Viaje a la Raya |
Desde el Tajo Internacional a Valencia de AlcántaraViaje al norte de la Raya, mayo 2017
Este viaje es el “Viaje a la Raya de Valencia de Alcántara y el Tajo Internacional”, pero para aquellos que como nosotros, se acercan a la Raya por primera vez les sonará un poco a chino, así que explicaremos un poco de qué va todo esto de la Raya, porque es más interesante de lo que puede parecer a primera vista. Para empezar hay que decir que supimos de su existencia gracias a los folletos turísticos que edita la Junta de Extremadura y que conseguimos en las visitas que hacemos, casi cada año, a FITUR, algo muy recomendable para cualquier viajero que se precie. Pues bien, una de las características que distinguen a Extremadura de cualquier otra región de España es la de que su territorio es un rectángulo alargado que discurre pegado a la frontera con Portugal, a esa frontera terrestre entre España y Portugal, se la llama coloquialmente “La Raya”, es decir se trata de del espacio geográfico que forma la frontera.
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Es un lugar muy especial porque hay poblaciones portuguesas y españolas, que aunque estén separadas por una frontera, comparten una vida en común y por supuesto elementos históricos, culturales y económicos. La poblaciones llamadas rayanas tienen algo que a mí me apasiona, ya que en cierto modo viven de espaldas a las exigencias políticas que han decidido poner ahí una línea de separación y son dueñas de sus vidas en la medida de lo posible sin atender al dictado de los políticos.
Así que la Raya no es solo algo natural, sino también cultural y social que comprende una franja que comienza al norte, en la Sierra de Gata, y finaliza en Valencia de Mombuey a lo largo del cual podemos hacer un recorrido de unos 286 kilómetros por carretera donde veremos fortalezas y estilos arquitectónicos dispares pero sobre todo veremos verde, mucho verde, serranías espectaculares y dehesas repletas de encinas y alcornoques y sierras como la de San Pedro, en Badajoz, o la de Gata, en Cáceres.
"Entre dos aguas"Pero en este pequeño viaje nosotros fuimos al norte de la Raya y ni siquiera, ya que fuimos en realidad a lo que llamaríamos el extremos norte, es decir a Valencia de Alcántara y el Tajo Internacional, un lugar dos la frontera divide el río, ya que medio curso es portugués y el otro medio español, es decir un viaje "entre dos aguas", donde estás literalmente encima de La Raya con Portugal, hasta tal punto que muchos de sus pueblos están pegados a sus vecinos portugueses de la región del Alentejo.
Este fue nuestro recorrido y los pueblos y lugares que vimos:
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Este es nuestro video resumen del fin de semana en "La Raya"Nota: Por error, en el vídeo, nos referimos a los Jamones de Jabugo, cuando, lógicamente, son Jamones de Extremadura. |
Viernes día 26: San Román de los Montes, Plasencia
Los viernes por la noche cuando no viajamos tenemos la costumbre de salir a cenar, en este caso la ocasión era perfecta porque habíamos llegado a Plasencia bastante pronto y decidimos buscar un restaurante en TripAdvisor para darnos nuestro mini homenaje semanal. Las recomendaciones de este tipo de páginas hay que tomarlas con muchas reservas, pero en este caso no tenía otra posibilidad para encontrar un buen restaurante, no es menos cierto que con un poco de experiencia se puede filtrar convenientemente la información.
Al poco ya había decidido ir a uno, el dato que me hizo decantarme fueron las fotos de los platos, el restaurante que encontré y por el que me decidí es la “Parada de La Reina”. |
Curioso lugar para un buen restaurante (Parada de La Reina).
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Busqué la dirección, la puse en el Maps y me dijo que estaba a unos 100 metros, de traca!!!! el restaurante estaba en la Estación de Autobuses justo al lado del aparcamiento. La noticia parecía demoledora, nunca en mi vida se me hubiera ocurrido salir a cenar a una estación de autobuses, Pero el caso es que estaba muy cerca y había que dormir pronto así que bajamos la guardia de nuestra carrera inveterada de “gourmets” en modo “low cost” y tragamos con la propuesta.
Pues bien, el restaurante Parada de la Reina es muy bueno, es cierto que le queda mucho para recibir una estrella Michelin, pero nos pareció muy digno, nos gustó todo lo que comimos y eso no es fácil, sin duda un lugar de referencia para nosotros en Plasencia. El lugar es raro o muy raro por culpa de estar en la estación de autobuses, pero el local está bastante bien, los camareros son gente fantástica y el “tío” que está dentro en la cocina, se esfuerza en cocinar lo mejor posible más allá de poner filetes con patatas o rebozados de catering. Lo curioso es que al final aquello de estar metido en una estación de autobuses y ser un buen restaurante le aporta un caché superior, aquel del que disfrutan las cosas difíciles de encontrar.
Así que cenamos y a los cinco minutos ya estábamos en nuestra casa dispuestos a dormir para continuar viaje al día siguiente, destino: La Raya en Valencia de Alcántara.
Sábado 27 de Mayo: Plasencia, Cedillo, Barco en el Tajo, Herrera de Alcántara, Valencia de Alcántara y Alcántara
Nos levantamos por la mañana y di mi paseo matinal por el precioso parque de la Isla, no es la primera vez que lo hago y reconozco que es un lugar que me tiene enganchado. Puedo entender ahora lo que ya sospechaba desde siempre, que vivir en la calle supone una sensación de libertad muy placentera, es como revelarse contra la sociedad de consumo actual que nos tiene exprimidos, pero hacerlo, además, en tu propia casa y no entre cartones es alucinante. Así que no pude resistirme de hacer una foto, desde los fogones de la cocina de la Gaviota, al parque de la Isla que nos estuvo abrazando toda la noche y durante el desayuno de la mañana.
El plan de viaje de la mañana del sábado estaba establecido previamente con lugar y hora ya que habíamos contratado por internet la embarcación para recorrer el Tajo. Lo hicimos con la empresa Barco del Tajo http://barcodeltajo.com que es la que ofrece la posibilidad de dar un paseo por el río Tajo allí donde éste crea la frontera con Portugal, así que teníamos que estar allí a las dos de la tarde.
Emprendimos nuestra ruta en dirección al pueblo de Cedillo. Llegamos con tiempo suficiente para dar un paseo por el pueblo y hacer una parada técnica.
Cedillo
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Paseo en Barco por el Parque Natural "Tajo Internacional"
Terminamos nuestra parada técnica y emprendimos ruta para llegar al embarcadero desde donde cogeríamos el barco para recorrer el Tajo (Embarcadero 39.664695, -7.536253), llevábamos las coordenadas así que no fue necesario preguntar cómo se iba. Nosotros llevábamos reservado el trayecto en barco con la empresa Barco del Tajo que es la única que hace estos recorridos, conviene hacerlo porque las plazas son limitadas. <<< El recorrido desde Cedillo hasta el embarcadero
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Estábamos delante del embarcadero esperando al barco nosotros solos y al poco llegó un matrimonio, en ese momento no había nadie más y el barco no llegaba, con lo cual empiezas a dudar de si estás en el sitio correcto, pero poco después llegó todo un cargamento de muchachos y era evidente que estábamos en el sitio adecuado.
De entrada tanto crío en el barco nos puso un poco alerta, así que nos dispusimos a entrar con la idea de ir a la parte alta del barco para ver bien el recorrido, pero no hubo manera porque una chica muy amable nos dijo que primero iban a darnos las instrucciones en la parte de abajo.
De entrada tanto crío en el barco nos puso un poco alerta, así que nos dispusimos a entrar con la idea de ir a la parte alta del barco para ver bien el recorrido, pero no hubo manera porque una chica muy amable nos dijo que primero iban a darnos las instrucciones en la parte de abajo.
Empezó la cosa y consistía en explicarnos lo mismo que se explica en los aviones al iniciar el viaje, un poco petardo todo el asunto si se tiene en cuenta que no es un recorrido muy peligroso, pero ya sabemos lo que es esta sociedad occidental con estas cosas, dentro de poco para coger una barca a remos en el estanque del Retiro de Madrid habrá que presentar el título de patrón de embarcaciones de recreo. Aguantamos la charlita, pero luego había más, mucho mas, seguidamente nos dieron una charla escolar de ciencias naturales o conocimiento del medio (nombre ridículo que se le da ahora a las ciencias naturales). Además hacen preguntas, si la aciertas de regalo una piruleta.
Lógicamente todo eso estaba pensado para los niños que habían contratado el viaje. Al cabo del rato nos sublevamos, y nos subimos a la parte de arriba a esperar a que terminara el concurso de preguntas o se acabaran las piruletas.
Lógicamente todo eso estaba pensado para los niños que habían contratado el viaje. Al cabo del rato nos sublevamos, y nos subimos a la parte de arriba a esperar a que terminara el concurso de preguntas o se acabaran las piruletas.
Poco después empezó el crucero por el río y hay que decir que nos lo pasamos fantástico no solo porque es muy interesante todo lo que vimos sino porque además aquella sospecha de que los niños iban a darnos el viaje no se concretó en ningún momento, los niños, que procedían de un colegio de Coria, eran majisimos, educados y respetuosos, lejos de molestarnos nos encantó ver el interés de algunos por acercarse a las maravillas del crucero por el río Tajo en la zona de la raya, también hay que decir que superada la historia colegial de las piruletas los miembros de la tripulación nos hicieron el viaje muy agradable.
Iniciamos el recorrido y nos explicaron lo que íbamos a ver y el respeto que debías tener al atravesar el Parque Natural Tajo Internacional, o Tejo Internacional, si se dice desde la orilla portuguesa, porque el parque natural se encuentra dividido por la frontera de forma que es medio portugués y medio español, así que se trata del primer Parque Natural Transfronterizo en Europa y eso para gente como nosotros que amamos Portugal y nuestro país, es todo un orgullo.
Quizás por eso la cigüeña negra es un ave tan apasionante y una de nuestras aves más emblemáticas y esquivas. Mientras que su pariente cercana la cigüeña blanca se siente cómoda anidando cerca del hombre en el campanario de una iglesia, por ejemplo, la cigüeña negra nidifica en zonas cuanto más alejadas del hombre mejor, busca lugares recónditos, ya sea sobre roca o en árboles de gran porte.
Lo curioso es que a pesar de ser una especie muy atractiva, la peculiar y aislada población ibérica de cigüeña negra sigue siendo poco conocida. De hecho, el único censo nacional realizado en España se remonta nada menos que al año 1987. con aquellos datos y alguna recopilación posterior la población extremeña de estas cigüeñas es de 219 parejas y es la de mayor tamaño en la península Ibérica. |
Continuamos nuestro crucero disfrutando mucho del recorrido y de las explicaciones que nos daba el capitán del barco, ponía tal pasión que nadie perdía el hilo del recorrido, en especial los niños a los que todo les sorprendía.
Vimos sobre todo buitres leonados anidando en las rocas de la parte portuguesa del río, también vimos algunas aves mas, en especial alguna garza real. En un momento del recorrido nos dirigimos hacia un meandro, el capitán nos pidió que tuviéramos especial cuidado de estar en silencio, él hizo lo propio con el barco que tiene un motor eléctrico muy silencioso, así que la entrada en aquel brazo del río, la profusa vegetación, y el silencio mientras se deslizaba el barco hizo de ese pequeño recorrido el momento más mágico del viaje, de esa forma pudimos escuchar el canto de las aves que estaban allí aunque ocultas.
<<< Los nidos de los buitres leonados en los ricos de las laderas del río.
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Una Garza Real que pude fotografiar desde muy lejos
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Herrera de Alcántara
En este caso nos sorprendió la enorme tranquilidad del pueblo, y como digo nos pareció un lugar interesante porque aunque se trata de un pueblo de 273 habitantes, cuenta con una plaza muy bonita, en ella está la Iglesia de San Sebastián Mártir y próxima a ella La Torre del reloj . Ambas forman un buen conjunto con un resultado agradable, de esos que a veces mantienen algunos pueblos pequeños, aunque en este caso llama la atención el desprecio a la estética de la plaza, que tuvieron los que pusieron los cables del alumbrado publico, atravesando salvajemente la plaza de lado a lado varias veces, una pena.
Aún así nos chocó no ver absolutamente a nadie, era evidente que alguien había porque vimos algunos coches aparcados, algo que el Cedillo ni siquiera vimos, pero seres vivos ningunos, o quizás deberíamos de decir casi ninguno porque en la Iglesia había un par de nidos de cigüeñas que nos dieron la bienvenida. |
En el viaje a la zona de la Raya las cigüeñas, las golondrinas los buitres y las águilas fueron siempre nuestro acompañantes permanentes.
No estuvimos mucho tiempo en el pueblo y pusimos rumbo a Valencia de Alcántara.
No estuvimos mucho tiempo en el pueblo y pusimos rumbo a Valencia de Alcántara.
Valencia de Alcántara
La verdad es que Valencia de Alcántara sorprende, pero no es de extrañar porque es una población que goza del título de "Muy noble, antigua y leal Villa” lo que ya da a entender lo que te vas a encontrar. Además de eso cuenta con una población de 6.000 habitantes, y es uno de los municipios más grandes de la provincia de Cáceres, concretamente el undécimo, formado además por varias pedanías.
Se trata por lo tanto de un municipio muy interesante. Al llegar dejamos a la Gaviota a la entrada del pueblo y nos acercamos al centro dando un paseo.
Según te vas adentrando en este histórico municipio te das cuenta de que es una de esas joyas históricas que tenemos en este país y a las que por cierto nadie hace ni caso, o quizás habría que decir que algunos -los que tienen esas responsabilidades - no les hacen ni caso, porque nosotros, los viajeros empedernidos si que se lo hacemos. |
Poco a poco fuimos tomando contacto con sus edificios medievales y sin darnos cuenta llegamos a la Plaza de la Constitución donde se encuentra el Ayuntamiento, allí hay un panel informativo con indicaciones de los edificios más emblemáticos de la localidad a los que se les asignaba un número, le hicimos una foto al plano y fuimos haciendo el recorrido siguiendo los números que a su vez había en cada edificio. La verdad es que es una forma de ayudar al viajero fantástica que no se porqué no hace todo el mundo.
Las calles salpicadas de casas encaladas y otras con porte de haber sido propiedades de la nobleza o familias adineradas son preciosas, eso sí, vacías en todos los sentidos, es decir no ves un alma pero afortunadamente tampoco están llenas de coches.
Terminamos nuestro paseo en el barrio gótico donde se pueden ver las casas con unas portadas de piedra muy pequeñas, a veces extremadamente pequeñas, pero esa parte del pueblo es la que resulta más encantadora. |
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El barrio Gótico
Habíamos visto el pueblo vacío, pero al llegar al Paseo de San Francisco cambiamos de idea, dicho paseo es lo que podríamos denominar un bulevar, es decir dos calles con una zona ajardinada en el centro que hacía las veces de parque, resultaba un lugar muy agradable y estaba lleno de terrazas con mucha gente sentada.
Queríamos sentarnos porque una de sus calles habidos visto antes una charcutería con todo tipo de embutidos extremeños y queríamos echarle un vistazo, es una Charcutería/supermercado llamada “Franju” que está en una de las calles que da acceso al bulevar, concretamente en la calle de la Duquesa de la Victoria.
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Con ese nombre de calle los embutidos deberían ser de fábula y así fue. El lugar era impactante en casi todo lo que vendían pero de forma muy especial en los jamones, los tenía de todos los niveles de curación y calidad, nos dieron a probar varios de ellos y al final compramos cien gramos del que más nos gustó, aunque fue tarea difícil. Estuvimos charlando con los dueños del local y les dijimos que íbamos a tomar algo en la terracitas del Paseo de San Francisco y que era una pena no poder tomar allí el jamón con una cerveza, “no hay ningún problema” decidle a Luis que es quien regenta la terraza que vais de parte nuestra, es una heladería pero también sirve todo tipo de bebidas y por supuesto cervezas”.
Así lo hicimos, nos presentamos a tomar dos cervezas con el jamón -estupendo jamón eso sí- en la mano. Le presentamos nuestros respetos a Luis y nos puso dos cervezas y un plato con colines, patatas fritas,galletas saladas y cacahuetes, “para ayudar al jamón” nos dijo Luis.
Estábamos allí tomando nuestro magnífico jamón y nos dijimos que la felicidad absoluta debe de estar muy cerca de ese tipo de vida que estábamos haciendo en ese momento. Compartíamos el lugar con otros vecinos sentados en las mesas, ellos no habían pedido cervezas sino helados, pero no se trataba de un helado cualquiera sino de unos helados de aquellos que se denominaban “de corte” y que hacía años que ni Charo ni yo habíamos visto.
No había mejor forma de rematar el día que tomado unos de esos helados. por cierto que eran como los que recordábamos salvo en una cosa, estos eran de un tamaño descomunal.
A esas alturas ya habíamos entablado conversación con la familia que estaba a nuestro lado dando cuenta de uno buenos cortes de helado, nos aconsejaron el sabor de tutifruti, que fue el que pedí yo mientras que Charo se decantó por el de chocolate, además nos estuvieron explicando que Luis es famoso por sus helados que por otro lado son artesanos, es decir los hace él.
A esas alturas ya habíamos entablado conversación con la familia que estaba a nuestro lado dando cuenta de uno buenos cortes de helado, nos aconsejaron el sabor de tutifruti, que fue el que pedí yo mientras que Charo se decantó por el de chocolate, además nos estuvieron explicando que Luis es famoso por sus helados que por otro lado son artesanos, es decir los hace él.
Tuvimos dificultades en irnos de allí, este fue nuestro momento del viaje, ese lugar en el que estás y quieres seguir estando. Nos fuimos con resignación, pero si algún día volvemos, e incluso si volvemos muchas más veces, repetiremos ese peregrinaje de la estimada Charcutería Franju y la Heladería de Luis, por supuesto, aunque seguramente las cantidades de lo que tomemos sean justo el doble.
He querido dejar para el final que el jamón costaba 6 euros los 100 gramos y que era de pata negra, las dos cervezas y los dos helados de corte gigantes 6,30 euros en total, por la amabilidad la buena compañía y las sonrisas no nos cobraron nada. Y he querido dejarlo para el final, porque nada añade que fuese barato, o quizás sí, pero que lo realmente importante es que nos trataron de fábula y que tienen unos productos de primera calidad, no es de extrañar que te reciban y despidan con una sonrisa porque tienen que ser felices a la fuerza.
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El recorrido a pie para ver los dolmenes
<<< Dólmen de "El Mellizo”
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No fue posible visitar los dólmenes por varias razones, la primera es que a esas horas ya estaría cerrada la Oficina de Turismo para que nos indicase el camino, pero además para verlos o más bien alguno de ellos, hay que presentarse con mucho tiempo y dedicarle más de medio día porque se trata de hacer una ruta campo a través. Concretamente para ver los dólmenes de "El Mellizo” -uno de los más conocidos con 4.000 años de edad- y el “Cajirón II” la ruta es de casi 14 kilómetros lo que supone unas cuantos horas para hacer la ida y la vuelta. En este viaje no teníamos tanto tiempo.
Y dejamos este municipio cargado de historia donde no hay que olvidar que en su iglesia se casó la hija de los Reyes Católicos con el rey portugués Manuel I, casi nada, es indudable que en esta localidad estás como en pocas en La Raya con Portugal.
Alcántara
Nuestro punto de mira ahora estaba puesto en Alcántara y en su famosísimo puente romano. Teníamos pensado llegar allí para dormir, ya que al día siguiente nos levantaríamos bastante temprano para coger el barco en otra zona, en este caso íbamos al embalse de Alcántara y el río Alagón, que se encuentra allí en Alcántara, pero el caso es que llegamos bastante pronto y tuvimos tiempo para dar un buen paseo antes de irnos a dormir
Tuvimos suerte porque nada más llegar nos topamos con la Plaza de la Corredera y allí decidimos dejar a la Gaviota para pasar la noche (39.719126, -6.886724). Cuando entramos en un pueblo donde tenemos que pasar la noche vamos como los burros con orejeras y no nos fijamos en nada, más allá de lo que nos importa en ese momento, es decir que haya suficiente espacio para nosotros, que el sitio sea agradable, que sea plano para no tener que poner calzos, también algo iluminado para no estar completamente a oscuras durante la noche y que no molestemos a nadie, son cuatro cosas y no son pocos, pero suele ser más fácil de conseguir de lo que parece sobre todo en los pueblos.
la Plaza de la Corredera
De una de las la Casa-palacio, la de los Marqueses de Torreorgaz, solo queda la fachada principal y adosada a ella por la parte de atrás hay varias viviendas construidas con piedra, lo que hace pensar que están allí desde hace muchísimos años, de hecho algunas vecinas nos comentaron que siempre habían visto esa casa tal y como está ahora. En la parte alta de su estructura anidan las cigüeñas y es un placer verlas todo el día en un ir y venir incesante, es curioso que las cigüeñas no parecen terminar nunca sus nidos lo que supone que cada vez son más grandes llegando a pesar a veces tanto que puede generar problemas a los edificios donde se encuentran.
Además de esa Casa-palacio, llama la atención otra situada en la esquina de plaza, esta tiene puntas de lanzas en el tejado que hacen pensar que pudo ser un edifico gótico, el edificio es espectacular y en principio no parece en mal estado, pero las ventanas abiertas y las aves entrando sin parar delatan el abandono en el que se encuentra, parece ser según nos contaron las señoras que estuvieron a punto de convertirlo en un hotel de lujo, pero la operación “gota malaya" dio al traste con el proyecto. En cualquier caso la historia de siempre, tenemos un patrimonio envidiable deteriorándose día a día sin que nadie haga nada por impedirlo.
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Nada más dejar a la Gaviota empezamos a dar una vuelta de reconocimiento al pueblo. Alcántara fue una villa señorial, por eso hoy podemos ver una localidad impresionante, o más bien los vestigios de lo que fue en su día, muchas mansiones nobiliarias procedentes del siglo XVI, fachadas con piedras de sillería en granito adornadas con blasones y alguna ventana esquinada.
Alcántara hoy es una pequeña población de 1.500 habitantes y aunque ya no es aquella floreciente localidad del siglo XVI, llama la atención por disfrutar de un patrimonio arquitectónico envidiable, y un emplazamiento sensacional. Una visita, sin duda, imprescindible.
Alcántara hoy es una pequeña población de 1.500 habitantes y aunque ya no es aquella floreciente localidad del siglo XVI, llama la atención por disfrutar de un patrimonio arquitectónico envidiable, y un emplazamiento sensacional. Una visita, sin duda, imprescindible.
El misterio de los limones rodantes |
Un limón, dos limones, tres limones y cuatro limones !!!! ....
Al iniciar el ascenso hacia el centro del pueblo, ya que estábamos en la parte más baja, nos disponíamos a pasar por un arco de medio punto, cuando de pronto vimos como venía hacia nosotros un limón rodando a toda velocidad, se paró a nuestros pies en la zona de la calle que dejaba de estar en cuesta, “¿un limón?” “qué curioso” nos dijimos, cuando al poco golpeó nuestros pies otro limón, luego otro y otro más, ya llevábamos cuatro.
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La intriga nos tenía en vilo, ¿de dónde vendrían esos limones?, pero rápidamente pensé, “me lo estoy imaginando, seguro que más arriba, en la cuesta, hay una señora con su bolsa de la compra, se le ha caído al suelo y los limones han terminado rodando cuesta abajo”. Así que cogimos los limones y empezamos a buscar la señora lo más rápido posible.
Pero no fue así, la explicación era más sencilla, resulta que a mitad de cuesta había una casa con un patio y en ella un limonero lleno de limones a rebosar, caían al suelo, algunos a la calle y desde allí la mayoría salía rodando hasta llegar abajo del todo. Así que aquella callejuela que se llama calle Balconcito para nosotros siempre será la cuesta de los limones. Cuántos limoneros hay por esta zona de Extremadura a los que nadie le recoge los limones.
Dedicamos lo que quedaba de tarde a hacer el paseo de reconocimiento del pueblo y de paso cenar. |
Llegamos a la plaza de España donde se encuentran dos Iglesias frente a frente, la Iglesia de San Pedro de Alcántara que ahora está en obras interiores de restauración y la Iglesia de Sta. María de Almocóvar, esta última una auténtica joya de estilo románico.
En unos bancos de la extensa plaza nos encontramos a unas señoras muy simpáticas, una de ellas tenía la friolera de 99 años y la cabeza muy bien asentada, charlando con ella y casi sin venir a cuento nos dijo “que conste que no tengo pensado morirme”, “ya vemos ya se nota que aquí en Alcántara se debe de vivir muy bien” le contestamos.
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Poco después fuimos a ver el irresistible puente romano, este cruza el río Tajo, en lo que podríamos llamar una hondonada, o mejor dicho un tajo, haciendo honor a su nombre, así que desde la posición a la que llegamos vimos el puente desde arriba. Cualquiera que vaya a viajar por esta zona ha visto el puente en foto antes de venir y lo mismo nos ocurría a nosotros, pero aun así te sorprende. Hicimos una fotos a pesar de que teníamos buena parte de la mañana del día siguiente para dar cumpliera cuenta de él.
Mientras contemplamos los escasos vehículos que lo atravesaban en ese momento vimos a un compañero autocaravanista cruzando. El puente tiene un arco en el centro y esos temido arcos nos agobian mucho a todos los que llevamos vehículos muy altos, en este caso además era una capuchina que son los watusi del mundo de la motorhome, pero pasaba ampliamente y formaba una bonita estampa. |
Domingo 28 de Mayo: Alcántara, San Román de los Montes
Fantástico amanecer en la Plaza de la Corredera.
Hay un buen número de casas que parece habitadas, pero amanecimos completamente solos con la plaza entera para nosotros. Como de costumbre salí a dar mi paseo matinal, en esta ocasión no salí de la plaza porque me fascinaba. cada poco tenía una cigüeña volando sobre mi cabeza, hasta tal punto que casi termino con una tortícolis de tanto mirar al cielo haciendo fotos.
Poco después nos dirigimos de nuevo al centro. Fuimos directos a ver el Puente de Alcántara.
Al tratarse de un puente muy estratégico sobre el río Tajo sufrió muchos avatares a lo largo de su historia, puede decirse que se destruyó y volvió a construirse varias veces, pero a pesar de esto, ha conservado su estructura original. Los romanos fueron hábiles al construirlo en el lugar más estrecho del cauce del río, pero aún así es de un tamaño considerable, 194 metros de longitud, 8 metros de ancho y 60 metros de altura desde el río hasta el puente en su punto central.
Quizás lo que le hace más especial es el arco honorífico rematado por almenas y adornado con el escudo imperial de Carlos V que se encuentra en el centro del puente y por el que vimos pasar una autocaravana. Para mayor esplendor en la cabecera del puente puede verse un pequeño templo dedicado a Trajano que llegó a ser emperador y era de origen español. Además gobernaba cuando se construyó.
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ogimos un camino lateral que había en un aparcamiento dispuesto a la entrada del puente y desde allí pudimos bajar para verlo desde la base, curiosamente al principio la rampa de bajada tien una cadena atravesada, ya no lo habian advertido, pero nos dijeron que no le hicieramos caso que no saben porque se dejó esa cadena ahí.
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Desde la zona de abajo se tiene un punto de vista del puente muy distinto que merecía mucho la pena, desde allí también se ve muy bien la presa del pantano de Alcántara.
Curiosamente solo hay dos santos españoles con estatua en el Vaticano, él y Santa Teresa. Se trata de un santo muy venerado en Extremadura y de forma especial en Alcántara. El día marcado para ello es el 19 de octubre y allí se celebra mucho, se hacen hogueras, se comen migas con chocolate y se tiran montones de petardos, además de llevar al santo en procesión por las calles del pueblo.
Después fuimos andando hasta llegar a la Iglesia de Sta. María de Almocóvar, su exterior impacta ya que se trata de una magnífica iglesia románica, estilo muy poco frecuente en Extremadura así que verla allí es todo un lujo. Tuvimos suerte en poder verla por dentro porque al parecer suele estar siempre cerrada.
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Afortunadamente el hombre que nos había enseñado la iglesia nos habló del Conventual de San Benito, porque no sabíamos de su existencia, se trata de la antigua casa prioral de la Orden de Alcántara, es de estilo renacentista y no solo es una iglesia sino además un convento y una antigua hospedería, actualmente es la sede de una fundación. Había un horario de visitas pero se solapaba con nuestra recorrido en barco por el pantano así que no pudimos ver el claustro gótico ni la iglesia, pero lo que vimos nos impresionó.
Después volvimos a pasear por las calles del pueblo y disfrutamos con la paz que se respiraba en el pueblo, en ese momento animado por los constantes vuelos de las golondrinas y la constante presencia de los gatos que tanto le gustan a Charo.
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Paseo en Barco por el embalse de Alcántara y el río Alagón
El recorrido que hicimos fue del lado del río Alagón. El barco era curioso, no tenía terraza pero había unos sofás muy agradables. Aunque el barco era muy distinto al del día anterior, resultaba que lo lleva la misma empresa y tiene las mismas rutinas, así que volvimos a las charlas y las piruletas, una pregunta una respuesta acertada y una piruleta y a la degustación de queso y aceites. La primera vez puede resultar simpático pero dos veces en un fin de semana es un poco cansino.
Lo pasamos bien en el viaje pero si tuviéramos que recomendar uno de ellos recomendaríamos el recorrido del Parque Natural Tajo Internacional. En este recorrido sin embargo vimos a los buitres leonados quizás un poco mejor, vegetación prácticamente ninguna.
Poco después llegamos al puerto y pusimos punto final a este fin de semana, emprendiendo rumbo a casa, a la otra, a la casa fija.
Nos ha ha resultado intensísimo y nos ha sorprendido mucho aunque a estas alturas deberíamos de estar acostumbrados a la cantidad de rincones extraordinarios con los que cuenta Extremadura.