Nuestro pequeño viaje a Cáceres ha sido algo muy especial. Es la primera vez que nos hemos aventurado con “La Gaviota Viajera”, nuestra caravana, la primera vez que entramos con pleno derecho al mundo del camping, porque estar ya estábamos, llevamos muchísimo tiempo planificando y pensando en hacer caravaning, pero esta ha sido la primera experiencia con nuestra propia caravana.
Salimos el viernes aproximadamente las 18 horas para recorrer los 190 km que nos separan de Cáceres. Un viaje corto para nuestra primera vez.
Llegamos al Camping mas o menos dos horas y media después. Miras a tu alrededor y te das cuenta de que la mayoría de los campistas son ingleses, holandeses y alemanes, es decir europeos de los de ahí arriba, llevan unas autocaravanas enormes y muchos con un remolque para moto o coche, en fin son jubilados europeos que es evidente que están a otro nivel.
Salimos el viernes aproximadamente las 18 horas para recorrer los 190 km que nos separan de Cáceres. Un viaje corto para nuestra primera vez.
Llegamos al Camping mas o menos dos horas y media después. Miras a tu alrededor y te das cuenta de que la mayoría de los campistas son ingleses, holandeses y alemanes, es decir europeos de los de ahí arriba, llevan unas autocaravanas enormes y muchos con un remolque para moto o coche, en fin son jubilados europeos que es evidente que están a otro nivel.
El camping esta muy cerca de la cuidad, se llama Camping Cáceres y es de 1ª categoría. Con la tarjeta ACSI CC nos costó sólo 16 euros el día.
El camping está muy bien, cada parcela tiene su ducha y aseo particular. Solo le pondríamos una pega, cada parcela tiene dos sillas de plástico y una mesa, de esas de propaganda de alguna cerveza, con el tiempo están descoloridas y le dan al camping un aspecto desaseado, ademas de que no se necesitan porque casi todo el mundo lleva las suyas.
Tras aparcar nuestra caravana y centrarnos un poco, cogimos el coche y nos fuimos a Cáceres.
El camping está muy bien, cada parcela tiene su ducha y aseo particular. Solo le pondríamos una pega, cada parcela tiene dos sillas de plástico y una mesa, de esas de propaganda de alguna cerveza, con el tiempo están descoloridas y le dan al camping un aspecto desaseado, ademas de que no se necesitan porque casi todo el mundo lleva las suyas.
Tras aparcar nuestra caravana y centrarnos un poco, cogimos el coche y nos fuimos a Cáceres.
Cáceres toda una sorpresa !!!
No es demasiado difícil aparcar en el centro de Cáceres, al menos en la semana en que estuvimos nosotros. Es evidente que es una cuidad de turismo, pero aun no está masificada, y tiene muchísima vida, las calles y las terrazas están llenas de gente y da gusto pasear.
El centro neurálgico de la Ciudad es la Plaza Mayor, desde ella se suele partir para conocer la cuidad, así lo hicimos nosotros y fue toda una sorpresa. Al entrar en la Plaza ya era de noche y la sensación que tuvimos fue el recuerdo de la plaza de Siena, en Italia. El bullicio y la vida de la Plaza Mayor te impresiona, tiene ademas una la enorme amplitud, nos quedamos con la boca abierta, fue la misma que tuvimos en la plaza de Siena en Italia, nos miramos y lo dijimos casi al tiempo: "esto nos recuerda a Siena". La plaza de Siena es peatonal y muy grande (aquella tiene forma casi circular esta es cuadrada) y las dos están iluminada por la noche y se llenan de gente.
El centro neurálgico de la Ciudad es la Plaza Mayor, desde ella se suele partir para conocer la cuidad, así lo hicimos nosotros y fue toda una sorpresa. Al entrar en la Plaza ya era de noche y la sensación que tuvimos fue el recuerdo de la plaza de Siena, en Italia. El bullicio y la vida de la Plaza Mayor te impresiona, tiene ademas una la enorme amplitud, nos quedamos con la boca abierta, fue la misma que tuvimos en la plaza de Siena en Italia, nos miramos y lo dijimos casi al tiempo: "esto nos recuerda a Siena". La plaza de Siena es peatonal y muy grande (aquella tiene forma casi circular esta es cuadrada) y las dos están iluminada por la noche y se llenan de gente.
Ir de tapas en Cáceres es una muy buena opción
Las emociones en nuestro primer día de caravana habían sido fuertes y como habíamos llegado un poco tarde a la Plaza Mayor pensamos que lo mejor era ir de tapas por la zona, el ambiente que había era propicio al tapeo.
Callejeamos por las calles que desembocan a la Plaza Mayor y tomamos alguna cerveza. Cáceres en eso es una ciudad sorprendente. Hay mucha variedad pero abundan los locales donde tomas una cerveza a un vino con una tapa estupenda. En general son de productos autóctonos a veces con un cierto diseño de cocina mas actual, pero todo estupendo y a muy buen precio.
Al final en la calle Pintores (quizás la calle mas transitada) y delante de la Iglesia de San Juan, vimos un local que vendía productos tradicionales de la zona.
Lógicamente abundaban los productos del cerdo, de forma especial el jamón de Extremadura que es excelente, y la Torta del Casar, pero había muchas mas cosas, en especial había muchos vinos alguno de los cuales ya conocíamos.
Callejeamos por las calles que desembocan a la Plaza Mayor y tomamos alguna cerveza. Cáceres en eso es una ciudad sorprendente. Hay mucha variedad pero abundan los locales donde tomas una cerveza a un vino con una tapa estupenda. En general son de productos autóctonos a veces con un cierto diseño de cocina mas actual, pero todo estupendo y a muy buen precio.
Al final en la calle Pintores (quizás la calle mas transitada) y delante de la Iglesia de San Juan, vimos un local que vendía productos tradicionales de la zona.
Lógicamente abundaban los productos del cerdo, de forma especial el jamón de Extremadura que es excelente, y la Torta del Casar, pero había muchas mas cosas, en especial había muchos vinos alguno de los cuales ya conocíamos.
Lógicamente abundaban los productos del cerdo, de forma especial el jamón de Extremadura que es excelente, y la Torta del Casar, pero había muchas mas cosas, en especial había muchos vinos alguno de los cuales ya conocíamos. El local de llama “Degusta San Juan” y al fondo tiene una parte dedicada a la degustación con una pequeña barra. Pasamos un momento estupendo gracias a Jose Luis que nos atendía y nos daba “palique”, íbamos a tomar un vino que conocíamos (Habla del Silencio) pero el se empeño en que bebiéramos Balancines (una buena elección) y allí copa va copa viene, charlando con el y otros viajeros y comiendo tapas (las hace muy bien y en el acto), tomamos queso de El Casar, de cabra muy suave pero nos llamo especialmente la atención una tapa con un embutido típico de Extremadura que se llama “patatera”, y que esta compuesto de magro de cerdo ibérico, grasa de cerdo y patata cocida condimentado con sal y pimentón de la Vera, ajo y azúcar, nosotros no lo conocíamos y nos sorprendió, puede ser picante o dulce, en este caso era dulce.
Total nos fuimos al camping la mar de felices y con un buen sabor de boca. Ya habíamos estado antes en Cáceres pero hoy habíamos tenido la sensación de que era la primera vez, esta muy cerca de donde vivimos y es una pena que se conozca tan poco.
Al llegar al Camping, pasadas las doce de la noche todo estaba en silencio, no sabíamos que el coche no podía pasar (nos enteramos al día siguiente) pero nuestra insistencia consiguió abrir la puerta. Después entendimos que se cerrara a los vehículos porque nos fastidió hacer ruido con el coche con tanto silencio era evidente que podíamos molestar
Total nos fuimos al camping la mar de felices y con un buen sabor de boca. Ya habíamos estado antes en Cáceres pero hoy habíamos tenido la sensación de que era la primera vez, esta muy cerca de donde vivimos y es una pena que se conozca tan poco.
Al llegar al Camping, pasadas las doce de la noche todo estaba en silencio, no sabíamos que el coche no podía pasar (nos enteramos al día siguiente) pero nuestra insistencia consiguió abrir la puerta. Después entendimos que se cerrara a los vehículos porque nos fastidió hacer ruido con el coche con tanto silencio era evidente que podíamos molestar
El Casco Antiguo de Cáceres
Después de una tres horas de callejeo volvimos a la plaza mayor. Era la hora de comer y decidimos sentarnos en alguna de las terrazas de la plaza. Suena muy turístico pero de cuando en cuando nos permitimos lo que yo llamo una “licencia turística”, porque en este caso apetecía disfrutar de las terrazas de la plaza.
Parada en las terrazas de la Plaza Mayor
La oferta gastronómica esta repleta de menús pero echamos un vistazo por las mesa de alrededor y los platos eran enormes así que pedimos una de las raciones que tenían, para ir abriendo boca y pensarlo mejor. Se puede decir que con la ración que nos costó 4 euros estábamos llenos, pero no es de extrañar era un plato “XXL”. En Cáceres hay que pedir con mucho tiento o dejarse la mitad en el plato. Claro esta que también hay la opción de comérselo todo y empezar un régimen al día siguiente.
Seguimos callejeando por Cáceres y nos fuimos a nuestra caravana a descansar un rato
Antes de volver a Cáceres decidimos dar una vuelta por el camping. Nos había llamado la atención las dos o tres autocaravanas que teníamos alrededor y queríamos ver si ese perfil era el mayoritario. Españoles en el camping había pocos, dos o tres caravanas de gente con niños pequeños, el resto eran europeos, ingleses, alemanes y holandeses preferentemente, algún francés, belga y suizo. Con este último estuvimos hablando, eran como todos los demás un matrimonio de jubilados. Llevan casi todos unas caravanas enormes, alguna de doble eje, pero lo mas curioso es que todos, o casi todos, también llevan un carro detrás enganchado a la bola de la caravana, se trata de un carro de grandes dimensiones para llevar un coche a cuestas o una moto de gran cilindrada. Y además vimos una autocaravana de esas que se ven en Internet que una vez que paran empiezan a sacar volúmenes para acá y para allá. Un pedazo de bicho del tamaño de un camión. Nosotros somos novatos, desde luego, pero hemos estado en Campins y nunca pensé que vería una autocaravana de ese nivel, creía que eso era cosa de los americanos. En cualquier caso nos llamo la atención que hubiera tan pocos españoles, y que fueran los extranjeros los que llevaran esas autocaravanas tan grandes. Todavía nos falta experiencia pero creo que los españoles gustan mas de ir a las áreas de autocaravanas.
Terminada nuestra investigación para saber por donde van los tiros del futuro en este terreno, nos fuimos otra vez a Cáceres. Esta vez queríamos empezar por la zona céntrica de la ciudad, sin llegar al Casco antiguo. La ciudad tiene calles peatonales muy agradables para pasear, con tiendas, bares y algún restaurante. Además en la zona mas céntrica donde se encuentra la Avenida de España (bulevar) hay mucha vida. Y resulta agradable pasear y conocerlo.
Justo ese sábado cambiaba la hora, así que se hizo de noche un poquito mas pronto de lo que ocurre en primavera. Con la oscuridad terminamos otra vez en la Plaza Mayor, su amplitud y la iluminación nocturna te atrae. Así que decidimos adentrarnos otra vez en el Casco Antiguo.
El Casco Antiguo de Noche es una pasada. Es tan bonito o mas que con luz natural. Se puede decir que tiene dos recorridos uno diurno y otro nocturno. Así que volvimos a pasear por sus calles y a disfrutar del viaje en el tiempo que supone una ciudad medieval tan bien conservada.
Justo ese sábado cambiaba la hora, así que se hizo de noche un poquito mas pronto de lo que ocurre en primavera. Con la oscuridad terminamos otra vez en la Plaza Mayor, su amplitud y la iluminación nocturna te atrae. Así que decidimos adentrarnos otra vez en el Casco Antiguo.
El Casco Antiguo de Noche es una pasada. Es tan bonito o mas que con luz natural. Se puede decir que tiene dos recorridos uno diurno y otro nocturno. Así que volvimos a pasear por sus calles y a disfrutar del viaje en el tiempo que supone una ciudad medieval tan bien conservada.
Cáceres de nochePoco después decidimos cenar. Habíamos visto muchos restaurantes, casi todos llenos, así que en esas estábamos, porque cada vez que estamos en un sitio con mucho turismo, nos debatimos entre caer en la tentación de lo que sabemos que esta ahí, pensado solo y exclusivamente para los turistas, o ser un par de tristes e irnos a buscar algo mas lejos, a otro sitio, en definitiva, no tan atractivo. En este caso sucumbimos a lo inevitable y nos permitimos lo que yo llamo una “licencia turística”. Había un sitio con un aspecto estupendo y mucha gente esperando, tuvimos la suerte de ser dos personas y nos sentaron en el acto porque la mayoría eran grupos mas numerosos. El lugar se llama “La Cacharrería” –no se cuantos restaurantes habrá con ese mismo nombre, porque yo conozco varios- y resulto ser un sitio de tapas, tipo “nouvelle cuisine”. La pasamos genial, nos trataron muy bien, y ya puestos a tener “licencias turísticas”, le hicimos fotos a los platos, en los viajes, a veces, son mas interesantes que la fachada de una catedral, aunque este no fue el caso, estaban a la par. Por cierto no fue caro casi la mitad de lo que se pagaría en Madrid por lo mismo.
Y con mucha pena nos fuimos a dormir, a la mañana siguiente a casa otra vez. El viaje, o la escapada, ha resultado un éxito, nuestra primera vez de ir con la caravana muy divertido y cómodo y las novatadas que habíamos pagado mas o menos normales ...... o no ..... porque quedaba aun enganchar la caravana por la mañana. |
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Resulta que había algo de la caravana en los enganches y desenganches que creía tener dominado por lo sencillo que es, pero ni de lejos. Jamás he tenido problemas con lo de atornillar o desatornillar, o cerrar un grifo, porque aprendí en el colegio que cerrar o apretar es en el sentido de las agujas del reloj y al revés. Pero a la hora de enganchar y desenganchar una caravana, hoy por hoy, todo es distinto porque en el sentido del reloj ¿es subir o es bajar?, difícil dilema. Así que estaba yo subiendo y bajando la rueda que lleva la lanza para ajustarla a la bola y enganchar la caravana y giraba sin sentido para un lado y para otro. Vuelta para acá vuelta para allá. Y tanto giro acabo con la lanza en el suelo, bueno o casi, y ya no podía subirla porque la rosca se había acabado. En mi afán de ir deprisa y que nadie se diera cuenta de lo pardillo que soy afloje la llave que sujeta el eje de la caravana y levante a pulso la lanza. Fantástico, en dos segundos conseguí que se saliera de su eje y se cayera la rueda al suelo. Mis habilidades con los giros de la rueda me habían llevado a una situación, cuando menos interesante. Sujetando con las dos manos a pulso la caravana y con la rueda en el suelo fuera de su eje. Luego lo de siempre “Charo corre, ayúdame!!!!!”, y allí estuve hasta que consiguió meter la rueda en su eje y por fin enganché la caravana. Que bonito ser novato.
El caso es que volvimos a casa tan contentos y que cada vez vamos mas tranquilos. Los consumos son bastante buenos y el coche con solo 112 cv. tira de la caravana muy bien. En esta ocasión la ida la hicimos a 90 km/h con un consumo de 8,4 litros a los cien y volvimos a 95 m/h con un consumo de 9 litros a los cien.
El caso es que volvimos a casa tan contentos y que cada vez vamos mas tranquilos. Los consumos son bastante buenos y el coche con solo 112 cv. tira de la caravana muy bien. En esta ocasión la ida la hicimos a 90 km/h con un consumo de 8,4 litros a los cien y volvimos a 95 m/h con un consumo de 9 litros a los cien.