniendo muy mala suerte con el tiempo y nuestros días libres ya que los fines de semana libres que no tenemos una ocupación fija siempre llueve en Extremadura.

Este fin de semana no iba ser menos así que pronosticaban lluvia, de forma especial el domingo, pero hartos de no poder salir no nos detuvieron las previsiones meteorológicas, a fin de cuentas solo estamos a unos 150 km, por eso íbamos con la posibilidad de que la cosa se pusiese imposible y tuviéramos que dar la vuelta.

Valdastillas

Llegamos el sábado por la mañana, la intención era llegar a Valdastillas como primera localidad del recorrido. Nos presentamos allí muy temprano, no eran más de las diez de la mañana, no habíamos desayunado así que nos paramos al lado de la carretera, en un espacio donde no molestábamos a nadie y con unas vistas fantásticas. Lo curioso era que no paraban de subir coches de carreras de rallys, estábamos un poco extrañados porque los cerezos estaban prácticamente florecidos y en estas fechas hay mucha gente que se acerca a verlos, así que hacer coincidir una carrera de rallys con esas fechas es extraño, pero así era, subían haciendo un estruendo considerable, no solo por la velocidad sino porque llevan los escapes libres.

Al parecer hacían el tramo llamado Cerezo en Flor de 12 kilómetros, en pleno Valle del Jerte, aún así nadie nos privó de disfrutar de unas vistas muy bonitas, los cerezos estaban preciosos, hay que decir que aún les quedaba un poco, en especial en las partes más altas donde apenas habían florecido, pero en cualquier caso era un paisaje espectacular, estaba nublado pero eso no le restaba ninguna belleza.

El valle del Jerte en los inicios de la estación primaveral

Poco después nos acercamos al pueblo de Valdastillas propiamente dicho, ya que hasta ahora solo habíamos estado en el término municipal. Se trata de un pueblo que no reviste ningún interés especial, pero se encuentra dentro de un entorno natural increíble, supongo que sus 215 habitantes deben ser muy felices viviendo en un lugar tan bonito, de forma especial en esta época del año en que florecen los cerezos y en general porque gozan de un entorno natural precioso.

Piornal

Continuamos nuestro camino por la escarpada carretera hasta llegar a Piornal, que se encuentra más arriba. Allí nos paró la Guardia Civil para dejar libre la carretera a los del rally.

Piornal es más grande que Valdastillas pero aun así solo tiene 1.500 habitantes, con 1.200 metros de altitud media y teniendo en cuenta que se encuentra en las estribaciones de la Sierra de Gredos es habitual verlo con nieve en sus calles. La espera provocada por la carrera no nos fastidió demasiado ya que tuvimos que esperar tan solo media hora.

La magnifica área de autocaravanas del Piornal

Proseguimos nuestro camino carretera arriba y al poco empezamos a ver la nieve acompañada de una niebla bastante espesa. Nos acercamos al área para echarle un vistazo y para llenar el depósito del agua, pero no salía de los grifos quizás porque estuvieran helados ya que hacía mucho frío. El área nos sorprendió gratamente, se trata de un lugar perfecto, con muchas plazas, en un bonito entorno y con luz disponible para enchufar las autocaravanas.

Rebollar

Tocaba ahora ir hacia atrás volviendo por el camino que habíamos hecho hasta ahora y llegamos a Rebollar. El pueblo es muy pequeño, 200 habitantes, así que puede decirse que es un pedazo de naturaleza con algunas casas pegadas las unas a las otras, de hecho no hicimos otra cosa que hacer fotos a todos los cerezos que veíamos ya que en esta parte baja del valle estaban muy floridos.

Retomamos otra vez la carretera n-110, que discurre a lo largo del Valle del Jerte, para llegar hasta Navaconcejo.

Navaconcejo

Se trata de uno de los pueblos más grandes del valle con 2.000 habitantes, ya habíamos estado aquí el año pasado buscando los cerezos en flor, pero tuvimos menos suerte que este año porque apenas habían florecido. La verdad es que no es fácil llegar y besar el santo, unas semana apenas han brotado, otras brotan abajo pero arriba no y en cuanto te descuides los pétalos están en el suelo, “lluvia de pétalos” llaman a esta forma de verlo y creo que también merece mucho la pena. El caso es que las flores duran entre 10 y 15 días y hay que estar muy atento para conseguir verlas en su mejor momento.

Los Jardines de navaconcejo con los cerezos empezando a florecer

Puede parecer por lo que digo que al Valle del Jerte solo vamos a ver la floración de los cerezos y no es así porque un autocaravanista viaja en todas las épocas del año y prácticamente a cualquier punto de la geografía accesible, incluso a veces poco accesible, pero tenemos que dejar clara una cosa, si vas al Valle del Jerte es porque tiene una naturaleza extraordinaria y aunque merece la pena verla en casi cualquier época del año la floración de los cerezos es su mayor reclamo.

El Valle del Jerte es naturaleza, aire puro y cerezas, no se trata de un lugar con pueblos especialmente bonitos, de esos que se clasifican entre “los pueblos más bonitos de España”, cuyo atractivo se centra en tener un casco histórico medieval o una cuidada arquitectura tradicional, aunque alguno hay, pero lamentablemente tengo que decir que hay pueblos en el valle que parece que lo han hecho todo mal, donde abundan las casas con ladrillos de muy mala calidad incluso de esos que tienen un borde tintado, con un urbanismo sin orden ni concierto, lo que más se ve es la obsesión por la construcción barata de mala calidad y la falta de respeto a la herencia recibida. Navaconcejo es precisamente el pueblo donde mejor se puede ver lo que digo, no es un pueblo bonito, mas bien es el mejor lugar para comprobar el daño que el hombre puede hacer a su entorno, está situado en un paraje tan hermoso que es difícil comprender la falta de sensibilidad de sus habitantes a la hora de construir sus casas. No obstante siempre hay que buscar un atenuante y en este caso es de consideración ya que estamos ante una de las zonas más deprimidas de España.

<<< Los contrastes de Navaconcejo, a un lado del la calle el río,, un lugar precioso (foto de arriba), al otro lado las terrazas de los bares adornadas por los feos edificios de ladrillos de cinco plantas.

En cualquier caso fuimos capaces de robar alguna foto interesante porque es raro encontrar un lugar donde no haya un rincón interesante.

Uno de esos lugares es la zona del río Jerte, porque el río es uno de los grandes atractivos de ese valle. Allí al borde del río hay una calle donde se puede pasar un buen rato sentado en una terraza, ya que hay algunos bares con mesas y sillas en el exterior, bonito lugar para tomarse una cerveza si no fuera por lo feos que son los edificios donde se encuentran los bares.

Ruta de la Garganta de las Nogaledas

No es la primera vez que venimos a Navaconcejo, el año pasado ya estuvimos en el valle buscando ver los cerezos en flor, aunque aún les quedaba mucho y no había muchas flores, pero aquel día disfrutamos mucho del paisaje e hicimos una ruta de las Cascadas Valle del Jerte o también llamada Garganta de las Nogaledas.

Es lo mejor que tiene Navaconcejo que se puede disfrutar de numerosas gargantas. Una de las más espectaculares es la precisamente la que hicimos nosotros la Garganta de las Nogaledas.

Nos pusimos en contacto con la oficina de turismo donde te inscribes en uno de los grupos que salen con guía gratuito, te indican un punto de encuentro (se puede ver en la foto 40.179558, -5.827936) donde hay un puente de piedra que cruza el río Jerte y desde allí parte la ruta.

Plano de la Ruta

La ruta es siempre de subida hasta llegar arriba y en ella puedes disfrutar de la garganta que nos ofrece saltos de agua y cascadas. El guía nos advirtió de que iba a ir a su ritmo y que teníamos que ser nosotros los que nos preocupáramos por seguirle, tenía razón porque era un grupo muy numeroso, lo conseguimos hasta llegar arriba, pero en el descenso le perdimos y bajamos a nuestro aire, no es difícil aunque siempre te queda la duda de si no fuiste por el lugar más bonito.

En definitiva hay mucho que hacer en Navaconcejo si se es aficionado al senderismo ya que hay 19 rutas señalizadas que discurren entre escarpadas gargantas y laderas plagadas de cerezos. El lo mejor de Navaconcejo sin lugar a dudas.

Dicen que el mundo es un pañuelo y doy fe de ello pero si además estamos hablando de los autocaravanistas la cosa se reduce al tamaño de un dedal, porque aunque podemos vivir a muchos kilómetros de distancia, incluso a miles, siempre estamos en contacto a través de las redes sociales y muchos de nosotros somos amigos gracias a ellas aunque no nos hayamos visto nunca. El caso es que estábamos hablando con unos amigo de de Cataluña que iban a pasar cerca de nuestra casa fija y les dijimos que no estábamos allí sino en Navaconcejo, “pues justo allí estamos nosotros ahora” nos contestaron. Así que comimos con Maribel Grau y su marido Josep. Esta forma de vida de ir con la casa a cuentas te regala estos momentos tan agradable, Maribel Grau y José son buenos amigos con los que pasamos una buena parte de la tarde y terminamos en su autocaravana tomando un limoncello que había hecho ella misma, es buena cocinera y al parecer va por el camino de ser licorera también.

Nuestros amigos Maribel y José con los
que nos encontramos en Navaconcejo

Nos costó trabajo despedirnos de ellos pero aun queríamos ver un par de pueblos antes de que terminase el día, así que emprendimos camino hacia Cabezuela del Valle.

Con tanta charla y las mil cosas que teníamos que contarnos se nos olvidó hacernos una foto. Estaba yo algo contrariado por eso, cuando a los dos días, cuando pasaba delante del área de Oropesa, vi su autocaravana. Efectivamente eran ellos ya de regreso a Barcelona. Otra vez una alegria y pude hacerme la foto.

Cabezuela del Valle

<<< Las laderas de las montañas en Cabezuela del Valle con los cerezos en flor

Habíamos leído algo sobre Cabezuela del Valle, se trataba de opiniones contradictorias, para algunos era una visita imprescindible mientras que para otros –los menos- era un lugar decepcionante, así que era el momento de comprobarlo por nosotros mismos.

Se trata de una localidad similar en tamaño a Navaconcejo ya que tiene 2.300 habitantes y la tarde del sábado en la que estuvimos nosotros había bastante gente a pesar de que hacía mucho frío. Llegamos demasiado tarde con lo cual nuestra opinión hubiera mejorado sensiblemente si hubiéramos estado allí a medio día, en cualquier caso fue un pueblo que nos gustó.

Ese dia hacia frio en Cabezuela y había que abrigarse

Tiene una notable diferencia con respecto a Navaconcejo, ya que aunque en Cabezuela se percibe también una considerable falta de recursos económicos, cuestión esta común a todos los pueblos de la comarca, no es menos cierto que se ha respetado bastante su arquitectura tradicional. Los que me conocen saben que pienso que se está abandonando a los pueblos hasta tal punto que se dirigen inexorablemente al cierre definitivo, pero algunos al menos mantienen su dignidad de pueblo y Cabezuela lo está haciendo, quizás por ello su casco histórico está declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Así que consideramos que Cabezuela del Valle es una parada obligatoria en la visita de los pueblos que conforman el Valle del Jerte, con empinadas calles y rincones pintorescos que te hacen sospechar un trazado medieval de lo que fue la judería de la villa.

El río, de la misma forma que venía pasando en todo el valle, estaba muy presente en la vida de la localidad para ser uno de los mejores lugares de paseo, eso hicimos nosotros, pasear por su borde antes de emprender camino hacia Jerte.

Jerte

Llegamos a Jerte todavía con luz diurna y aparcamos en el área (N 40º 12' 34'' / W 5º 46' 21’’) (40.209470, -5.772465), donde había bastantes autocaravanas que habían llegado antes que nosotros. Estábamos a 2 kilómetros de Jerte y decidimos acercarnos al pueblo a cenar y verlo de noche. Disfrutamos mucho el camino de ida hacia allí con la bonita luz del atardecer de estos primeros días de primavera, vimos muchos cerezos con la flores brotadas que lucían espléndidos.

Por fin llegamos al pueblo, le atraviesa la carretera de lado a lado y eso lo afea un poco, pero en el interior encontramos calles y casas que bien merecían un bonito paseo. Buscamos un lugar para cenar y no nos resultó fácil, al final vimos un cartel que anunciaba un lugar especializado en pizzas. No era la decisión más coherente cenar en Jerte una pizza, pero no encontrábamos muchas cosas más, así que buscamos el lugar que estaba en la parte interior del pueblo y nos dispusimos a cenar. Cenamos muy bien, las dos pizzas estaban muy ricas y nos atendieron muy bien por lo que lo recomendamos. Se trata del Bar Pizzería Lifer (en la plaza de las Eras 3).

Cuando salimos de cenar ya era noche cerrada y nos tocaba volver al área. El camino de ida y lógicamente el camino de vuelta había que hacerlo por la carretera, 2 kilómetros a pie, pero ahora la carretera estaba completamente a oscuras, era imposible saber por dónde iba la carretera sino usábamos una linterna, lo hicimos, utilizamos la linterna que lleva el móvil, pero los móviles a esas horas después de haberlos utilizado durante todo el día están tiritando, así que fuimos todo el camino con el miedo en el cuerpo por si se apagaba. Al final tuvimos suerte y llegamos al área guiados por su luz. Eso sí, la experiencia nos ha servido para darnos cuenta de que tenemos que tener una linterna en la Gaviota para usarla en estos y otros casos similares.

Dormimos muy bien y muy tranquilos. A la mañana siguiente fuimos a utilizar los servicios de carga y descarga de agua y nos llevamos una sorpresa, no se puede hacer otra cosa que vaciar las aguas grises porque existe un aparato con muy buen aspecto destinado a suministrar agua y poder vaciar el WC pero esto último estaba cerrado con una piedras y el agua que se suministraría previo pago no funcionaba. Poco después nos enteramos que aquello lleva así un año y medio. Como de costumbre lo público es un desastre. Hacen un área y ponen una excelente máquina pero a los dos días se estropea y se queda así para siempre. Una pena.

Empezaba a llover. Es una especie de costumbre a la que nos somete los valles estos fines de semana en que hemos decidido venir a visitarlos, así que decidimos marcharnos y volver otro fin de semana.

Fin de semana del 8 de Abril

Vimos: Jerte (Ruta de la Garganta de los Infiernos), Jerte y Tornavacas.

Otra vez, Jerte

Las las laderas de las montañas con los cerezos en flor

La Ruta de la Garganta de los Infiernos

Tardamos dos fines de semana en volver a Jerte, lo hicimos buscando como siempre los cerezos en flor, los vimos hace quince días cuando sólo habían brotado los de las partes bajas y ahora esperábamos ver que hubieran brotado también los de las partes altas.

Es decir, que estuvimos a la caza y captura de los cerezos en flor, el resultado que tuvimos nosotros fue un poco decepcionante porque en ningún caso pudimos ver las laderas de las montañas con todos los cerezos floridos. Quizás haya sido algo que haya venido dado por la primavera algo loca que hemos tenido, en la que muchos días hacía frío cuando ya habían empezado a florecer, pero la verdad es que llegamos a la conclusión de que los cerezos son muy “suyos” y cada uno florece cuando le da la gana. Hemos oído muchas veces aquello de que cuando florecen los cerezos se ven las montañas todas blancas hasta el punto que parece que hubiera nevado, pero nosotros no lo hemos visto. Por otro lado cuando se ve alguna montaña que coincide que la inmensa mayoría de los cerezos está con flor tampoco es una imagen tan sumamente impactante que parezca que la montaña está llena de nieve, porque en la distancia un cerezo en flor tiene más bien un color grisáceo.

Lluvia de pétalos

No voy a negar que eso nos produjo una pequeña decepción, mínima decepción si somos justos, porque en el Jerte ves muchísimos cerezos en flor y en las distancias cortas es un espectáculo grandioso. Además, en nuestro caso, vimos las distintas etapas del resurgir primaveral de estos frutales, incluida la lluvia de pétalos que se produce cuando las flores marchitan y van cayendo pétalo a pétalo sobre el suelo, algo que nos resultó inolvidable.

Así que llegamos la noche del viernes a Jerte, la intención era dormir allí (en el área) y salir bien temprano la mañana del sábado para hacer la Ruta de la Garganta de los infiernos).

Nos levantamos bastante temprano y buscamos en Centro de Interpretación que está muy cerca del área, se llega a él a través de un camino que sale precisamente de la parte del área donde están los servicios de carga y descarga de aguas para las autocaravanas.

En el centro de interpretación te dan un plano y te explican las distintas opciones de ruta que puedes elegir. Nosotros tomamos la circular que va por la montaña llegando hasta el pueblo de Jerte y después otra vez al Centro de Interpretación. No se trata de un recorrido de ida y vuelta al tener la característica de ser circular, eso sé es bastante largo (17 Kilómetros) por eso conviene iniciar la ruta bastante temprano y llevar algo de comida. Nosotros salimos a las 10 y terminamos a las 15 horas.

La ruta nos encantó y grabamos un video para intentar reflejar mejor como era su recorrido, el paisaje ese día estaba fantástico aunque podría estar aún mejor ya que eran los primeros días de primavera y las hojas de los árboles todavía podían brotar más. Atravesamos bosques de robles,

caminos de piedra y pequeños senderos, la dificultad de la ruta no es grande, solo tuvimos que atravesar un río a través de las enormes piedras que tiene en ese tramo y donde hay que saltar un poco con bastante cuidado de no caer al agua, tampoco hubiera sido una tragedia mojarse, ahora que lo pienso hubiera sido mucho más divertido.

En la ruta vimos muchos animales, especial referencia haríamos a unas cabras de pastoreo muy distintas de aquellas a las que estamos acostumbrados, pero sobre todo disfrutamos de la vegetación, en especial de las flores silvestres que había por el camino.

La Ruta de la Garganta de los Infiernos en Video

A mitad de camino comimos y bebimos un poco, luego emprendimos la ruta hasta llegar otra vez a la parte baja del valle cerca del pueblo de Jerte, allí había muchos cerezos que empezaban a soltar los pétalos, fue algo muy especial asistir a esta peculiar forma de lluvia y ver el suelo con un manto blanco precioso.

Antes de volver al Centro de Interpretación y completar el itinerario de la ruta, estuvimos descansando en Jerte. Lo habíamos visto el fin de semana anterior cuando estuvimos en este valle, pero ya era de noche y ahora teníamos la oportunidad de verlo a pleno día.

Jerte es de los pueblos más bonitos del valle, paseamos por sus calles y conversamos con algunos vecinos. Nos chocó que en las casas había una especie de decoración hecha a base de hojas secas, estaban colocadas en los balcones adheridos a los cables del alumbrado público, estos cables trenzados se clavan a las fachadas de los pueblos y a veces pasan por los balcones de las casas, así que preguntamos a qué obedecía esa costumbre. Resulta que no se trataba de un adorno, a pesar que nosotros lo veíamos muy interesante, sino de una pelea abierta contra las golondrinas.

Es cierto que había muchísimas golondrinas por todo el pueblo y ese día además estaban muy alborotadas debido a la primavera. Estas hacen nidos pegados a las fachadas de las casas, debajo de una cornisa o un balcón y terminan siendo un agobio para los vecinos dada la cantidad de excrementos que producen. Así que colocan esas ramas secas, que además tiene pinchos, de esa forma las golondrinas tienen que hacer sus nidos en otros lugares donde no molesten.

Las calles de Jerte
por la tarde

Despues de hacer la ruta de la Garganta de los Infiernos y antes de volver al centro de interpretación, hicimos algunas fotos a las bonitas calles de Jerte. El otro dia las habíamos visto de noche y son muchos más bonitas a la luz del día.

Tornavacas

Por último nos acercamos a Tornavacas, se trata del último pueblo hasta llegar al limite de la provincia con Ávila, más adelante a solo 23 kilómetros está El Barco de Ávila.

Nuestra intención era llegar a hasta esa zona ya que al estar más alta (casi 900 metros) podríamos ver la ladera de la montaña con los cerezos en flor con la idea que llevábamos nosotros de que se vería un paisaje de aspecto nevado.

Pero como ya hemos dicho no fue así, había en la ladera de la montaña muchos cerezos en flor pero la sensación que estos producen no es la de un paisaje nevado.

Tornavacas que tiene 1.164 habitantes, no es un pueblos especialmente bonito, aunque no está mal, hay calles con aspecto tradicional que resultan dignas de verse, pero aquí como en tantos sitios en algún momento les dio por la manía del ladrillo visto y se ha estropeado gran parte de su arquitectura tradicional, es más había bastantes edificios con el horroroso ladrillo veteado con trozos pintados en negro.

Ya habíamos terminado dos de los tres valles, ahora quedaba pendiente uno de los más conocidos, La Vera.

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El Tercer Valle

La Comarca de

La Vera

Abordábamos el quinto fin de semana para completar los tres valles, en este caso añadimos el lunes (San Isidro) que es fiesta en nuestra zona. Gracias a eso podríamos hacer el valle o la comarca de la Vera de forma completa.

El recorrido que nosotros hicimos es este:

Jaraíz de la Vera
Pasarón de la Vera
Garganta de la Olla
Valverde de la Vera
Villanueva de la Vera
Garganta de Cuartos
Jarandilla
Plasencia

Si bien en el Plano se estructura de la forma mas coherente para hacer menos kilómetros, nosotros empezamos por Jaraiz de la Vera y terminamos por Plasencia ya que era esa la forma de hacerlo que mas nos apetecía.

Fin de semana (con puente) del 13 al 15 de mayo.

Jaraíz de la Vera

Sábado 13 de Mayo

Decidimos salir el sábado por la mañana desde San Román de los Montes en dirección a Jaraíz de la Vera, no lo hicimos el viernes como suele ser nuestra costumbre porque tan solo estábamos a 113 kilómetros de Jaraiz, pero no era eso la única razón, sino que además queríamos disfrutar del paisaje extremeño a primeras horas de la mañana, si hubiéramos elegido ir al atardecer habríamos llevado el sol de cara, es lo que ocurre cuando se avanza hacia el oeste y llevar el sol de frente no nos hubiera dejado verlo. Ya son muchas veces las que vamos a Extremadura desde Talavera de la Reina y tenemos algo de experiencia.

Y así fue, por el camino disfrutamos mucho del paisaje, hacía un día bastante nublado, es más las previsiones apuntaban incluso a la posibilidad de que lloviese un poco, pero no nos importó. Llevamos muchos fines de semana en los que siempre pasa lo mismo, durante la semana mientras trabajamos hace un tiempo estupendo pero al llegar el fin de semana empieza a encapotarse el cielo, Así que nos dio igual y nos aventuramos a visitar la Comarca de la Vera.

Charo siente debilidad por los prados llenos de vacas pastando y desde luego quedó bien servida porque fue sobre todo eso lo que vimos.

Jaraíz iba a ser el municipio mas grande que visitaríamos en nuestro primer día de la Vera, con 6.500 habitantes es mucho mayor que los demás.

Nos gustó muchísimo, lo curioso es que habíamos dejado la Gaviota muy cerca de una bonita ermita pero en ese momento ni la vimos, estábamos encelados en llegar al centro del pueblo cuanto antes. Después fuimos directos a la oficina de turismo.

Por alguna extraña razón íbamos pensando que quizás la Vera seria el valle más feo de los tres y al llegar a la oficina de turismo salimos de dudas enseguida, porque la chica que estaba allí nos dijo, “fenómeno, habéis dejado La Vera para el final de los tres valles, es decir habéis dejado lo mejor para el final”, que iba a decir, pensamos, si ella es de aquí, pero algo de razón llevaba, porque si no es el mejor al menos es “casi” el mejor.

Jaraíz es la cabecera de su comarca y tiene un interesante Museo del Pimentón. Fue lo primero que visitamos y puede decirse que fue todo un acierto, porque el pimentón es la razón de ser de La Vera al visitarlo justo al principio nos hizo ponernos en situación enseguida. El museo es muy interesante y evocador, Charo vio algunas latas de pimentón que recordaba de su infancia cuando tenían una tienda de ultramarinos en Olmedo y la emocionó mucho. El museo tiene tres plantas pero no es muy grande y resulta muy agradable su visita, para colmo es gratuito, es decir una visita imprescindible.

El museo se encuentra en la Plaza Mayor, una plaza muy bonita que cuenta con una fuente o más bien un pilón en el centro.

Seguimos paseando por sus calles siguiendo un mapa que nos habían facilitado en la oficina de turismo, recorrimos las calles que son muy bonitas, con una arquitectura tradicional que se han preocupado en mantener, es decir una delicia de pueblo.

Vimos Santa María de Altagracia que es una de las iglesias más antiguas y más interesantes de toda la comarca de la Vera.

Desde allí fuimos a ver lo que ellos denominan el rollo, este es una picota como las que hay en tantos pueblos, pero en este caso es mucho más compleja y por lo tanto más llamativa. Se encuentra en la parte baja del pueblo, junto a la carretera de Jarandilla, a la entrada del Parque de los Bolos, lo mas interesante del lugar es que desde allí se disfruta de unas vistas impresionantes al valle. Resulta curioso que no era su ubicación original del rollo, ya que se encontraba en otro lugar pero se trasladó hasta allí siendo reconstruido con los elementos originales, ahora lo ves y parece que es su sitio natural, aquel donde debió de estar desde siempre.

Ya era la hora de lo que nosotros llamamos la parada técnica, así que decidimos tomar algo en alguna de las terrazas que había cerca del Parque de los Bolos, una parada técnica que ya es un clásico en nuestros viajes, no se trata de parar simplemente para tomar algo, sino que aprovechamos para conectar mas con la gente del lugar, por eso preferentemente nos gusta sentarnos en una terraza, como fue el caso, porque sentados mientras tomamos algo, vemos a la gente pasar, lo que nos ofrece un sinfín de detalles que nos configuran mucho mejor los lugares que estamos visitando.

Por último volvimos a la Gaviota y al llegar vimos la ermita, tenia gracia porque habíamos pasado por delante de ella sin darnos cuenta de que estaba allí. Se trata de la ermita de la Virgen del Salobrar, es una construcción modesta de estilo barroco que ha sufrido muchas restauraciones, pero por la que merece la pena detenerse, máxime porque es muy popular en Jarandilla.

Al salir camino del siguiente pueblo vimos que se había una señal que rezaba “el Lago”. No lo dudamos y nos acercamos hasta allí no habíamos leído nada sobre que hubiese un lago en Jaraíz y el asunto nos intrigaba. Al llegar vimos que se trata de una piscina natural conocida como la Garganta Pedro Chate. Estas piscinas naturales son algo muy habitual en todos los pueblos de esta gran zona de los tres valles, aprovechas los remansos que forman los ríos y construyen pequeñas presas que crean una especie de piscina. Lo hemos visto prácticamente en todos los pueblos, pero en este caso, en Jaraíz, la piscina natural era de una mayor envergadura.

Vimos en Google algunas fotos del lugar y parece ser una piscina natural muy interesante para pasar un buen rato disfrutando del agua en verano.

<<< Piscina Natural la Garganta Pedro Chate

Charo y yo siempre comentamos que hay que evitar el verano para visitar Extremadura, pero quizás en estos sitios se pueda compatibilizar con unas horas de piscinas naturales. Es lo que nosotros hicimos en Suiza, en pleno mes de julio, hacía bastante calor así que no parábamos de meternos en los lagos cuando llegaban las horas más calurosas.

En aquel momento no hacía tiempo para meterse en el agua de la piscina, de hecho no había nadie, solo dos coches aparcados y un kiosco restaurante cerrado.

Pero curiosamente vimos una autocaravana holandesa una Hymer, se trataba de un modelo clásico, una integral muy pequeña, con muchos años de carretera pero estaba muy bien cuidada, es decir era una autentica “pocholada”, cotilleamos un poco sabiendo de antemano que se trataba de una autocaravana del norte de Europa, porque es difícil que un español tenga una de esas y miramos la matricula, en ese momento no pudimos evitar mirarnos mientras esbozábamos una sonrisa Charo y yo, porque allí, en un lugar solitario donde no había prácticamente nadie, donde era difícil pensar que hubiera una autocaravana, había una y era holandesa … nos hizo gracia. Se suele comentar que es curioso esto de los holandeses, porque vayas donde vayas siempre te encuentras con unos holandeses, es mas si el lugar es de esos en lo que no esperas encontrarte a nadie las probabilidades de ver un viajero de los países bajos aumentan exponencialmente, la sensación que terminas teniendo es la de que te encuentras holandeses hasta debajo de las piedras y además cuando te los encuentras, es seguro que estarán sentados en el exterior de la autocaravana con sus sillas, a veces incluso con el toldo desplegado.

Pasarón

Desde allí retomamos nuestro camino en dirección a Pasarón.

El recorrido que hay que hacer desde Jaraíz hasta Pasarón nos presenta un paisaje extraordinario. Nos gustó tanto que paramos varias veces para disfrutar de las vistas. Esto de parar en carreteras estrechas es algo que podemos hacer gracias a que nuestra gaviota solo mide 6 metros, asi que cada día estamos más contentos con nuestra casa. Cuando ya llegábamos a Pasarón se divisaba el pueblo a lo lejos desde la carretera en una estampa perfecta, no podía ser de otra manera.

Se llega a Pasarón por la carretera que está en la parte más alta del pueblo y dejamos allí aparcada la autocaravana, en este caso hay espacio de sobra y no tuvimos problemas. Desde esa posición se puede ver todo el pueblo que se configura con calles muy estrechas, era evidente que aventurarse a bajar con la autocaravana hubiera sido un disparate.

Pasarón es un pueblo tan pequeño (650 habitantes) como bonito, probablemente uno de los más bonitos de la comarca de La Vera. Lo primero que vimos fue la plaza Mayor donde se encuentra el Ayuntamiento, los ojos se te inundan con los tejados que parecen estar unos sobre otros a distintas alturas.

No hace falta destacar un monumento especial para que este pueblo sea considerado como una visita imprescindible, pero además cuenta por una lado con el Palacio de los Manrique de Lara de estilo renacentista, que es una auténtica maravilla que se aprecia malamente al estar encajonado en una de sus estrechas calles, el Palacio cuenta con una chimeneas que no pasan desapercibidas.

También es destacable La Iglesia del Salvador, que como es costumbre no pudimos ver por dentro, parece ser que tiene un magnífico retablo central. Lo más destacable sobre todo porque choca un poco, es que cuenta con una torre, la torre campanario exenta, llamada así porque se encuentra separada de la iglesia con una pequeña calle de por medio, la torre se ve casi desde cualquier lugar desde el que estés mirando, lo que supone que es el punto de referencia y hace evidente que debió formar parte de la fortaleza del lugar.

El pueblo nos llamo mucho la atención por lo bonito y bien conservado pero apenas vimos nadie en sus calles y eo siempre nos da un poco de pena o quías deberíamos decir rabia, porque es evidente son pueblos abandonados a su suerte sin que nadie se preocupe de ellos y si no hay nadie por la calles eso me hace presagiar lo peor.

Garganta la Olla

Desde allí emprendimos camino hacia el siguiente pueblo Garganta la Olla.

Garganta es una población más bien pequeña, con solo 1.000 habitantes aunque da la sensación de ser mayor. Se accede al pueblo por la carretera que resulta ser un lugar ideal para aparcar, meterse más adentro puede resultar muy complicado.

Cuando nos íbamos acercando nos fijamos en que las parcelas de los alrededores de Garganta estaban llenas de cerezos y en algunas veíamos lo que parecen ser familias, recogiendo cerezas ya maduras.

Efectivamente se trataba de las primeras veces del año en el que se recogen cerezas y no debía ser un hecho aislado porque pasamos por algunas naves donde vimos que las iban metiendo en cajas, puede que el cultivo de esta fruta sea menos importante en La Vera que en el Valle del Jerte que es el que tiene la fama de cultivar cerezas, pero desde luego ocupa una parte muy importante de la actividad económica de la comarca.

Así que íbamos paseando y no dejábamos de ver como en las naves que hay en la carretera se dedicaban a meter las cerezas en las típicas cajas de fruta. De una forma un tanto espontánea varios visitantes y nosotros nos metimos, sin pedir permiso, en una de esas naves para ver el trasiego y de paso comprar unas cerezas.

El colorido de los frutos era precioso, aunque quizás demasiado rojo, lo que hacía presagiar que las cerezas no estaban aún en su punto, pero resultaba irresistible no comprar un caja, nos costo volver sobre nuestros pasos para dejarla en la Gaviota.

Volvimos hacia el pueblo, al llamarse Garganta la Olla hacía presagiar que estaría un poco hundido en el territorio y así era pero mucho menos que otros pueblos.

Y tiene su gracia la historia, porque parece ser que los asuntos carnales y los espirituales iban de la mano en aquella época. Porque como es sabido el emperador Carlos V se retira a Yuste en 1557 para hacer un retiro espiritual que le preparase para el viaje a la otra vida y al tiempo creyó conveniente autorizar la creación de no solo uno sino varios prostíbulos en la villa, supongo que el Rey comprendía había que entretener a su séquito.

Uno de estos prostíbulos era la Casa de las Muñecas, su color azul en la fachada le distinguía de los demás edificios pero también una muñeca vestida con un traje típico que se puede ver en el dintel de la puerta hecha a base de granito con forma de arco, así los hombres de la época paraban montados a su caballo, se acercaban a la puerta y sin desmontarse veían a través del mirador el patio interior donde se sentaban las meretrices, si decidían entrar llamaban y entraban el caballero y el caballo dentro de la casa ya que había unas caballerizas acondicionadas para alojar a los animales.

Casi todas las casas tienen interés pero también hay que destacar la Casa de Postas que era un antiguo albergue usado en la época de Carlos V.

<<< Casa de la Peña,

Un poco retirada de estas hay una casa que te hipnotiza, se trata de la Casa de la Peña, esta casa es sin duda es el icono de la localidad. Se trata de una edificación realmente llamativa, porque es una pequeña casa que deja libre un soportal debajo de ella, para eso se vale de un tridente de madera fijado sobre una enorme piedra que hace las veces de pedestal, de ahí su nombre de Casa de la Peña.

Seguimos andando hacia la parte mas alta donde vimos unas amplísimas escaleras que nos llevaban a una iglesia, se trata de la iglesia parroquial de San Lorenzo, que se alza en lo mas alto de la población, dispone de una altísima torre campanario, curiosamente es más visible a una cierta distancia que a los pies de la iglesia ya que la torre sobre sale por encima de todos los edificios mientras que a sus pies cuesta verla bien, no es de extrañar porque se trata de una torre renacentista de 30 metros de altura.

Curiosamente esta vez sí pudimos ver la iglesia por dentro, al llegar arriba había un banco corrido pegado a una de las paredes de la iglesia y los abuelos que estaban allí sentados nos indicaron como buscar, a la que nosotros identificamos como la sacristana. Ella nos dijo que no lo era, que simplemente estaba al cargo de la iglesia para enseñarla.

Las escaleras que conducen a la iglesia de San Lorenzo

El caso es que nos cogió a lazo en cuanto le preguntamos si podíamos ver la iglesia por dentro, comenzó a explicarnos el interior de la iglesia de corrido, toda una profesional. Como era de esperar nos pidió al final un donativo para la iglesia, se lo dimos y de forma inmediata nos dijo, “¿y para mi?”, es decir que el donativo era como el pago del servicio y a eso había que añadir la propina. La verdad es que tenía su salero la “no-sacristana”, así que le pedimos permiso para hacerla una foto, en ella aparece con una carraca en la mano. Las carracas o matracas es eso de lo que todos hemos oído hablar, sin saber muy bien que es, al menos Charo y yo no lo sabíamos, pensábamos que se trataba de una simple expresión asimilable a dar la lata, o quizás algo que hace mucho ruido. Pero lo curioso es que se trata de instrumento musical de percusión, una tabla con una serie de herrajes sueltos que cuando se mueve la tabla hace un sonido característico al golpear contra la madera, era la primera vez que veíamos tan curioso instrumento de percusión.

La iglesia está bastante deteriorada pero es muy bonita, fue construida entre los siglos XV y XVI, lo que supone que ha llegado a nuestros días mostrando una amalgama de estilos arquitectónicos, gótico, renacimiento, barroco y hasta rococó. El altar mayor es de una decoración barroca muy recargada como no podía ser de otra manera dado su estilo.

El órgano, de 1766, es uno de los más antiguos de Extremadura y uno de los pocos barrocos que se conservan en España, pudimos ver el sistema de pedales antiguos mediante el cual se generaba el aire a base de fuelles para producir el sonido, hoy sin embargo se hace con una instalación eléctrica. Nos contó nuestra guía, que el órgano de la iglesia está en perfecto estado de revista, cuentan además con un organista que lo toca en diversas ocasiones.

La Iglesia de San Lorenzo está declarada Bien de Interés Cultural desde 1989.

El órgano, de 1766, hoy todavía a pleno rendimiento >>>

Y nos fuimos paseando tras disfrutar de este bonito pueblo, ahora viendo el marco natural en el que se encuentra Garganta la Olla, rodeada de montañas, con gargantas y pequeñas corrientes de agua, donde desde siempre la agricultura se ha realizado en bancales.

La Serrana de la Vera

La verdad es que el pueblo estaba lleno de sorpresas siempre con un pequeño alo mágico, porque fuera del pueblo, en la carretera que lleva al Monasterio de Yuste, hay una escultura en bronce de una mujer que viene como consecuencia de una bonita leyenda de Garganta la Olla. La hermosa mujer es la Serrana de la Vera, una joven que fue sometida a vejaciones y vilezas por parte de un noble, ella harta de sufrir y buscando escapar de esa situación, huyó y se escondió en la sierra, allí puso en práctica una peculiar venganza contra los hombres, ya que ayudada por su enorme atractivo iba seduciendo a los viajeros para matarlos después.

En la escultura se la ve con una ballesta apoyada en el hombro y un machete al cinto, es decir da miedo !!!

Pero no deja de ser curiosa la historia, porque la hermosa mujer hizo pagar a todos los hombres la ofensa que le causó uno solo, aquel noble. Por ello al leer su historia empece a darle vueltas al asunto y me di cuenta de que la venganza de dicha mujer se basaba no en el hecho de que hubiera sido agredida por un hombre, el perverso noble de su pueblo, sino en la sospecha o causa general contra los hombres como genero, es decir la hermosa dama llegó a la certeza de que todos los hombres son iguales y conocido uno conocidos todos, no han cambiado mucho esas teorías desde entonces a ahora.

Terminamos nuestra visita muy contentos porque el pueblo es una maravilla y porque nosotros lo habíamos pasado muy bien. Teníamos programada la visita de dos pueblos más, inicialmente pensamos que quizás no nos daría tiempo a ver tanto, pero la verdad es que estábamos en una época del año en que los días son muy largos y nos quedaba mucho tiempo de luz, así que no lo dudamos y emprendimos camino hacia Valverde.

Valverde de la Vera

Valverde es un pueblo encantador de tan solo 500 habitantes, con casas tradicionales de reminiscencias medievales y está declarado como Conjunto de Interés Histórico-Artístico.

Cuenta con dos plazas muy bonitas. Una de ellas es la de la Picota, una columna gótica del siglo XIV que la preside la plaza, se trata de una plaza más bien pequeña pero quizás por eso mas entrañable.

Plaza de la Picota

Plaza de España

Pero la plaza mas señalada es la Plaza de España donde está el Ayuntamiento, se trata de una plaza más amplia que la anterior con columnas de piedra sujetando las casas lo que crea una bonita zona de soportales con casas que presentan balcones de madera, en definitiva otra plaza sensacional.

Al pasear por su calles nos sorprendió que veíamos correr el agua por mitad de las calles a través de unos regatos perfectamente construidos en piedra, no fue la última porque veríamos más pueblos con este sistema de conducir las aguas pluviales y nos pareció una solución práctica y muy agradable, pero sobre todo divertida y sino que se lo digan a una niña que vimos meterse en todos los cauces que podía con sus botas de goma. Lo mas llamativo es que no llovía pero los regueros llevaban mucha agua, la niña parecía saber que este año está lloviendo muy poco y que a este paso las botas se le iban a quedar pequeñas sin haberlas utilizado.

Canales en las calles en los que veíamos correr el agua >>>

<<< Oficina de turismo de Valverde

Habíamos dejado la autocaravana a la entrada del pueblo justo al lado de la oficina de turismo que en ese momento estaba cerrada. A la llegada no se nos pasó desapercibida porque era muy llamativa con una imagen pintada que cubría casi todo el edificio, no habíamos reparado mucho en ella, pero cuando nos marchamos oímos un comentario a un vecino,entre jocoso e indignado, sobre lo mal que le parecía esa pintura en la fachada de la oficina de turismo.

Las criticas despertaron nuestra curiosidad y nos fijamos en ella. La imagen cubría toda la fachada de la oficina en dos de sus paños, nos resultó difícil saber lo que representaba y a duras penas vimos lo que parecía un Cristo en la cruz con un velo blanco tapándole la cara. Mas allá de su idoneidad o no aquello impresionaba la verdad.

Los Empalaos de Valverde

Pensamos que semejante atrevimiento tenia que significar algo y así era, porque la imagen hace referencia a lo que se conoce en Valverde de la Vera como “Los Empalaos”.

Y es que Valverde goza de una gran tradición religiosa, siendo Los Empalaos una fiesta declarada de interés turístico de Extremadura. Se celebra durante la Semana Santa, más concretamente durante el Jueves Santo.

Durante dicha jornada varios penitentes cargan con un madero de considerables proporciones al que le atan sus brazos y el resto del cuerpo con sogas,solo quedan libres las piernas. Para terminar se les colocan las corona de espinas, dos espadas a la espalda y un velo cubriéndole la cara. La imagen es impresionante.

Una vez ataviados como empalaos realizan un viacrucis por las calles de pueblo.

Lógicamente no estábamos en Semana Santa y no pudimos verlo, pero parece algo digno de verse, así que lo meteremos en el cajón de los proyectos pendientes.

Cuando ya nos íbamos del pueblo vimos que este tiene un castillo, la verdad es que durante la visita había pasado desapercibido, lo cual tiene su guasa porque es un castillo medieval y el pueblo muy pequeño.

Al parecer se trata del castillo de los Condes de Nieva, que se construyó entre los siglos XIII y XIV, pero conforme a lo que vimos más bien se trata de las ruinas de lo que fue un castillo, lo que justifica que absorbidos por sus calles y las bonitas plazas no viéramos ni el castillo ni su iglesia.

Villanueva de la Vera

El día seguía avanzando, son días muy largos lo de esta época, así que todavía nos quedaba tiempo para ver un un pueblo, Villanueva de la Vera.

Estuvimos listos en dejar a la Gaviota justo a la entrada del pueblo, porque si llegamos a tomar la calle que bajaba hacia el y que parecía invitarnos a seguir no se donde nos hubiéramos quedado varados con nuestra Gaviota. La aparcamos al lado de la carretera donde había una antigua discoteca abandonada con un buen espacio delante, la verdad es que no solo nos parecía un sitio ideal sino que además me atrevería a decir que era el único.

En Villanueva al llegar a la plaza tuvimos la típica sensación de “deja vu”, porque es muy parecida a la de Valverde.

El pueblo, también en este caso, es muy bonito, algo mas grande ya que tiene 2.000 habitantes, es decir cuatro veces la población de Valverde, la localidad se encuentra a 500 metros de altitud y es un entorno natural excepcional, además disfruta del título de Conjunto Histórico-Artístico.

Sin duda es un municipio en el que puedes pasar varios días haciendo excursiones y disfrutando del paisaje escarpado que ofrece la Sierra de Gredos, en la preparación de los viajes a veces lees cosas que reclaman especialmente tu atención, este fue el caso cuando leí el comentario de un viajero, o mas bien un vecino de Villanueva, Arturo González García, porque decía que llevaba unos años viviendo en Villanueva y pensaba que “es un verdadero paraíso, puedes perderte en sus bosques de robles, avistar aves impresionantes, sumergirte en sus pozas cristalinas, visitar pueblos anclados en el tiempo, recoger setas en Otoño, en definitiva puedes vivir las cuatro estaciones con sus contrastes y riquezas”. Gracias a el prestamos mas atención al entorno y efectivamente vivir en Villanueva debe de ser todo un privilegio.

ambién en vimos en el pueblo los curiosos regueros de agua discurriendo por mitad de las calles. Uno se asombra de la cantidad de agua que hay en estos pueblos.

Por último visitamos la iglesia y la ermita y nos despedimos de este fantástico pueblo.

En resumen el día en La Vera fué increíble, de muchísima intensidad, en el que nos dejó boquiabiertos todo lo que vimos.

Retomamos nuestra ruta camino de Jarandilla, poco después desde la carretera vimos un letrero que decía “Garganta de Cuartos”.

Garganta de Cuartos

Garganta de Cuartos es el nombre que tiene el pequeño río que pasa debajo del Puente de Cuartos. El puente es romano y atraviesa desde entonces la garganta.

Se trata de un lugar muy popular en la zona donde los naturales del lugar suelen ir a bañarse al río en ese punto. Nosotros decidimos parar un segundo y disfrutar de la vista del puente y de las aguas cristalinas que llevaba la garganta ese día. Parece ser que la garganta presenta zonas con profundidades cercanas a los 5 metros y con abundancia de truchas y barbos. Con lo que paradójicamente puede que sea mas interesante lo que no se ve que aquello que está a simple vista.

Jarandilla

Poco después llegamos a Jarandilla, que era el lugar elegido para pasar la noche. Fuimos directamente a un aparcamiento que se encuentra al pie de la Universidad de Extremadura en la Rotonda Joaquín Ruiz Jiménez (40.131424, -5.660311).

El lugar es fantástico, aunque el edifico de la universidad es pobretón e impropio de lo que debe ser un centro universitario.

Aparcamos allí donde pasaríamos la noche. Empezaba a anochecer y nos fuimos a dar nuestra vuelta de reconocimiento por el pueblo.

Jarandilla es un municipio con una cierta transcendencia en la comarca, ya que tiene 3.000 habitantes, pero sobre todo por la presencia del Parador Nacional. Los municipios con un Parador son por dicha causa un referente en la región, eso le supone al pueblo ser una especie de capital, por otro lado es, además, el segundo municipio más poblado de La Vera y un importante cruce de caminos.

El Parador es el Castillo Palacio de los Condes de Oropesa, en él vivió Carlos I durante el tiempo que tardaron en terminar las obras del Monasterio de Yuste, éste terminaría siendo su residencia definitiva. El Rey se retiro en el Monasterio como retiro espiritual y para prepararse para su muerte, el lugar elegido no podía ser mas acertado, en un entorno de recogimiento que solo un monasterio podría darle.

Dejamos la Gaviota y tras pasar por delante del parador llegamos al centro del pueblo, por el camino habíamos visto un restaurante o mas bien un mesón, éste se llama “Puta Parió“, un nombre un tanto extraño que te deja un poco perplejo.

Curiosamente el nombre exacto no es ese sino “La Cueva de Puta Parió“ porque el mesón tiempo atrás tenía una cueva. Tras varios años de encontrarse la cueva cerrada hoy solo se mantiene el restaurante. Se trata de un local que se especializa en una comida muy tradicional, migas extremeñas, cabrito y rabo de toro estofado que al parecer es muy recomendable. Es sobradamente conocido en toda la comarca y no dudo que a ello haya contribuido, en buena medida, el nombre tan estrambótico que tiene.

El caso es que el curioso mesón y el Parador fueron las cosas que más nos llamaron la atención de Jarandilla. No podemos decir que sea un pueblo feo, pero tampoco que esté a la altura de todo lo que venimos viendo.

Tapeamos un poco en un bar que hay en la plaza, éste nos impactó porque se puede observar con facilidad que fue una farmacia, hoy reconvertida en un bar, pocas veces se ve que una farmacia ceda su sitio a un bar.

Después de un buen rato, ya cansados, nos fuimos dando un paseo hasta la Gaviota, una vez allí cenamos, poco porque habíamos tapeado algo. Nos acostamos sin mas que por la mañana tocaba hacer senderismo.

Domingo 14 de Mayo

Ruta del Emperador Carlos V

Nos levantamos temprano para emprender nuestra ruta. Habíamos destinado el día del domingo para hacer senderismo, más concretamente la conocida Ruta del Emperador Carlos V.

Se trata de una ruta famosa porque ha sido Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, es decir hoy en día ya no es solo una ruta sino más bien un evento o una fiesta conmemorativa que va por su XVIII edición.

El festejo que se celebra en Jarandilla parte de la idea conmemorar la llegada de Carlos V a Yuste desde el castillo de Jarandilla. Eso ocurrió el día 3 de febrero de 1557, cuando el Emperador hizo lo que terminó siendo su último viaje.

La ruta conmemorativa se hace todos los años a comienzos de febrero. Se trata de una fiesta de corte medieval en la que la actividad principal consiste en hacer el camino a pie, saliendo de Jarandilla hasta llegar a Aldeanueva de La Vera, de allí a Cuacos de Yuste y por último al Monasterio de Yuste,

Fotos de Google donde se puede ver la salida de la Ruta a primeros de febrero

En la ruta de febrero participan cientos de personas que compaginan los festejos con la actividad de senderismo.

Pero se puede hacer en cualquier época del año y eso es lo que habíamos decido nosotros, ademas ninguna época mejor que la primavera.

La distancia desde Jarandilla y el Monasterios de Yuste es de unos 12 kilómetros, pero al no ser una ruta circular, supone que cuando llegas al Monasterio tienes que volver sobre tus pasos otra vez andando, es decir se llegaría a un total de 24 kilómetros. Lo que supone que vas muy justo en el tiempo de un día.

Pero eso no es un problema cuando se hace el día señalado para la fiesta conmemorativa, ya que hay autobuses gratuitos que te llevan de regreso a Jarandilla una vez que llegas al final.

Nosotros en cambio no disponíamos de esa solución y no hay autobuses de línea que cubran dicho recorrido, así que tiramos por la calle de en medio. Decidimos hacer toda la ruta desde Jarandilla hasta Cuacos y desde allí subimos andando hasta Yuste, luego bajamos otra vez andando los dos kilómetros que separan Yuste de Cuacos y allí cogimos un taxi con el que ya nos habíamos puesto en contacto días antes.

Nuestro video de la ruta del Emperador

La solución de volver a Jarandilla en taxi fue todo un acierto y pude que repitamos en rutas largas que vuelvan a presentar el problema de no ser circulares, porque cuando son así a veces se hace imposible hacerlas enteras. Por otro lado el precio del taxi era muy económico, tan solo nos costó 15 euros (La empresa se llama autocares y taxis Sendabus y el teléfono es 699994380).

El recorrido de la ruta esta perfectamente indicado y se sigue con facilidad. Empieza al lado del Parador de Jarandilla, hay una placa indicativa que marca la dirección para pasar pocos metros después delante de la Iglesia de San Agustín giras a la derecha por la calle Marina y comienzas a salir de Jarandilla.

Itinerario de la Ruta del Emperador

Una vez fuera del casco urbano vemos “puente Parral”, llegamos a el recorriendo un camino de tierra aunque muchas veces está empedrado lo que dificulta un poco la marcha.

Pasado el puente continuamos por un camino ascendente, a partir de ahí puede decirse que empieza la actividad de senderismo propiamente dicha, pasando después un pequeño bosque de robles y una vereda con paredes de piedra.

Atravesaremos nuevamente un robledal tras lo cual se divisa a lo lejos la localidad de Aldeanueva de la Vera. Una vez allí hay que cruzar el arroyo Cepeda y continuar por la carretera, para después atravesar Aldeanueva por el medio del pueblo, esta parte fue la que mas nos extrañó de la ruta, ya que no estamos acostumbrados ha hacer rutas de senderismo atravesando un pueblo de punta a punta.

Vimos como recogian las cerezas en el recorrido de la ruta

Una vez cruzada Aldeanueva continuamos siempre de frente, seguiremos las indicaciones, y nos adentramos, otra vez en el campo por caminos que nos conducen a Cuacos de Yuste.

En este caso también se pasa por el centro del pueblo aunque Cuacos, afortunadamente es mas interesante que Aldeanueva.

Y de allí al Monasterio. La subida es lo mas alejado de lo que suele ser hacer una ruta de senderismo, ya que se trata de una carretera y una carretera en la que, habida cuenta del interés turístico que supone el Monasterio, hay un trafico considerable, de manera que es lo que podríamos llamar “pedazo de carretera”, suben y bajan coches constantemente, así que un recorrido bucólico no se puede decir que sea, afortunadamente hay una acera muy amplia.

No obstante el recorrido te presenta una sorpresa, ya que a mitad de la carretera vimos el Cementerio de los Alemanes, hasta ese momento no habíamos oído hablar de él, no sabíamos de su existencia, así que pasamos a verlo y de paso a enterarnos del porqué de esa extraña ubicación.

Una vez dentro encontramos una placa escrita en alemán y en español que lo explica. En el cementerio hay 26 soldado procedentes de la primera guerra mundial y 154 de la segunda, fueron soldados, aviadores y marinos que llegaron a las costas y tierras españolas debido a naufragios o al derribo de sus aviones.

Lo más interesante es que el gobierno alemán a partir de 1980, decidió ocuparse de este asunto y reunir en un único lugar los cuerpos de los soldados alemanes repartidos por toda España. lo que supuso abordar el traslado de los cuerpos hasta ese lugar cerca del Monasterio.

El lugar es sobrecogedor, las sepulturas únicamente tienen una cruz en granito oscuro con el nombre del soldado, son todas iguales como se suele hacer con este tipo de enterramientos militares. Impresiona verlo e impresiona mucho más el sentido patriótico que se puede ver que tienen en otros países, quizás sea por culpa de la guerra civil pero España esta a años luz de ese tipo de comportamientos.

Después de ver el cementerio continuamos nuestro camino y poco después llegamos al Monasterio de Yuste.

Es un Monasterio precioso, lo que tiene más valor cuando se ven las fotos con el estado que llegó a tener en los años sesenta, en los que estaba completamente en ruinas. Pagamos la entrada de 7 euros cada uno y pasamos a ver su interior. Vaya por delante que merece la pena verlo, es más sería absurdo llegar hasta allí y no entrar por culpa de los 14 euros que cuesta a cada pareja, pero eso no quita que nos pareció un abuso el precio por ver el interior del monasterio donde solo se ven algunas estancias, varios cuadros y un par de claustros, y donde ves los jardines de lejos y no puedes pasear por ellos.

Y ahí terminamos la ruta, habíamos hecho el mismo recorrido que hizo en su día el Emperador Carlos V, el último recorrido porque ya nunca salió de guste hasta el día de su muerte.

La ruta tiene como atractivo su popularidad y que rememora el camino realizado por el Rey, tiene como crítica que hay demasiados tramos urbanos y eso no lo esperábamos, lo que supuso una pequeña decepción, al menos en aquel momento, después visto con la perspectiva que a todo le da el transcurso del tiempo, reconocimos que lo habíamos pasado muy bien y que la ruta mereció la pena.

En cualquier caso los organizadores del festejo y principalmente la Junta de Extremadura, deberían tomarse la ruta en serio, porque es indudable que la ruta debería transcurrir por caminos públicos en todo su recorrido, sin duda eso requiere un esfuerzo de planificación y también puede que se encuentren con el obstáculo de que demasiadas veces los caminos están controlados o poseídos por los propietarios particulares que lindan con los mismos. Pero una vez lanzada la bonita iniciativa de esta ruta imperial, de la que ya van bastantes ediciones, deberían darle un contenido de sendero a lo largo de todo su trayecto y no hacerte pasar por calles de pueblos que nada pintan en una ruta como esa.

El bonito paisaje de la Comarca de la Vera que veíamos terminando la ruta a la salida de Yuste

Nuestra taxista llevándonos de vuelta a Jarandilla

Llegamos a Cuacos y comimos tranquilamente en uno de los restaurantes que en en su via principal y esperamos a nuestro taxi que ya teníamos contratado con una hora prefijada días antes. A las 6 de la tarde ya estábamos otra vez en Jarandilla.

Volvimos dar una vuelta por el pueblo. Jarandilla no es un pueblo tan bonito como los que habíamos visto estos días, carece de ese encanto que tienen los pueblos pequeños que además gozan de un especial respeto a la arquitectura tradicional, pero acepta un agradable paseo por sus calles y el Parador lo inunda todo con su monumental presencia.

Plasencia

En principio teníamos pensado pasar la noche allí para ir a Plasencia a la mañana siguiente, pero ya habíamos completado el día sobradamente con todo lo que habíamos vivido en la ruta del emperador y nuestra insaciable avidez de conocer cosas terminó como casi siempre, así que Charo y yo nos miramos y dijimos “¿nos vamos ya para Plasencia?”, respuesta inmediata, “vámonos” somos un par de ruteros incorregibles, esperamos que el día de mañana, cuando tengamos todo el tiempo libre del mundo y no haya que volver al trabajo, hagamos las cosas con mas calma.

Así que llegamos a Plasencia quedando aún bastantes horas de sol.

No existe un área propiamente dicha en Plasencia sino que se trata de una parking abierto a todo el mundo (Decimales:40.031563,-6.080166 Sexagesimales: 40º 1' 53.63' N , 6º 4' 48.6' W), lo que supone que no cuenta con servicio de llenado y vaciado de aguas para autocaravanas, pero el lugar es muy agradable ya que está prácticamente encima del parque de la Isla que es uno de los lugares más agradables de la ciudad. Además, a muy poca distancia hay una gasolinera que facilita los servicios de llenado y vaciado de aguas por un precio muy razonable, con lo que la conclusión es que Plasencia es una ciudad acogedora para nosotros, además de ser una localidad muy interesante.

La Gaviota, por fin !!!, en Plasencia

En cuanto llegamos decidimos salir a dar una vuelta por el centro de la ciudad, lo que nosotros llamamos “el reconocimiento”, después, al día siguiente por la mañana lo veríamos todo con mas detalle.

Cenamos en una terraza en el centro con un bullicio considerable, allí tenían varias pantallas de televisión en el exterior donde ponían fútbol, habitualmente compatibilizamos nuestros viajes con nuestra afición futbolera, así que buscamos un sitio donde pongan el partido de nuestro equipo.

<<< Vista aerea de Plasencia (Google)

Es algo diferente a lo que hacemos cuando no vamos con la Gaviota ya que lo vemos en el sofá de casa, el cambio es importante porque en estos bares de vete tú a saber donde, se suele ver fatal, pero no es menos cierto que tiene un sabor especial, algún día tendremos una parabólica y lo veremos desde la Gaviota, sin duda ese día todo se verá mejor, estaremos más cómodos, y no perderemos tiempo en buscar un sitio, pero quizás perdamos algo de emoción, porque vivir en la calle y buscarse la vida en los bares siempre resulta divertido.

Asi que estuvimos en la terraza viendo el partido y el ambientecillo que había en las calles de Plasencia en una noche que mas parecía de verano que de primavera. Después ya casi de noche volvimos a la Gaviota y dormimos plácidamente al lado del parque.

Lunes 15 de Mayo

Por la mañana temprano nos levantamos y dediqué mi exploración matutina a la zona del parque que estaba más cercana, una auténtica delicia.
Plasencia es una ciudad pequeña que cuenta con algo más de 40.000 habitantes. No puede decirse que forme parte de la Comarca de la Vera pero sí que es la puerta de entrada a los tres valles que hemos visto, de forma especial al valle del Jerte y al de la Vera pero también al de Ambroz, al menos así lo hemos vivido nosotros ya que cada viaje que hemos hecho a cualquiera de los tres valles lo hemos comenzado pasando por Plasencia, así que decidimos incluir a Plasencia dentro de los viajes de los tres valles, reza en muchos sitios como la puerta a los tres valles de Extremadura y desde luego paro nosotros lo es.

De esta forma emprendimos la visita a la ciudad con un pensamiento fijo el de “ya era hora”, porque hemos pasado varios fines de semana por delante de la ciudad sin entrar a verla y siempre que pasábamos por delante nos decíamos que había que verla.

Tomamos el camino hacia el centro de la ciudad pasando a través del parque de la Isla. La ciudad cuenta con dos parques emblemáticos, quizás el más reputado o al menos del que mas se habla en las guias turísticas, sea el parque de los Pinos, éste no es cualquier parque sino un Parque Ornitológico y Botánico con una gran variedad de árboles, especialmente pinos, con muchos canales de agua y muchísimas aves, cuenta además con una orografía inclinada lo que le proporciona unas bonitas vistas de la ciudad. Pero nosotros no fuimos, este tipo de parques suele adolecer de falta de limpieza cosa inevitable dada la cantidad de excrementos que genera el hecho de que hay muchas aves, así que aunque nosotros no lo conocemos decidimos sacarlo de nuestro recorrido.

En cambio el parque de la Isla está en la orilla del río Jerte y a solo 300 metros de la Plaza Mayor, un lugar que supone un autentico privilegio. Se dice que es una isla porque está rodeado por el río Jerte por un lado y de una canalización del río por el otro, lo que consigue que el parque sea una auténtica, además esta delicia lleno de árboles, con lo que un paseo a pie resulta muy agradable, para colmo cuanta con carriles para bicicletas. Así que paseamos a lo largo del rio hasta el lado opuesto del parque y al llegar al final desde allí nos adentramos en el centro de la ciudad buscando el casco viejo.

Plasencia no es una ciudad con barrios bonitos, más bien al contrario, pero su casco antiguo si es un lugar muy recomendable. Poco después de dejar el parque de la Isla y de subier alguna cuesta a través de esos barrios llegamos a las calles comerciales. Éstas, como no puede ser de otra forma, que estaban llenas de vida. La zona del bullicio de las tiendas desemboca en la Plaza Mayor que es el centro neurálgico de la ciudad y que concentra todo el encanto de esta zona antigua, es como siempre un lugar de terrazas donde hacer una estupenda parada técnica.

La Catedral

Desde la plaza es fácil acceder a todos los puntos de interés, dejamos la parada técnica para mas adelante y nos acercamos al Punto de Información. Se trata de algo que empieza a ser una costumbre para nosotros, asi que siempre que podemos y está abierto pasamos por el punto de información, en este caso el edificio donde se encontraba era de una riqueza monumental fantástica. Nos dieron bastante información y un buen plano de la ciudad y pasamos a visitar la Catedral que esta a escasos metros de allí.

La catedral nos iba llamando a gritos desde que llegamos a Plasencia, porque domina toda la ciudad viéndola impotente encaramada a la parte más alta. Desde donde parece reclamara una atención preferencial.

No es de libre acceso, hay que pagar 3 euros, pero la visita es muy recomendable más bien imprescindible. Nos dieron uno de esos teléfonos con números que vas pulsando según estas en los puntos del recorrido.

El interior de la Catedral es impresionante

Quizás equivocados por el precio, pensamos que lo que íbamos a ver no sería de demasiado interés, pero una vez dentro levantas la vista y te quedas perplejo, te sorprende su enorme belleza, la altura, sus columnas, los nervios que ves en el techo, el coro y sobre todo el retablo mayor.
Lamentablemente no pudimos hacer fotos porque estaba prohibido, así que como tantas otras veces hemos tenido que recurrir a Mr. Google que siempre nos ayuda en estos casos.

Lo primero que descubrimos al entrar es que no se trata de una sola catedral, sino que en realidad son dos. La historia es que en Plasencia contaban con lo que todavía se puede ver, la antigua catedral la llamada Catedral Antigua. Considerándola pequeña se decidió ampliarla y construir una nueva. Tal y como era costumbre la nueva catedral se emplazaría en el lugar de la vieja añadiéndole un mayor superficie y volumen, de forma que las obras se van solapando y cada nueva nave o construcción supone el derribo de la anterior.

ero las obras se interrumpieron varias veces y supuso que una importante parte de la Catedral Vieja nunca se derruyo, por eso al entrar se puede ver buena parte de antigua catedral y también se pueden apreciar partes inacabadas de la nueva.

Todo ello tiene como consecuencia que se puede ver excepcionalmente un conjunto arquitectónico que supone tener delante un ejemplo vivo de la transición del románico al gótico al que después se fueron agregando mas estilos.

Durante la segunda etapa de la construcción, llevada a cabo a lo largo del siglo XIV, se terminaría la iglesia propiamente dicha, la torre del campanario y las salas este y meridional del claustro.

Charo y yo comentamos al salir lo mucho que nos había impresionado la catedral, pero curiosamente no coincidíamos en cual había sido la imagen que más se nos había quedado gravada. Para Charo había sido precisamente la catedral Viaja con su estilo románico, mientras que para mi había sido el altar oculto de la Virgen.

Resulta que según íbamos visitando la Catedral había un hito donde nos hablaban de un altar churrigueresco que tiene oculta una virgen dormida. Me quede muy intrigado con el asunto porque me encontraba justo delante de altar que reconocía con el inconfundible estilo recargado de uno de los Churriguera, pero no veía a ninguna virgen, tenia delante el altar y aunque parecía que existía una especia de cajón enorme nada a simple vista te hace sospechar que hay una Virgen dentro.

Afortunadamente paso por allí en ese momento un eclesiástico y le eche el lazo para que me lo explicara, el me indico que allí donde yo veía una especie de cajón grande, hay una gran tapa de madera, la que durante una semana al año enseña a la Virgen que se encuentra en su interior. Está postrada, supongo, en su lecho de muerte.

A mi esa bonita una bonita historia hizo que añadiera algo de magia a la visita a la deslumbrante catedral.

El altar de la Virgen, foto hecha durante la única semana en que se ve

Cuando salíamos íbamos comentando Charo y yo la enorme diferencia que había entre los 14 euros que nos cobraron en día anterior en el Monasterio de Yuste a estos 6 euros -3 euros cada uno- por ver una extraordinaria catedral muy bien conducida por el pequeño telefonillo que nos dieron.

<<< El Claustro de la Catedral

Hay que decir que la entrada nos pareció baratísima y la visita a la Catedral un autentico imperdible y aunque solo fuera por ver la Catedral merece la pena la visita a la ciudad de Plasencia.

Antes de llegar al centro histórico de Plasencia habíamos visto la Muralla y ahora nos dirigíamos a conocerla mas de cerca

haro siempre comenta que tenemos en España muchas ciudades amuralladas a las que nadie conoce o pocos recuerdan, porque parece que solo tenemos en mente la de Ávila, pues bien Plasencia también es una ciudad amurallada, y queda la practica totalidad de la misma, así que merece la pena verla con detenimiento.

Para ello nos dirigimos hacia la parte más baja de la ciudad, es decir hacia el sur. Veníamos del centro de la villa, es decir de intramuros y atravesamos la murallas, para verlas desde la parte exterior, habíamos atravesado la puerta de Trujillo y desde allí pudimos ver una bonita panorámica.
Las murallas de Plasencia están ahí desde el año 1200 y en la actualidad se conservan 21 de las 71 torres originales que tenía.

Para ello nos dirigimos hacia la parte más baja de la ciudad, es decir hacia el sur. Veníamos del centro de la villa, es decir de intramuros y atravesamos la murallas, para verlas desde la parte exterior, habíamos atravesado la puerta de Trujillo y desde allí pudimos ver una bonita panorámica.
Las murallas de Plasencia están ahí desde el año 1200 y en la actualidad se conservan 21 de las 71 torres originales que tenía.

La puerta que teníamos delante, es decir la Puerta de Trujillo, es posiblemente la puerta más importante de todas las que hay en la muralla. En ella se encuentra una pequeña capilla en honor a la Virgen de la Salud y en la cara que da al exterior de la muralla un escudo de los Reyes Católicos del siglo XV, eso es debido, ni mas ni menos, a que por ella fue por donde entraron las tropas que ocuparon la ciudad en nombre y por orden de los Reyes Católicos.

<<< La Muralla y la Puerta de Trujillo

Desde allí seguimos paseando ahora hacia arriba hasta llegar a la Plaza de San Nicolás. Se trata de uno de los puntos mas interesante de la ciudad ya que desde ella se tiene acceso a tres joyas arquitectónicas que nos gustaron muchísimo, el Palacio del Marqués de Mirabel, el Parador Nacional y la iglesia de Santo Domingo que prácticamente forma parte del edificio del Parador.

Plaza de San Nicolás

El Palacio del Marqués de Mirabel, del siglo XV es quizás el edificio más interesante del centro histórico de Plasencia, puede visitarse por dentro, pero para ello hay que concertar cita previa, con lo que no pudimos verlo. La puerta de acceso, que parte de la plaza, se encuentra atravesando un arco que te transporta a la época medieval.

No pudimos ver el Palacio pero nos desquitamos sobradamente con el Parador. En realidad se trata de lo que fue el convento de San Vicente Ferrer con la iglesia de Santo Domingo pegada a él. Conserva elementos que hacen muy atractiva su vista como el artesonado del bajo claustro, restos de pinturas murales o el refectorio así como algunos azulejos talaveranos policromados del XVI. Lo pasamos muy bien visitando aquello que se podía visitar, o mas bien aquello que te dejaban visitar porque lógicamente hay que respetar la zona de habitaciones.

El Parador es una auténtica preciosidad y le dedicamos un buen rato a divertirnos con las fotos que le hacemos a los espejos mientras reflejan nuestra imagen, una especie de vicio que nos lleva a acompañando en nuestros viajes desde siempre.

Ya habíamos visto todo aquello que teníamos programado, así que decidimos hacer una parada especial en la Plaza Mayor, es el corazón de la ciudad, con mucha vida a cualquier hora del día, se trata de una de esas plazas donde las terrazas de los bares y restaurantes parecen tener el poder de atraparte por mucho que te resistas y la verdad es que nosotros no nos resistimos demasiado

Dimos una vuelta para investigar que terraza nos interesaba mas y al final nos sentamos en una donde tomamos un par de vinos de Extremadura, son vinos que conocemos sobradamente porque son de mucha calidad, lo acompañamos con un queso del tipo torta del casar, aunque en este caso no era exactamente ese.

De camino otra vez hacia el Parque de la Isla, vimos que desde la parte alta del centro histórico han construido unas escaleras mecánicas que te llevan a la parte baja donde se encuentra la zona de aparcamientos que linda con el Parque de la Isla, podíamos haberlo descubierto por la mañana, cuando hicimos la subida al centro histórico a pie. Este tipo de construcciones o de accesos mecánicos a las zonas altas de las ciudades, están haciéndose cada día mas y en este caso le dan a Plasencia una imagen más moderna que contrasta con el aspecto de sus barrios que distan mucho de ser barrios de diseño.

Atravesamos de nuevo el Parque de la Isla de lado a lado buscando a la Gaviota en el parking que hay al principio para emprender nuestra marcha hacia casa, o mejor hacia la casa fija, que la Gaviota también es nuestra casa.

Allí dimos por terminada, no solo nuestra visita a la ciudad de Plasencia, sino el recorrido que hemos hecho por los tres valles de Extremadura. Decidimos en su día ir visitando palmo a palmo la región, fin de semana tras fin de semana, aprovechando las posibilidades que nos brinda la Gaviota y el hecho de que vivimos bastante cerca. Después de haber completado cinco fines de semana (este último con un día mas debido a que el día 15 para nosotros era festivo) solo podemos decir que la experiencia insuperable. De aquí en adelante nos espera el tórrido verano en Extremadura y habrá que hacer las cosas con mas cuidado o esperar a que llegue el otoño, pero sin duda ha sido un acierto este plan de viajes, lo disfrutaremos hasta la última gota. Ya sabíamos que Extremadura merece mucho la pena y que en cierto modo es una región un poco desconocida, pero ahora, además, estamos más identificados con el paisaje, sus ciudades, sus pueblos y sobre todo con su gente que nos parece lo mejor de lo mejor de este pedazo de España.