Después de abandonar París, no teníamos muy claro hacia dónde dirigir nuestros pasos, lo único que teníamos claro era que, queríamos continuar en Francia antes de emprender el regreso a España a mediados de enero. el destino elegido fue La Rochelle.
Martes 31 de diciembre
La Rochelle
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Yo quería comer ostras, las ostras me apasionan y me gusta comerlas en cualquier época del año, pero en estas fechas, se ven por todos lados y quizás por eso, llevaba varios días con esa obsesión. Pensé en la Rochelle, unos de los mejores lugares del mundo para comer tan apreciado molusco y se lo propuse a Carlos que, le pareció una estupenda idea.
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Salimos de París el sábado y hasta ayer lunes, no llegamos, vamos despacio y La Rochelle, solo es una pequeña escala en nuestro recorrido camino de España. Cuando te acostumbras a vivir sin prisa, todo va a otro ritmo.
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Estamos en un área muy bonita, con luz, nos encantan estas áreas modernas donde solo hay una barrera automática para entrar y salir, con servicios de carga y descarga y un borne de electricidad. No hay ningún servicio más, no los necesitamos y preferimos no tener que pagar por ellos. Sus coordenadas son N 46.16033 W 1.18432
Nos encantan las áreas francesas, muchas de ellas, por un precio muy asequible, son fantásticas y con luz incluida>>>
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Ayer por la tarde, cogimos la moto y nos fuimos al centro. Aparcamos en la plaza y el resto del día lo hicimos caminando, contar con la moto es una maravilla, pero no nos gusta dejar de caminar, andar es algo que nos apasiona y la única forma real de conocer cualquier lugar.
El área está a tres kilómetros del centro, así que, nuevamente la gaviota chica, nos hizo muy buen servicio>>>>
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Nos sorprendió la cantidad de gente que había por todas partes, estuvimos aquí en el verano de 2015 y no recordábamos que todo estuviese tan animado, pensamos que a los 75.000 habitantes de la localidad se le suman muchos franceses, en especial parisinos, que tienen casa aquí y ahora en fin de año, la gente ve La Rochelle como un lugar fantástico para divertirse y ser feliz. Estamos de acuerdo.
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El Puerto Viejo es delicioso, allí se mezcla la calma y la quietud de los barcos amarrados, con el bullicio de las terrazas, ayer por la tarde hacía un sol espléndido y no había ni una mesa libre, todas llenas.
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Justo al lado, hay una zona de construcciones en ruinas que ha sido tomada por los grafiteros que expresan su arte y había dibujos preciosos. Es evidente que, no todos los que llevan un spray con pintura en la mano pueden ser definidos como grafiteros, estos, lo son y han transformado un lugar que podría se calificado de cutre, en otro bien distinto, para nosotros una maravilla.
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Callejeamos por las animadas calles comerciales, muchas de ellas bajo soportales y por otras más tranquilas. La Rochelle es una localidad muy elegante, donde la mayoría de sus casas son de piedra y cualquier calle es bonita.
Ya de noche, estuvimos en el Mercado Central y empezó nuestra particular fiesta de las ostras. |
El mercado de la Rochelle, tanto la zona cubierta, como la del exterior, nos ha encantado>>>>
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Esta mañana, con un día muy distinto de frío y niebla, salimos a hacer la compra para la cena de Nochevieja y nuevamente, estaba todo lleno, no se podía caminar por el mercado. Una vez terminada, fuimos a comprar champán y algún dulce y como no podía ser de otra manera, hemos vuelto a tomar ostras, muchas !!!, son muy baratas y de una calidad impresionante. No hay mejor manera de despedir el año.
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Para nosotros, ha sido una auténtica maratón, nos tomamos cada uno 3 docenas de ostras, en el espacio de cuatro días>>>
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Comentamos los dos que ha sido un acierto venir a esta ciudad costera, nos está gustando muchísimo y no descartamos pasar aquí una larga temporada en otra época, no solo por ver y disfrutar de La Rochelle, sino también, de La Isla de Re y de la isla de Oleron, difícil de mejorarlo.
Charo y yo no descartamos, en un futuro, instalarnos con la Gaviota en La Rochelle por una larga temporada>>>
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Esta noche prometemos hacer una pequeña publicación con nuestra cena en la Gaviota y por supuesto que comiendo las uvas. Primero, veremos a la Pedroche, a la que no me puedo perder ningún año y tomaremos las uvas con Mariló Leal, nuestra ilustre amiga que dará las campanadas en la Televisión de Castilla la Mancha.
Viernes 3 de enero
Isla de Oleron: Chateau de Oleron
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Ayer, nos desplazamos desde la Rochelle hasta la isla de Oleron. Era el primer día del año y como siempre en ese día, suele estar todo cerrado, incluso la carretera estaba casi vacía. Siempre me ha llamado la atención lo que pasa el 1º de enero de cada año, es como si la gente hubiera quedado agotada de lo que ha vivido todo el año anterior y no les queden fuerzas para empezar uno nuevo.
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Llegamos al área municipal de Chateau de Oleron( N 45.89640 W 1.20219), un lugar estupendo, estaba llena de autocaravanas y cabían muchísimas más, los ayuntamientos franceses juegan en otra liga, en lo que al mundo autocaravanista se refiere y los autocaravanistas franceses también, muchos de ellos iban con “bichos” de esos que son tan grandes como los autobuses y algunos con un pequeño turismo enganchado. Por lo que se ve, no todos van buscando los lugares más soleados.
Yo seguía con su mi catarro y además llovía, así que, decidimos quedarnos en casita.
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Hoy, hemos dado un estupendo paseo por esta bonita localidad, primero por la Ciudadela, desde donde dominábamos el aspecto que producen las mareas en la costa, no deja de llamarnos la atención lo que baja la marea en el Atlántico, habría 200 metros o más, desde la orilla hasta el agua.
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Visitamos las antiguas casas de colores de los pescadores de ostras, algunas están casi abandonadas, pero otras se están recuperando para reconvertirlas en bares, tiendas de ropa o de productos artesanales. Es curioso, como se repite en tantos sitios, el fenómeno costero de las casitas de diversos colores, las explicaciones suelen ser diversas, pero yo, cada día más, pienso que tiene que ver con la pintura que se usaba para los barcos de pesca.
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Paseando, vimos un puente lleno de conchas de ostras vacías, todas contenían un pequeño texto. La gente escribe en una concha un deseo, luego la atan al puente y la abandonan allí a su suerte. Se dice que con el tiempo, el efecto de la lluvia y el viento, termina rompiendo la cuerda y la concha cae al agua, de esta forma el deseo se cumplirá.
A Charo le encantó la historia de las ostras y el deseo, dijo que era preciosa>>>>
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Yo no tenía ninguna concha en ese momento, pero pensé en poner una pidiendo que la tos me deje deje en paz y solo con eso y con alguna pastillita que le ha dado Charo, estoy mucho mejor.
Todo está decorado con mucho gusto y cuidan hasta el último detalle>>>>
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Mañana continuaremos ruta por la isla, buscaremos ostras, las famosas ostras de la isla de Oleron, porque en Chateau, no las hemos encontrado.
Sábado 4 de enero
Isla de Oleron: St Trojan les Bains
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Ayer, decidimos ir a SAINT TROJAN, habíamos leído que su mercado abre todos los días, así lo decía la pagina web del municipio. Nos levantamos bien temprano y a las 10, ya estábamos paseando por el pueblo con la intención de llegar pronto al mercado, llevábamos las ostras fijadas en el punto de mira. Aparcamos en el parking de la Liberté que tiene algunas plazas reservadas a autocaravanas 
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El pueblo es de esos en los que resulta una delicia pasear por sus calles, no tiene nada especial, pero todo es tan bonito como sencillo, casas con contraventanas pintadas en color azul pastel, espacios públicos bien cuidados y muy limpios, un lugar en el que, nada de lo que se ve desentona.
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Pero cuando llegamos al mercado nos llevamos el chasco, estaba cerrado, así que de momento se esfumaba nuestro plan de comer ostras a precio de mercado.
Cuando estuvimos en Japón, el día que fuimos a visitar el mercado de pescado, todos nos hacían esta señal que no entendíamos, hasta que llegamos allí y resultó que, ese era el día en que el mercado cerraba. Desde entonces, nosotros siempre hacemos este gesto para decir que algo está cerrado>>>>
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En cualquier caso el día era fantástico, con ese sol de invierno que calienta el alma. En la oficina de turismo, nos aconsejaron hacer un paseo de dos kilómetros siempre al borde del mar. Eso sí que fue una idea estupenda, de esos paseos que se quedan grabados en tu memoria para siempre.
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Pero insistimos con el “asunto de las ostras”, estábamos en la Isla de Oleron y no comerlas sería como ir a Valencia y no comer paella. Así que, decidimos seguir buscando, ya nos habían avisado en la oficina de turismo que, la única opción sería ir a un restaurante. Pero solo encontramos uno abierto y después de media hora esperando sin que nos atendiese nadie, decidimos marcharnos, hicimos bien porque estaba lleno hasta la bandera y ni una sola mesa tenia comida aún.
El paseo de ese día,dejándonos acariciar por el sol, es de los que no se olvidan fácilmente>>>
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Es evidente que, no es esta la mejor época para visitar Oleron, es algo que siempre ocurre en los lugares de playa, en invierno está todo cerrado y resulta triste ver los pueblos sin vida, es mas a veces resulta difícil tomar algo.
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Está claro que, la isla de Oleron merece que vengamos en primavera para disfrutarla bien y recorrerla con la moto, entonces, todo se verá muy distinto, pero de momento seguiremos a la caza y captura de una buena ración de ostras.
Fue un maravilloso día de relax, sol y paseos ...eso sí, sin ostras>>>>
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Domingo 5 de enero
Isla de Oleron: St Pierre de Oleron y faro de Chassiron
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Ayer amanecimos en SAINT PIERRE( N 45.945438 W 1.307696) y justo después de desayunar, fuimos directos al Mercado. La población es pequeña y el mercado lógicamente también, pero los puestos que había, disponían de productos de calidad y por supuesto de ostras, muchas ostras, estuvimos comprando en dos lugares diferentes y hablando con los vendedores.
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Aprendimos muchísimo, todo un mundo por descubrir, hasta ahora solo sabíamos que las había más grandes y más pequeñas. No hay manera de acostarse ni un solo día, sin haber aprendido algo nuevo.
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Hacía un día muy agradable, con ese típico sol de invierno que invita a sentarte en una terraza y eso hicimos, no había mucha gente en el pueblo, pero en las terrazas, al sol, no cabía nadie más. Qué tiempo tan estupendo estamos teniendo, es una pena no poder disponer de más días para sacar la moto y recorrernos bien la isla.
Aunque todos los mercados se parecen un poco entre sí, éste se diferenciaba de otros por la gran cantidad de puestos de ostras que había>>>>
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A mí me agobia abrir las ostras, aunque después de haber visto a tanto experto abriéndolas estos últimos días, creo que la próxima vez me resultará mas fácil. En cualquier caso, nos las abrieron en el mercado y nos las llevamos ya listas para la Gaviota. Se quedaron esperándonos en el frigo.
En todos estos días por la isla y La Rochelle, ningún vendedor se ha negado a abrirnos las ostras>>>>
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Después de comernos las dos docenas de ostras, que estaban deliciosas, nos desplazamos a SAINT DENIS DE OLERON, habíamos leído que allí hay un área y pensábamos quedarnos un día, pero al llegar, nos encontramos con que, estaba cerrada por reformas, así que tuvimos que cambiar nuestros planes, necesitábamos vaciar y cargar agua, en invierno las opciones suelen reducirse mucho.
No obstante, nos acercamos al extremo de la isla para ver el FARO DE CHASSIRON. Es curioso lo atractivos que resultan los faros, una construcción tan sencilla de la que, se podría pensar que es poco interesante, pero tienen algo que te seduce.
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Había mucha gente paseando por la zona, que es muy bonita, de forma especial los dibujos que se ven gracias a la marea baja, estos están formados por pequeñas rocas y arena de playa de forma que, parecen los surcos que hacen los arados de los campos de cultivo.
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Y dimos por terminada nuestra estancia en Oleron y también en Francia, hoy ya estamos de vuelta hacia España, han sido cuatro meses y medio muy intensos y maravillosos.
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Nos despedimos de Francia, un país donde nos encontramos muy a gusto, somos conscientes de que a muchos españoles, Francia les fastidia un poco porque esta ahí en medio y hay que atravesarlo para ir a cualquier lugar de Europa y pagar los peajes de las autopistas. Pero para nosotros en cambio, es “el País” un lugar donde siempre somos felices, donde hay muchísimo que ver y mucho mas que vivir, donde comemos un queso excelente, tomamos vino de máxima calidad, incluso a veces champán, aunque poco que es muy caro.
Puede que sea porque ya nunca vamos por autopista, o porque hablamos francés o sencillamente porque somos un par de afrancesados, pero nos vamos con algo de pena.
Y hoy es la noche de Reyes y nosotros en ruta, me temo que nuestros reyes magos van a necesitar algo más que una buena escalera, o traen un GPS de ultima generación o no nos encuentran.