,Cuando terminó nuestro viaje a las Landas, Charo y yo nos planteamos retomar la idea de irnos a Dinamarca durante los tres meses siguientes.
Como estábamos en plena pandemia del Covid, llamamos a la embajada de Dinamarca que no supo darnos muchas explicaciones sobre si había requisitos para la entrada de españoles en su país.
En caso de ir, había que cruzar Alemania y nos dijeron que a partir del 1 de octubre, exigirían PCR a los españoles que quisieran entrar.
Después de sopesarlo mucho y teniendo en cuenta que íbamos hacia el frío, decidimos quedarnos en Francia por si las cosas en Europa empeoraban y había que volver a España.
Sin embargo, cuando no llevábamos ni un mes en Bretaña y antes de que nos diera tiempo a conocer su costa, el presidente francés Macron, habló por televisión a los franceses para comunicarles que cerraba el país durante un mes.
Nosotros íbamos a volver a España en diciembre, por lo que no tenía sentido pasar en Francia un mes confinados.
Fue un día duro y difícil, pero decidimos volver a España.
El año 2020 fue el año del coronavirus y a todos nos cambió la vida.
Como estábamos en plena pandemia del Covid, llamamos a la embajada de Dinamarca que no supo darnos muchas explicaciones sobre si había requisitos para la entrada de españoles en su país.
En caso de ir, había que cruzar Alemania y nos dijeron que a partir del 1 de octubre, exigirían PCR a los españoles que quisieran entrar.
Después de sopesarlo mucho y teniendo en cuenta que íbamos hacia el frío, decidimos quedarnos en Francia por si las cosas en Europa empeoraban y había que volver a España.
Sin embargo, cuando no llevábamos ni un mes en Bretaña y antes de que nos diera tiempo a conocer su costa, el presidente francés Macron, habló por televisión a los franceses para comunicarles que cerraba el país durante un mes.
Nosotros íbamos a volver a España en diciembre, por lo que no tenía sentido pasar en Francia un mes confinados.
Fue un día duro y difícil, pero decidimos volver a España.
El año 2020 fue el año del coronavirus y a todos nos cambió la vida.
Martes 6 de octubre
Fougeres
Pulsar imagen de la publicación de Facebook del día 6 de octubre, para ver su contenido.
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Quizás Fougeres no hubiera sido el lugar elegido por nosotros para comenzar nuestra visita a la región de Bretaña, nos hubiera gustado dejarlo para el final, pero ha sido en esta hermosa ciudad, donde había un taller dispuesto a hacerle la revisión a nuestra Gaviota Chica. El resto de opciones nos daban cita para dentro de un mes o más.
Nos instalamos en su área de autocaravanas( N 48.3563 W -1.20285) |
Llegamos el lunes y curiosamente todo estaba cerrado. En España nos dicen que producimos poco, que hay que trabajar más, pero viendo los días de descanso que tienen en Francia los comercios, a mí el reproche no me cuadra.
Así que, salimos a visitar la localidad y todo estaba cerrado, las tiendas, los restaurantes, el castillo y el taller de la moto, no había casi nadie por sus calles. |
Y fue curioso, a pesar del día gris y de la tristeza de encontrarlo todo vacío, Fougeres nos encantó, porque se trata de un lugar armónico, muy cuidado y con un urbanismo ejemplar. Casi todas las casas son de piedra oscura mezclada con un mortero de color claro, algo que se repite hasta la saciedad en casi todos sus edificios, a veces algunos, de ellos, cuentan con entramados de madera. Todo eso da al conjunto un aspecto tan peculiar como bonito.
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Pero además, están sus parques, el famoso campanario y sobre todo el Castillo, uno de los mas espectaculares que hemos visto nunca y eso que, nosotros nos somos muy de castillos.
Paseamos mucho y pasamos algo de frío pero a pesar de eso el día nos pareció precioso. Era un poco tarde para ir a la Gaviota a comer y nos fuimos al único restaurante que encontramos abierto, comimos un menú muy sencillo, pero muy bien elaborado, por tan solo 11 euros, solo eso, porque en Francia puedes pedir “une garraphe de eau”, es decir agua del grifo, tan rica ella, de esa forma no encareces la cuenta. Cuántas cosas se me ocurre que tenemos que copiar de los franceses.
<<<Restaurante Le Buffet
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Esta mañana, por fin nos han recogido la moto y fuimos directos al castillo. Es enorme, bonito, bien conservado, una maravilla.
Nos vinimos a un camping en Vitré, hoy toca tarde de lavandería.
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Pincha aquí si quieres ver la historia de nuestro recorrido hasta llegar a Bretaña y de Fougeres, la primera localidad que visitamos allí
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Jueves 8 de octubre
Vitré
Para ir al centro cogimos el bus, sólo había que hacer algo más de dos kilómetros, pero el bus para en la puerta del camping y nos pareció una buena idea cogerlo. Fue un error, no nos gustó compartir ese espacio cerrado con más de un joven sin mascarilla. Esto del Covid es evidente que no va con algunos, así que, de vuelta, al terminar el día, volvimos andando.
Sobre Vitré la frase que mas nos repiten en las redes es la de que “parece un cuento” y no está lejos de lo que pensamos nosotros, porque por todas partes hay casas medievales muy bien conservadas, pero sin que percibas una descarada reconstrucción, así que, sin darte cuenta, piensas que estás metido dentro de un bonito cuento.
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La tarde resultó deliciosa callejeando y transportándonos a épocas lejanas. De camino a casa pasamos por un parque, como de costumbre muy cuidado y precioso. Allí vimos un grupo de coníferas con los troncos apoyados en el suelo, invitaban a sentarte y dejarte envolver por ellos, tuvimos la sensación de ir de la mano de Alicia en el país de las maravillas.
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Este es solo el inicio de nuestro viaje a Bretaña, pero ya no tenemos dudas de que va a ser fascinante.
Domingo 11 de octubre
Mont Saint Michel
Pulsar imagen de la publicación de Facebook del día 19 de septiembre, para ver su contenido.
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Era la segunda vez que estábamos en Mont St Michel, la anterior fue en julio de hace dos años. En aquella ocasión, hicimos los cinco kilómetros que van desde el área de autocaravanas hasta la abadía a pie, algo que jamás olvidaremos, siempre con la imagen de esa fortaleza erguida sobre la roca, con el mar de fondo. Durante todo el paseo, no dejas de verlo y caminas con la sensación de que te está empujando hacia allí. Nos impresionó y aquella imagen se nos quedó grabada para siempre.
Área de autocaravanas de Beauvoir (N 48.59429 W -1.51206)
Aunque está a 5 kilómetros del Mont, el paseo es delicioso y merece la pena hacerlo. |
Pero aquella vez, cuando visitamos su interior, fue muy diferente, hacía muchísimo calor y nos acompañaba una maraña de gente tan tremenda, que era muy difícil caminar, así que nos pareció horrible. No obstante, Charo y yo nos prometimos volver y verlo con más calma en otras fechas.
Ahora, estamos iniciando nuestro viaje a Bretaña y para ser honestos, Mont Saint Michel no está en Bretaña, sino en Normandía, aunque no es menos cierto que está casi en el límite, tanto que algunos bretones discuten su atribución.
Ayer, volvimos a hacer a pie el recorrido de 5 kms desde el área y nuevamente nos fascinó, quizás más, porque ahora en otoño su imagen se ve mas nítida y Mont Saint Michel estaba precioso. |
Encontramos el restaurante donde se hace la famosa tortilla al estilo Mont Saint Michel, la que hacía en su día La Mere Poulard, pero pagar 30 euros por una tortilla nos pareció excesivo y la encontramos en otro sitio algo mas barata. Reconozco que la tortilla me impresionó, máxime porque resulta complejo pensar en cómo se cuaja cuando se han batido tanto y tanto los huevos como su fueran a punto de nieve, un espectáculo !!!.
Restaurante Le Mouton blanc>>>
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De vuelta a casa no parábamos de girarnos para contemplar otra vez su belleza. Volveremos, seguro que volveremos.
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Pincha aquí si quieres ver el vídeo de Vitré y Mont St Michel
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Martes 13 de octubre
Mont Dol, Lehon y Dinan
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Ayer, íbamos camino de Dinan una ciudad preciosa, es decir, un imperdible, de esas que todo el mundo visita cuando cae por Bretaña y nosotros no podíamos ser menos. Vaya por delante que nos gustó muchísimo, pero la pequeña localidad de Léhon, donde dormimos, nos cautivó totalmente.
Área de Dinan(48.44157 -2.0423). Ubicada en Léhon, a 2 kilómetros de Dinan.
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Ya de camino, paramos en MONT DOL, nos habían advertido de las vista que se podían ver a la bahía del Mont Saint Michel. El pueblo era bonito, como tantos otros de Francia, o mas bien, como la inmensa mayoría de esta zona. Porque da igual, donde pares donde pares, encuentras paisajes preciosos y una arquitectura tradicional que te deja sin palabras.
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No dejo de ver a diario y me admira, lo mucho que se cuidan las cuestiones estéticas en Francia y lo que es más importante, el respeto que tienen a sus tradiciones. Al final todo funciona y para colmo es bonito.
El caso es que en nuestra visita a Mont Dol, no conseguimos ver Mont Saint Michel, solo lo intuimos un poco allá en la lejanía, pero nos gustó parar y conocer el pueblo y además, vimos una casa espectacular, llena de hiedra, de esas que salen en los cuentos. Poco después nos instalamos en el área de LÉHON, pegada a Dinan.
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A la mañana siguiente nos levantamos para ir dando un paseo hasta Dinan y resultó ser el mejor momento del día, porque el pequeño pueblo era una preciosidad, lleno de casas de piedra, con una abadía muy bonita, donde todo estaba vestido de verde, no solo en las praderas que llenaban cualquier espacio donde no había casas, sino que, además, el musgo cubría todas las piedras que salían a nuestro paso.
Por si fuera poco, dimos un hermoso paseo por el camino que discurre al borde del río hasta llegar a Dinan, tres kilómetros para enmarcar.
Había varias terrazas de los restaurantes del puerto, eran las 12 de la mañana y Charo muy decidida me dijo “ya es la hora de comer, que estamos en Francia”. Poco después vi la carta y entendí el porqué de adherirse con tanta pasión a los horarios franceses, tenían “moules frites” y comimos unos mejillones por supuesto, de verdad que me divierte muchísimo esa pasión de Charo por los mejillones.
Restaurante Les Vedettes>>>
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Sólo podríamos poner un pero, era lunes y estaba todo cerrado, así que había poca actividad por el pueblo. Todos los lunes cuando paseamos por algún lugar con todo cerrado Charo me dice “a mí que no me cuenten historias, cada vez tengo más claro que los españoles somos los que mas trabajamos, esto de cerrar dos días los domingo y lunes, es impensable en España” y yo creo que tiene razón.
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En esta peli, recordamos Mont Dol, Lehon y Dinan, al mismo tiempo que los comparamos con un viaje de fin de semana a las Tablas de Daimiel y ALmagro en la Mancha española
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Jueves 15 de octubre
Saint Malo
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Llegamos al área de autocaravanas Les Ilots( 48.68067 -1.9627).
Saint Malo es una ciudad llena de historia, a la que se conoce como la ciudad corsaria. Dicho así suena muy bien, pero quizás no fuese tan buena la cosa, porque los corsarios eran guerreros privados que no pertenecían a ningún ejército, pero que podían guerrear porque el rey les daba permiso por escrito, lo que se vino en llamar patente de corso y a lo que yo llamaría, piratas con carné. El caso es que, allá por el siglo XV la ciudad solía albergar los buques de los corsarios. |
Lo que vemos hoy en día es fruto de la reconstrucción que se hizo tras la II Guerra Mundial, ya que tras el desembarco de Normandía, los alemanes se hicieron fuertes en la ciudad y fue ardorosamente bombardeada por los americanos. Lo de ardorosamente lo digo con intención, ya que fue en Saint Malo donde se usaron por primera vez las tristemente famosas bombas incendiarias de napalm, que se ganaron su reputación años después en Vietnam.
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En fin, mucha guerra. Pero historia aparte, la ciudad nos gustó muchísimo y eso que es de carácter sobrio y gris, color que se debe a que la mayoría de sus edificios, de aspecto muy uniforme, están hechos con bloques de piedra gris.
Es cierto que no resulta especialmente acogedora, mucho más si nos fijamos en las gaviotas que se mueven al acecho de cualquier comida que lleves a la vista, su característico sonido no dejó de llamarnos la atención en todo el recorrido que hicimos por la grandiosa muralla, que brinda un paseo espectacular en el que disfrutamos de las vistas a los antiguos fuertes y las imágenes de marea baja. Todo ese paisaje impregna a la localidad de un aura de misterio.
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Viernes 16 de octubre
Cancale
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Llegamos a Cancale y de entrada nos encontramos con una curiosa fuente, dos mujeres ataviadas en parte con telas, que estaban lavando ostras. Buena carta de presentación, porque Cancale es considerada la capital de las ostras. Cogimos una calle y fuimos en dirección al puerto, al llegar nos dijimos ¡¡¡ vaya espectáculo !!!.
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Porque el puerto tiene a sus pies un sembrado de 500 hectáreas donde se cultivan las ostras. Teniendo en cuenta que una hectárea son 10.000 metros, te haces a la idea del incalculable número de ostras que pueden llegar a producirse.
Animados por el bullicio de los tractores llevando ostras de acá para allá, decidimos sentarnos a comerlas en uno de los locales que hay en el puerto, de esos que solo tienen ostras, mejillones y caracoles de mar y lo hicimos a lo grande. Unos mejillones y dos docenas de ostras. La primera de estas son las típicas que conocemos todos y que en Cancale llaman “creuse” o saladas y la segundas, eran unas ostras “plate” que se llaman así debido a su forma de plato, estas son más caras y también mas finas en el paladar. Ambas, nos encantaron y los mejillones, que eran muy pequeños, también.
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Terminamos de comer y nos fuimos a observar el jaleo que hay en la zona del cultivo de ostras.
Volvimos a casa entusiasmados, sentíamos que por unos minutos habíamos formado parte de aquel lugar, de los productores de Cancale y desde luego aprendimos muchísimo.
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Y este es el vídeo de la visita a Saint Malo y Cancale
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Domingo 18 de octubre
Dinard
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El día que visitamos Dinard, hacía un sol maravilloso, de esos que calientan el cuerpo y el alma. Ya estamos empezando a dudar de que sea verdad eso que dicen que en Bretaña llueve mucho.
Lo único que habíamos leído sobre esta localidad es que, tenía muchas villas de la Belle Epoque, del siglo XIX. |
Después, decidimos ir a la playa, presidida por el casino, había marea baja, como pasa siempre en estos días y paseamos tranquilamente por su arena.
Grabamos las últimas imágenes para el vídeo de nuestro segundo aniversario de vivir viajando y fue en ese momento, cuando empezamos a enamorarnos de Dinard, quizás porque la luz era perfecta o porque pensamos en todo lo vivido durante dos intensísimos años o quizás simplemente, porque es un bonito lugar, con Saint Malo y Saint Servan frente a nosotros.
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Se veía a mucha gente paseando por la playa aprovechando la marea baja a casi a un kilómetro de distancia. Nunca dejarán de sorprendernos las mareas de esta zona.
Martes 20 de octubre
Rennes
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Charo no tenía demasiadas ganas de visitar Rennes, tenía el presentimiento de que no iba a ser una ciudad bonita y he de reconocer que, a mí me pasaba igual, llevaba una idea preconcebida simplemente por el sonido de su nombre, porque nada sabía de Rennes, además, el Covid jugaba en su contra, porque ahora nos dan un poco de miedo las grandes poblaciones, hay mucha gente y muchos peligros latentes.
Nos instalamos en el área de autocaravanas de Cesson-Sévigné(48.11825 -1.59117) |
Pero nuestra forma de viajar consiste en verlo todo, sea bonito o feo, tenga buena o mala fama y estábamos hablando de la capital de Bretaña y no podíamos pasarla por alto.
Nosotros, que con esto de la edad somos muy camaleónicos, nos quisimos mezclar entre ellos y terminamos comiendo en un local Thai, lleno hasta la bandera, donde la edad media debía rondar los 25 años y eso que, nosotros estropeábamos un poco la cuenta.
Nos encantó la gran plaza donde se encuentra el ayuntamiento, con su soberbia torre del reloj y enfrente, la ópera. Qué envidia me dio verla y cómo pone de manifiesto el gran país que es Francia, que puede tener una ópera con muchas sesiones programadas en una ciudad de tan solo 200.000 habitantes, en realidad, mas que envidia siento admiración y rabia por no haber coincidido en el tiempo con uno de sus óperas.
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Toda esa parte de la ciudad contrasta con la parte moderna con enormes avenidas y edificios muy elegantes.
Qué equivocados estábamos Rennes es un lugar imperdible, llegamos a la ciudad con una idea equivocada y sin ninguna expectativa y no hay nada mejor para que ésta te sorprenda.
Jueves 22 de octubre
Rochefort en Terre
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Ya sabemos que siempre puede haber excepciones, pero en general tenemos que afirmar que en Francia no hay ningún pueblo feo, incluso los más desconocidos, esos a los que nadie mienta, cuentan con una buena infraestructura, flores por todos lados y están muy limpios y ordenados, así que son bonitos, a veces, muy bonitos. No es fácil encontrar casas disonantes de esas que uno dice eso de ¿pero cómo se les habrá ocurrido construir eso?. En definitiva, da gusto pasear por cualquiera de ellos.
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Pero por si eso fuera poco, muchos de ellos están en la lista de los pueblos más bonitos de Francia y uno de esos, es Rochefort en Terre, así que, con esos precedentes no había duda de que iba a ser un lugar espectacular.
Salimos a conocerlo al atardecer, queríamos hacer algo especial, ahora que nos dejan. Nos hemos dado cuenta de que hemos autoproclamado un toque de queda en la Gaviota y apenas salimos por la noche.
Nos recibió una localidad encantadora, de cuento, con unas casas preciosas y con una iluminación que le daba cierto misterio al pueblo.
Eso sí, no hay que engañarse, vimos poca gente, pero la que vimos eran turistas y aunque todo estaba cerrado, salvo un par de restaurantes, todos los negocios son por y para el turismo, por no ver, ni siquiera ves una “boulangerie” y en estas fechas es posible que ya hayan echado el cierre la mayoría hasta el años que viene.
En cualquier caso nos encantó y nos fuimos a dormir con la idea de salir a verlo otra vez al día siguiente.
Saábado 24 de octubre
Lizio y Malestroit
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Después de estar un par de noches en Rochefort-en-Terre, nos fuimos a Lizio, lo hicimos por la mañana muy temprano, sin ni siquiera desayunar, porque el día anterior, habíamos dejado en el mínimo nuestro depósito de agua e íbamos buscando un área donde dispusieran de servicios.
Lizio nos sorprendió, se trata de un pueblecito desconocido, nada especial, pero encantador para estacionar nuestra Gaviota. |
Allí, pasamos un día y medio precioso y tranquilo, comimos fuera y disfrutamos del otoño de Bretaña.
Nos encantó su plaza y las estrechas calles que la rodean donde hay algunas casas medievales con entramados de madera.
Comimos una galette en la terraza de un restaurante en la plaza, quisimos comer algo típico y siguiendo con esa idea, fuimos a una boulangerie, también muy típica donde compramos otra vez un Kouign Amann. Desde que lo probé en St Malo, allá donde voy, compro uno. Pero en este caso, lo curioso fue que la dueña me explicó cómo tenía que comerlo.
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Lunes 26 de de octubre
Josselin
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Ayudamos a fijar nuestros recuerdos, haciendo fotos, grabando vídeos y publicando post de cada uno de los sitios que visitamos. Lo mismo vamos a hacer con Josselin, esta agradable y bonita localidad a la que llegamos el viernes y de la que no vamos a marcharnos hasta hoy lunes. En ese tiempo, la hemos visto de noche y de día, incluso disfrutamos de su animado mercado el sábado por la mañana.
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Pero si no fuera por todo eso, sólo la recordaríamos por su poco acogedor aparcamiento habilitado también como área de autocaravanas y sobre todo por lo mucho que ha llovido. 47.95599 -2.54999
Porque llover ha llovido, tanto es así, que una de las noches apenas oíamos la película que estábamos viendo en la tele por culpa del ruido que hacia el agua al golpear contra nuestro techo, impresionante !!!!.
Pero gracias a lo que llamamos “hacer gaviota” recordaremos lo bonita que es Josselin. El viernes por la noche cuando llegamos, dimos un paseo por su parte mas histórica, estaba muy iluminada, con esas luces de colores de dudoso gusto y nos resultó curioso, era viernes y sin embargo, no había nadie por la calle.
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Charo y yo comentamos a menudo estos días, si esta ausencia de gente será debida al Covid o es que estos pueblos franceses, son así fuera de la temporada estival.
El sábado por la mañana, había mercado y el área donde estamos cambió de cara, dejó de parecer un área de autocaravanas con algún coche entre medias, para ser un abarrotado aparcamiento, no cabía un alfiler.
Era un día de lluvia y viento, pero eso no desanimó a la gente y el mercado estaba lleno, en la localidad hay dos grandes superficies, pero es evidente que los franceses prefieren comprar la carne, el pescado, los embutidos, la fruta, la verdura y por supuesto el queso, de forma directa a los productores locales, es algo que contrasta con lo que pasa en España, donde los mercadillos son prioritariamente de ropa barata.
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No obstante, la mayoría del tiempo lo pasamos en la Gaviota, porque no dejó de llover y porque ayer reiniciamos los directos de los domingos, algo que hacíamos en el canal del novato durante el confinamiento y que se ha vuelto a realizar, pero esperemos que los confinamientos no sean tan duros como aquellos.
Miércoles 28 de octubre
Combourg
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Llevamos en Bretaña un mes y tan solo hemos hecho una pequeña franja del territorio, la que va desde Saint Malo hasta Rochefort en Terre. Fuimos de norte a sur y ahora volvemos a Saint Malo, allí hemos quedado para ver a nuestra familia francesa.
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De camino a Saint Malo, paramos en Combourg. Dormimos en el aparcamiento de un centro comercial, concretamente el de un Intermarché. Al llegar ya era de noche, con el cambio de hora enseguida estamos a oscuras, pero quisimos salir a dar un paseo por el pueblo.
Nos resultó un poco decepcionante, apenas vimos nada, la iluminación era tan escasa que ni siquiera éramos capaces de distinguir si estábamos en la zona histórica o en la zona comercial.
Nos llamó la atención, eso sí, un luminoso informativo de gran tamaño que advertía del toque de queda desde las 21 horas hasta las 6 de la mañana. Fue un chasco enorme, pensábamos que Bretaña estaba libre del toque de queda y nos fuimos a casa algo tristes.
Aunque era tarde, nos fuimos a comer a La Gaviota, ya que no había ningún sitio con terraza al aire libre para poder hacerlo en Combourg.
Así que, terminamos el día comiendo unos bígoli con sardinas, especialidad de la casa, que estaban para chuparse los dedos.
<<<Desde que pasamos un invierno en el norte de Italia, Charo y yo, nos aficionamos a la pasta fresca, tanto que, la comemos de 3 a 4 veces por semana.
Yo, he ido inventando poco a poco, diferentes formas de hacerla en la Gaviota usando latillas que, son un excelente recurso gastronómico y nutritivo. |
Hoy, toca esperar pegados a la tele y Google, viendo como España se va confinando poco a poco, algo más cada día y esperando a ver qué dice Macron esta noche con lo que va a pasar con Francia y mas concretamente, con Bretaña que es lo que nos afecta a nosotros.
Y Macron habló y dijo lo que todos estábamos esperando y temiendo, que cerraba Francia durante un mes.....
Y nuestro viaje, ese que acabábamos de iniciar, tocaba a su fin. Bretaña, o mejor, lo poco que habíamos conocido de ella, nos había ido seduciendo y enamorando poco a poco.
Ha pasado ya casi un mes desde nuestra vuelta, pero no dejamos de comentar que, en cuanto este dichoso virus nos deje,
volaremos con la Gaviota hacia allí, su costa y sus impresionantes paisajes nos esperan.
Y nuestro viaje, ese que acabábamos de iniciar, tocaba a su fin. Bretaña, o mejor, lo poco que habíamos conocido de ella, nos había ido seduciendo y enamorando poco a poco.
Ha pasado ya casi un mes desde nuestra vuelta, pero no dejamos de comentar que, en cuanto este dichoso virus nos deje,
volaremos con la Gaviota hacia allí, su costa y sus impresionantes paisajes nos esperan.
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Y esta es la peli de lo que vivimos esos últimos días de nuestro viaje a Bretaña....
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