Segovia y La Granja fin de semana, octubre de 2015
Después de leer algunos relatos de viajeros que habían estado en Segovia nos decidimos a conocerla a fondo. Nosotros como, casi todo el mundo, habíamos estado alguna vez en Segovia, pero dar una vuelta y comer cochinillo no puede decirse que sea conocerlo Segovia, y más o menos esa era nuestra posición. Así que buscamos relatos de gente –preferiblemente autocaravanistas como nosotros- y empezamos a programar el viaje.
Leímos varios relatos, el primero fue el de “Algunos días en Segovia” de Miguel Ángel Saldaña Hernández, viaje que tiene colgado dentro de la web viajarenautocaravana.com. Su relato es esplendido, este compañero vive en Segovia y nos enseña como conocer toda la provincia, guardamos a buen recaudo todo su relato para volver a Segovia varias veces. El otro es el de un matrimonio de Vitoria que tiene un blog (conmiautocaravana.com). En este caso acompañaba de muchas fotos el relato y siempre viene bien para grabar en la mente las imágenes que luego vas a ver.
Una de nuestras pasiones es viajar, pero no le queda muy lejos la de leer webs o blogs de otra gente, siempre lo hacemos antes de hacer un viaje y a veces lo hacemos cuando simplemente soñamos con hacerlos, es apasionante ver las experiencia de vida –porque eso son los viajes- de otra gente que tiene la generosidad de colgarlos en el mundo digital. Quizás sobre todo por eso nos hemos aventurado en la realización de esta web de nuestros viajes.
Así que planificamos el viaje solo en fin de semana (no disponíamos de mas) para visitar Segovia y El Real Sitio de San Ildefonso (La Granja).
Leímos varios relatos, el primero fue el de “Algunos días en Segovia” de Miguel Ángel Saldaña Hernández, viaje que tiene colgado dentro de la web viajarenautocaravana.com. Su relato es esplendido, este compañero vive en Segovia y nos enseña como conocer toda la provincia, guardamos a buen recaudo todo su relato para volver a Segovia varias veces. El otro es el de un matrimonio de Vitoria que tiene un blog (conmiautocaravana.com). En este caso acompañaba de muchas fotos el relato y siempre viene bien para grabar en la mente las imágenes que luego vas a ver.
Una de nuestras pasiones es viajar, pero no le queda muy lejos la de leer webs o blogs de otra gente, siempre lo hacemos antes de hacer un viaje y a veces lo hacemos cuando simplemente soñamos con hacerlos, es apasionante ver las experiencia de vida –porque eso son los viajes- de otra gente que tiene la generosidad de colgarlos en el mundo digital. Quizás sobre todo por eso nos hemos aventurado en la realización de esta web de nuestros viajes.
Así que planificamos el viaje solo en fin de semana (no disponíamos de mas) para visitar Segovia y El Real Sitio de San Ildefonso (La Granja).
Viernes 23 octubre
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El viernes por la tarde salimos a las 9 de la noche dirección Segovia y fuimos directo al área de la ciudad (N 40º 56`27”, W 4º 06`28”). Llegamos al área a las 11 de la noche, la idea en estos viajes de fin de semana es llegar los viernes por la noche al lugar donde vamos, así estamos en marcha a primera hora del sábado. Habíamos leído que el área está muy bien (incluso tiene carga y descarga de aguas) y que suele estar llena, así era, había bastantes autocaravanas pero no era difícil encontrar sitio. Veníamos cenados así que nos fuimos directos a la cama que mañana hay que levantarse temprano. |
Sábado 24 octubre
Al poco ya estábamos de camino hacia el centro de la villa, esta vez a pie porque Segovia es una ciudad con muchas cuestas y calles estrechas llenas de gente, así que las bicicletas no son una buena idea. De todas formas no tardamos mas que 15 minutos en llegar al punto de Información de Segovia, que está prácticamente pegado al acueducto justo enfrente del Restaurante Cándido, es curioso quizás sea Segovia la única cuidad del mundo que cuenta con un restaurante que rivaliza con lo mas granado de sus reliquias monumentales, ya que Cándido forma parte de los sitios visitables de la cuidad tanto o mas que la catedral o el propio acueducto. Cuando hemos comentado a los amigos que íbamos a Segovia, todo el mundo nos dice “que bien a comer cochinillo en Candido”. Pues no, no tenemos pensado comer cochinillo, ni en Candido ni en ningún otro sitio, porque este viaje queremos que sea diferente. Seguro que Segovia podrá despertar nuestro interés por conocerla a fondo sin caer en la tentación del cochinillo.
Desde el área bajamos hacia el centro por la calle de Almira que discurre a los pies del curso del acueducto, precisamente por eso el recorrido está muy bien porque vas viendo el acueducto a medida que va ganando altura. Y llegamos al centro donde se ve el acueducto en la parte que tiene más altura. Paramos en el punto de información, como siempre nos atendieron de maravilla y nos facilitaron un plano para hacer un recorrido de visita de toda la cuidad y de la parte de extramuros, ya teníamos la lección aprendida del relato de Miguel Ángel Saldaña y queríamos verlo un poco todo. En principio el relato nos marcaba dos días para ver la cuidad y parte de extramuros, pero a nosotros nos encanta caminar y quizás por eso lo hicimos todo ese sábado sin tener la sensación de ir deprisa, nada impide volver varias veces, pero el día salió perfecto así.
Desde el área bajamos hacia el centro por la calle de Almira que discurre a los pies del curso del acueducto, precisamente por eso el recorrido está muy bien porque vas viendo el acueducto a medida que va ganando altura. Y llegamos al centro donde se ve el acueducto en la parte que tiene más altura. Paramos en el punto de información, como siempre nos atendieron de maravilla y nos facilitaron un plano para hacer un recorrido de visita de toda la cuidad y de la parte de extramuros, ya teníamos la lección aprendida del relato de Miguel Ángel Saldaña y queríamos verlo un poco todo. En principio el relato nos marcaba dos días para ver la cuidad y parte de extramuros, pero a nosotros nos encanta caminar y quizás por eso lo hicimos todo ese sábado sin tener la sensación de ir deprisa, nada impide volver varias veces, pero el día salió perfecto así.
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Empezamos a visitar la cuidad subiendo las escaleras que hay al lado de la Oficina de Turismo y que están pegadas al acueducto, callejeamos por diversos sitios empapándonos del aspecto medieval de sus calles y sus edificios históricos, es increíble la cantidad de años de historia que están atrapados en estas calles hasta llegar a la Catedral. Las calles son espectaculares da gusto pasear por Segovia, íbamos de sitio en sitio y a veces entrando en algún comercio, nos dimos cuenta de que esa mañana todo estaba lleno de turistas, no parecía que hubiese segoviano alguno, pero hay que decir que no resulta agobiante. Un grupo de chinos, otro de japoneses, otro tipo “venimos del autocar y vamos todos juntos” y algún grupo de gente toda muy rubia, del norte, muy del norte. Pero las calles de Segovia lo absorben todo con facilidad y apenas te sientes angustiado por estar metido en el medio de tanto turisteo.
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Antes de pasear nos habíamos hinchado de hacerle fotos al acueducto, cuando lo tienes delante te quedas impactado por su aspecto imponente, por muchas veces que lo hayas visto siempre vuelve a dejarte con la boca abierta. La civilización romana es sorprendente, y viendo el acueducto no puedes dejar de admirarlos.
Paseando por las primeras calles de Segovia nos llamó mucho la atención las ventanas de sus edificios, de corte medieval, y las grecas en relieve, que tienen muchas de las fachadas de sus casas.
Poco después de empezar nuestra ruta vimos la famosa casa de los Picos que está un poco encajonada en una calle estrecha, es una pena porque con mas espacio luciría mucho mejor. Y el Palacio de Cascales, con un letrero que advertía “No se permite dejar carruajes en esta plazuela bajo multa de 5 pesetas”. Callejeando llegas al centro neurálgico de la cuidad antigua, la Plaza Mayor, en ella merece la pena pararse un buen rato y sentarse en algunos de sus bancos, eso hicimos para ver el bullicio en una de las muchas pastelería que hay en Segovia, por lo que se ve las pastelerías son muy apreciadas por lo segovianos y hay pasteles de todo tipo a cual mas llamativo, no pude resistirme a hacerle una foto a unos pasteles con forma de nido con su pajarito incluido.
Paseando por las primeras calles de Segovia nos llamó mucho la atención las ventanas de sus edificios, de corte medieval, y las grecas en relieve, que tienen muchas de las fachadas de sus casas.
Poco después de empezar nuestra ruta vimos la famosa casa de los Picos que está un poco encajonada en una calle estrecha, es una pena porque con mas espacio luciría mucho mejor. Y el Palacio de Cascales, con un letrero que advertía “No se permite dejar carruajes en esta plazuela bajo multa de 5 pesetas”. Callejeando llegas al centro neurálgico de la cuidad antigua, la Plaza Mayor, en ella merece la pena pararse un buen rato y sentarse en algunos de sus bancos, eso hicimos para ver el bullicio en una de las muchas pastelería que hay en Segovia, por lo que se ve las pastelerías son muy apreciadas por lo segovianos y hay pasteles de todo tipo a cual mas llamativo, no pude resistirme a hacerle una foto a unos pasteles con forma de nido con su pajarito incluido.
En la Plaza Mayor está su flamante Catedral, nos costó 6 euros entrar, pero en este caso merece la pena. La catedral está muy bien conservada, incluso me atrevería a decir que muy bien restaurada. A menudo cuando viajamos por Europa vemos sus catedrales y monumentos en tan buen estado que apetece visitarlos y en ese momento es inevitable recordar los nuestros, siempre abandonados y sin restaurar. Pero no es el caso de la Catedral de Segovia, da gusto verla, sus capillas bien iluminadas, el claustro. Al salir por la puerta de la Catedral nos fijamos en un músico tocando en la calle. Tenia una guitarra clásica y sonaban piezas barrocas. Me fascina ver estos pedazos de músicos que tan solo por unas monedas llenan de magia el lugar, se trata de un auténtico lujo pero encima sin precio alguno. Nosotros echamos unas monedas y disfrutamos un rato, es un privilegio para los que visitamos ciudades escucharlos y me da rabia que a menudo pasan un poco desapercibidos. |
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Bajamos hacia El Alcázar, se trata de una construcción imponente, como su nombre indica se construyó como una fortaleza, pero ha servido como un palacio real o lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara, también como prisión estatal, y no me extraña porque escapase de ahí tenía que ser difícil. Es un icono de las fortalezas medievales y desde luego de los monumentos más destacados de la ciudad de Segovia, y de toda Europa. Llama la atención verlo por su imponente aspecto, pero sobre todo si se baja a pasear por los ríos, desde allí se ve como el Alcázar domina el valle de forma incontestable, y s que tiene forma de proa de barco y se inserta en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Desde el Alcázar estuvimos haciendo fotos panorámicas al río Eresma antes de volver a la Plaza Mayor.
Bajamos hacia El Alcázar, se trata de una construcción imponente, como su nombre indica se construyó como una fortaleza, pero ha servido como un palacio real o lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara, también como prisión estatal, y no me extraña porque escapase de ahí tenía que ser difícil. Es un icono de las fortalezas medievales y desde luego de los monumentos más destacados de la ciudad de Segovia, y de toda Europa. Llama la atención verlo por su imponente aspecto, pero sobre todo si se baja a pasear por los ríos, desde allí se ve como el Alcázar domina el valle de forma incontestable, y s que tiene forma de proa de barco y se inserta en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Desde el Alcázar estuvimos haciendo fotos panorámicas al río Eresma antes de volver a la Plaza Mayor.
Antes habíamos estado viendo las terrazas de los bares de la plaza, estaban llenas, y queríamos estar un rato descansando y “bicheando” esto siempre lo dice Charo. En ese momento estábamos a mitad de la mañana, unas tapitas mientras veíamos pasar a la gente y de forma especial a los invitados de una boda, que iban por allí mezclados entre los turistas, de forma especial entre un grupo de chinos o japoneses que ya se sabe que no paran de sacar fotos a cualquier cosa, fue divertido ver que los orientales no se cortan ni un pelo, hicieron un publirreportaje de la boda al más alto nivel, hasta tal punto que parecían fotógrafos contratados por los novios.
Tras las tapas en la terraza nos acercamos a la judería, está en la parte baja del casco histórico detrás de la catedral, allí entramos en el Convento de Corpus Cristi que es una antigua sinagoga, cuesta entrar solo un euro y merece la pena empezar el barrio judío viendo una de sus antiguas sinagogas (hoy es un Convento). Seguimos callejeando por la judería y al poco vimos un sitio de tapas que se llamaba precisamente así “la judería”, menuda tentación. El sitio era estupendo, tomamos varias tapas de lo que suponíamos que era cocina judía, aunque la verdad es que nunca somos capaces de distinguirla de la árabe, a veces parece que toman las mismas cosas y cuesta creerlo con lo mal que se llevan. El caso es que uno de los platos que vimos que sacaban para otra gente, nos gustó, preguntamos que era y nos explicaron que son “pakoras” cuyo fundamento es el de freír verduras en una mezcla de harina de garbanzos. Estaba espectacular, le hicimos fotos a aquel estupendo plato judío. Pues bien poco después recurrimos al Google para ver como se hace, y resulta que no es un plato judío, sino que es un plato procedente de la gastronomía india … lo que te digo … que difícil es conocer la gastronomía de oriente medio, sobre todo si no es de oriente medio.
Tras las tapas en la terraza nos acercamos a la judería, está en la parte baja del casco histórico detrás de la catedral, allí entramos en el Convento de Corpus Cristi que es una antigua sinagoga, cuesta entrar solo un euro y merece la pena empezar el barrio judío viendo una de sus antiguas sinagogas (hoy es un Convento). Seguimos callejeando por la judería y al poco vimos un sitio de tapas que se llamaba precisamente así “la judería”, menuda tentación. El sitio era estupendo, tomamos varias tapas de lo que suponíamos que era cocina judía, aunque la verdad es que nunca somos capaces de distinguirla de la árabe, a veces parece que toman las mismas cosas y cuesta creerlo con lo mal que se llevan. El caso es que uno de los platos que vimos que sacaban para otra gente, nos gustó, preguntamos que era y nos explicaron que son “pakoras” cuyo fundamento es el de freír verduras en una mezcla de harina de garbanzos. Estaba espectacular, le hicimos fotos a aquel estupendo plato judío. Pues bien poco después recurrimos al Google para ver como se hace, y resulta que no es un plato judío, sino que es un plato procedente de la gastronomía india … lo que te digo … que difícil es conocer la gastronomía de oriente medio, sobre todo si no es de oriente medio.
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Tras las tapas en la terraza nos acercamos a la judería, está en la parte baja del casco histórico detrás de la catedral, allí entramos en el Convento de Corpus Cristi que es una antigua sinagoga, cuesta entrar solo un euro y merece la pena empezar el barrio judío viendo una de sus antiguas sinagogas (hoy es un Convento). Seguimos callejeando por la judería y al poco vimos un sitio de tapas que se llamaba precisamente así “la judería”, menuda tentación. El sitio era estupendo, tomamos varias tapas de lo que suponíamos que era cocina judía, aunque la verdad es que nunca somos capaces de distinguirla de la árabe, a veces parece que toman las mismas cosas y cuesta creerlo con lo mal que se llevan.
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El caso es que uno de los platos que vimos que sacaban para otra gente, nos gustó, preguntamos que era y nos explicaron que son “pakoras” cuyo fundamento es el de freír verduras en una mezcla de harina de garbanzos. Estaba espectacular, le hicimos fotos a aquel estupendo plato judío. Pues bien poco después recurrimos al Google para ver como se hace, y resulta que no es un plato judío, sino que es un plato procedente de la gastronomía india … lo que te digo … que difícil es conocer la gastronomía de oriente medio, sobre todo si no es de oriente medio.
Tuvimos la suerte al llegar, de toparnos con un cura con sotana, paseando y rezando el rosario, que autentico. El caso es que el cura era muy simpático, nos saludo y entablamos conversación con él, nos acompaño hasta dentro del Santuario, es precioso la verdad, comentamos que no nos extraña que su tío viniese desde Olmedo hasta aquí para casarse, y el cura nos dijo que efectivamente era el lugar preferido por los Segovianos para contraer matrimonio.
Continuamos andando por los bordes de ambos ríos, fue un paseo muy agradable, siempre rodeado de praderas verdes. Vimos alguna pareja de novios recién casados haciéndose fotos, todo muy romántico. Después volvimos a subir a la cuidad antigua, es decir Cuesta de la Zorra para arriba. Lo hicimos bastante deprisa porque había partido. En la Plaza Mayor había un bar con tele pedimos una cervezas sentados en la barra del bar, dispuestos a ver tranquilamente el partido y descansar un poco. Había unos chicos jóvenes que al parecer eran médicos y se conocían, alguno ya iba por el cuarto gin tonic cuando sin saber bien porqué se lio una buena bronca. Ellos y nosotros estábamos en la barra, el sitio era pequeño y estrecho, Charo y yo estábamos en el centro con el equipo A delante y el equipo B detrás, y cuando saltó la chispa hubo un momento que pensábamos que nos tocaba algo en el reparto de tortazos. Hubo gritos y empujones de esos de sacra el pecho de forma amenazante, tela y so que eran gente de bien (ósea médicos). Salimos lo más rápido posible del bar a pasear otra vez por el centro de Segovia y resultó sorprendente, las calles seguían atestadas de gente pero ahora no veías a ningún turista, eran casi todos segovianos, resulta curioso el cambio de la mañana a la tarde. |
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Nos íbamos acercando a la parte de abajo (donde esta Cándido) par ver aquella zona de la ciudad, concretamente la Avenida Fernández Ladreda. Se trata de una avenida muy amplia donde está el centro financiero de la ciudad.
Anochecía y estábamos muy cansados, así que nos fuimos andando por donde habíamos venido al área donde tenemos a la Gaviota. Al llegar comprobamos que habíamos esta andando mucho, exactamente 25 kilómetros según la aplicación que lleva abierta Charo en el móvil, no está mal. Así que a cenar y a dormir. Que mañana toca la Granja.
Anochecía y estábamos muy cansados, así que nos fuimos andando por donde habíamos venido al área donde tenemos a la Gaviota. Al llegar comprobamos que habíamos esta andando mucho, exactamente 25 kilómetros según la aplicación que lleva abierta Charo en el móvil, no está mal. Así que a cenar y a dormir. Que mañana toca la Granja.
Domingo 25 octubre |
Nos levantamos muy temprano para tomar rumbo hacia “Real Sitio de San Ildefonso” la verdad es que es un nombre precioso que está muy a la altura de lo que se puede ver allí, pero todo el mundo lo conoce por “La Granja”. En principio habíamos pensado dormir en La Granja, nos gusta hacerlo así para estar en cada lugar desde que nos despertamos, pero la noche del sábado llegamos tarde a la Gaviota y no nos apetecía movernos. |
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La visita a la Granja nos gusto mucho, es un lugar espectacular en muchos sentidos, pero hubo zonas grises, pocas y sin demasiada importancia pero alguna hubo. La primera mancha en el expediente de los señores que gobiernan el “Gran Sitio” fue la que nos encontramos al buscar un sitio donde aparcar la Gaviota, fuimos directos al área que marca el cuaderno de “areasac” y resultaba que allí no hay nada, es algo que sospechábamos porque lo habíamos leído en algún relato pero venía claramente indicado. Parece ser que han quitado el área porque están haciendo una zona para aparcamientos de autocares turísticos, me consta que los de “areasac” se ponen en contacto con los ayuntamientos para que estos les comuniquen todo lo referente a cada área y por eso aparece la de La Granja, pero ahora van y la quitan y no tiene el detalle de informarnos. Pero hay mas, visto que no había área nos dirigimos a un parking que vimos y que no estaba ocupado más que a la mitad. Nada mas llegar vimos un cartel de bienvenida dirigido solo a nosotros: “prohibido aparcar a las autocaravanas”, segunda mancha en el expediente de estos maravillosos gestores municipales, es evidente que estos señores que mandan el Real Sitio no estuvieron en el 68 en el mayo francés y que no han oído hablar del eslogan que se acuño entonces “PROHIBIDO PROHIBIR” de él se ha hecho eco medio mundo, medio mundo intelectual y con formación, porque es evidente que hay otro medio mundo que disfruta levantando muros, poniendo alambradas y sancionando a la gente por respirar, no es de extrañar que entonces se legitimara la idea de que toda autoridad es sospechosa, y no digo yo tanto, pero torpes sí que son, porque en el aparcamiento estaban tan a gustito, dos o tres vehículos 4x4, otros tantos monovolúmenes de considerable tamaño y una furgoneta tan furgoneta como nosotros aunque seguramente no dormía en ella porque se dedica a un negocio de letreros. Y no sé dónde se esconde el misterio de que se piense que los que llevan una autocaravana son un peligro, llevo poco tiempo en este mundo pero lo que yo he visto es bien distinto, los que llevan estos vehículos son mas respetuosos con la naturaleza, la limpieza y las normas que la mayoría, y forman parte de un tipo de turismo de calidad, un turismo que es habitual y muy bien considerado en los países mas avanzados de Europa y en EEUU, pero es evidente que los de La Granja no solo no han oído hablar del mayo francés de 68, sino que tampoco viajan.
Y todo esto lo cuento porque es algo que a nosotros nos duele y duele mas cuando te prohíben estar en un sitio y no te dan una alternativa porque eso es simplemente echarte de allí.
Pero no hay mal que por bien no venga, seguimos buscando y encontramos un sitio justo delante de la puerta de la Fábrica de Vidrio, se conoce que las señales de prohibirnos se les habían acabado y pudimos aparcar. Gracias a eso nos fijamos en ella y pensamos que era un sitio interesante si pudiéramos visitarla.
Y todo esto lo cuento porque es algo que a nosotros nos duele y duele mas cuando te prohíben estar en un sitio y no te dan una alternativa porque eso es simplemente echarte de allí.
Pero no hay mal que por bien no venga, seguimos buscando y encontramos un sitio justo delante de la puerta de la Fábrica de Vidrio, se conoce que las señales de prohibirnos se les habían acabado y pudimos aparcar. Gracias a eso nos fijamos en ella y pensamos que era un sitio interesante si pudiéramos visitarla.
Al final llegamos a la gran avenida que conduce el Palacio, el sol estaba levantándose justo detrás de este y eso hacía que luciese de forma un tanto celestial, nos recuerda que todas las imágenes de los personajes religiosos llevan una potente luz detrás, algo así como que el cielo les ilumina, como el Palacio ahora.
De pronto nos dimos cuenta de que no habíamos ido a la Oficina de Turismo y la buscamos, estaba en el edificio del Ayuntamiento, y fue una visita muy provechosa porque la chica de la oficina, como siempre encantadora, nos dijo que a las 12 había una visita gratuita guiada de la Fábrica de Vidrio y que merecía mucho la pena. Hablamos con ella un rato para decirle que por favor les transmitiese de nuestra parte el agradecimiento a los regidores municipales por habernos mostrado tanto cariño a los autocaravanistas en esta visita, la chica un cielo y me convenció para que presentase una reclamación.
De pronto nos dimos cuenta de que no habíamos ido a la Oficina de Turismo y la buscamos, estaba en el edificio del Ayuntamiento, y fue una visita muy provechosa porque la chica de la oficina, como siempre encantadora, nos dijo que a las 12 había una visita gratuita guiada de la Fábrica de Vidrio y que merecía mucho la pena. Hablamos con ella un rato para decirle que por favor les transmitiese de nuestra parte el agradecimiento a los regidores municipales por habernos mostrado tanto cariño a los autocaravanistas en esta visita, la chica un cielo y me convenció para que presentase una reclamación.
Y con esas nos fuimos a visitar el Palacio, 9 euros ni mucho ni poco, porque el Palacio merece la pena visitarlo. Se trata de un palacio “modelo Versalles”, hoy lo disfrutamos gracias a que el rey Felipe V conoció el lugar hacia el año 1717 y quedó entusiasmado por su belleza y porque, además, era un lugar extraordinario para la caza (a este como a todos le encantaba la caza), así que compró los terrenos con la intención de edificar un palacio.
Conviene recordar que Felipe V es el del lio, me explico: Carlos II fue el último de los Austrias, muere sin sucesión y elige a Felipe V de Borbón como sucesor, ello supuso no solo el cambio de dinastía sino también la Guerra de Sucesión española. Desde entonces en España reinan los Borbones, desde mi punto de vista con muchos más aciertos que torpezas, pero hay opiniones para todos los gustos. El caso es que este primer Borbón español tuvo el reinado mas largo que se conoce en España, ni más ni menos que 45 años, venía de Francia con el Palacio de Versalles grabado en su retina, pero la verdad es que cuando estás haciendo la visita te das cuenta de que en el Palacio tuvo mucho que decir Isabel de Farnesio, italiana y reina española, porque su nombre aparece por todos lados, mujer de carácter que inundó el palacio de obras de arte.
El caso es que el Palacio, gracias a “el francés y la italiana” es una maravilla porque ellos lo embellecieron y ampliaron, debió de costar una fortuna pero hoy disfrutamos nosotros de ese legado.
Estuvimos viendo todas las salas del Palacio algo más de una hora, lamentablemente no dejan hacer fotos y nosotros respetamos la prohibición escrupulosamente, nos gustaría recordar algo en este nuestro diario de viajes así que ponemos una sacada de internet. Nunca sé porque se prohíben, pero si está prohibido no hay discusión.
Conviene recordar que Felipe V es el del lio, me explico: Carlos II fue el último de los Austrias, muere sin sucesión y elige a Felipe V de Borbón como sucesor, ello supuso no solo el cambio de dinastía sino también la Guerra de Sucesión española. Desde entonces en España reinan los Borbones, desde mi punto de vista con muchos más aciertos que torpezas, pero hay opiniones para todos los gustos. El caso es que este primer Borbón español tuvo el reinado mas largo que se conoce en España, ni más ni menos que 45 años, venía de Francia con el Palacio de Versalles grabado en su retina, pero la verdad es que cuando estás haciendo la visita te das cuenta de que en el Palacio tuvo mucho que decir Isabel de Farnesio, italiana y reina española, porque su nombre aparece por todos lados, mujer de carácter que inundó el palacio de obras de arte.
El caso es que el Palacio, gracias a “el francés y la italiana” es una maravilla porque ellos lo embellecieron y ampliaron, debió de costar una fortuna pero hoy disfrutamos nosotros de ese legado.
Estuvimos viendo todas las salas del Palacio algo más de una hora, lamentablemente no dejan hacer fotos y nosotros respetamos la prohibición escrupulosamente, nos gustaría recordar algo en este nuestro diario de viajes así que ponemos una sacada de internet. Nunca sé porque se prohíben, pero si está prohibido no hay discusión.
Tras ver el interior del Palacio salimos a los jardines, suponemos que los jardines son algo impresionante de ver cuando estén al menos en la mitad de su apogeo, pero la verdad es que su esplendor no lo vimos porque todas las fuentes estaban sin agua, y no es solo que no funcionasen sino que no había agua en las fuentes, estaban totalmente secas y resulta muy feo ver una fuente sin agua. Otro borrón en el expediente de los gestores municipales o estatales (seguramente de ambos), porque si están de trabajos de mantenimiento deberían pedir disculpas y si es por otra razón, deberían….. Mejor no digo lo que pienso.
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Habíamos estado cotilleando todo lo que había en exposición en la Fabrica y a las 12 en punto comenzó la visita guiada por una experta del centro que nos fue contando cómo se hacían los cristales para las ventanas, y todo el proceso de su fabricación así como la de los espejos de azogue. Su fabricación era delicada y laboriosa y deterioraba mucho la salud de los trabajadores, lo que suponía que todo aquello solo estaba al alcance de las clases más altas, es decir la nobleza y por supuesto los reyes. Nos dejó impactado todo lo que vimos y lo que nos explicó. Aunque solo hubiéramos visitado el edificio hubiera merecido la pena, era todo apasionante. Poco después estuvimos en el horno mientras una antigua alumna del centro fabricaba vasijas de vidrio. Antes de irnos estuvimos visitando el museo del vidrio que se encuentra en distintas salas del edificio, no paramos de hacer fotos porque había cosas preciosas.
Ya se terminaba el viaje. En realidad solo nos quedaba comer e irnos a casa.
Ya se terminaba el viaje. En realidad solo nos quedaba comer e irnos a casa.
Ayer en Segovia nos dijo un autocaravanista que él suele parar, muy cerca de la Granja, en el Área de los Asientos en Valsain, así que la idea era dirigirse a ese sitio para comer. El área es una zona recreativa situada entre pinares (N 40˚ 51ʹ 50” W 4˚ 1ʹ 37”), fue un sitio estupendo para comer dar un pequeño paseo y poner fin a este bonito, aunque corto, viaje.
Seguramente volveremos a Segovia para ver también el resto de la provincia, pero de momento ha sido un bonito viaje.
Nota: Días después de haber hecho el viaje recibimos un email de Doña Cristina Sonlleva García Gerente de Turismo del Real Sitio de San Ildefonso que contesta a la reclamación que habíamos puesto en la Oficina de Turismo, su respuesta es la siguiente:
Siempre es de agradecer que se lean las reclamaciones que presentamos, porque si las leen algo quedará. Y mucho mas que te contesten, supone que la persona que está enfrente tiene educación y respeto. Pero lamentablemente estamos situados en el terreno de nuestra querida esfera política, que tiene por costumbre no prestar atención a las inquietudes de los administrados y tirar por la calle de en medio siguiendo la senda del ejercicio del poder omnímodo y “yo a lo mío y a estos que les den”. El Real sitio sabrá lo que hace con poner o no poner áreas. Porque en mi reclamación yo no le reclamaba que se pusiera un área. Le recordaba que la había, es verdad, y que la habían quitado lo que me parecía que coincidía con el hecho de que se prohibiese aparcar a las autocaravanas en el parking. Lo que si que decía es que siento vergüenza como español de ver que además de no poner áreas se prohíbe aparcar en el Parking, pero se prohíbe solo a los autocaravanistas y no a las furgonetas de carga y descarga, ni a ningún otro vehículo de grandes dimensiones como un monovolumen de siete plazas, y me da vergüenza porque la Granja es un sitio emblemático de nuestro país donde vienen, o deberían venir, muchos europeos de muy buen nivel económico con sus autocaravanas, y a los que vienen se les recibe con un cartel de “ Vd, aquí no es bienvenido, mejor váyase”. Y siento mas vergüenza aun cuando recuerdo lo bien que me reciben en Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Inglaterra, etc., es decir en el otro mundo, mundo en el que gente como la del Real Sitio no quiere situarnos. Solo eso.