Lunes 11 de febrero
Bérgamo: La ciudad baja
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Llegamos al área de autocaravanas de Bérgamo (45.71321 9.70212) a la hora de comer, el sábado 9 de febrero. Estaba lloviendo y decidimos no salir de la Gaviota. Al día siguiente era domingo y estuvo todo el día lloviendo sin parar, además, tocaba buscar lavandería, afortunadamente encontramos una a 700 metros del área, así que, paraguas en mano y con las bolsas llenas de ropa, fuimos a hacer esta tarea semanal. Decidimos no salir tampoco ese día, hacía frío, lluvia y viento, Bérgamo podía esperar. |
El lunes,amaneció un día con sol, nos sentíamos muy afortunados y nos dispusimos a explorar la ciudad. Bérgamo tiene dos partes, la ciudad baja que es la moderna y donde vive la mayoría de la población y la ciudad alta o medieval.
Ese día, decidimos conocer primero la ciudad baja. Enfrente del área hay un autobús hacia el centro y detrás del área, sale un tren. Si se quiere ir caminando hacia el centro, son unos 3 kilómetros, nosotros elegimos ir caminando, siempre que el tiempo acompaña, preferimos hacerlo, para conocer no sólo la zona histórica o turística de la ciudad.
El paseo resultó muy agradable y desde el primer momento la ciudad baja nos apasionó, bulliciosa, vibrante, animada, bonita, con muchos edificios de principios del siglo XX, grandes avenidas y muchas tiendas donde hacer shopping, que, aunque nosotros en nuestra nueva vida, es una actividad que prácticamente hemos erradicado, nos sigue gustando ver tiendas y los avances de la moda.
Llegamos a la zona de la vía Roma que es una de las más importantes y pasamos el resto de día callejeando, comiendo, visitando las bonitas iglesias que aparecían en nuestro camino. Las horas pasaron rápidas, terminamos por la tarde muy cansados y pensando que si esta parte de la ciudad, de la que las guías no hacen mención, nos había encantado, qué sería cuando conociéramos la ciudad alta.
Martes 12 de febrero
Bérgamo: La ciudad alta
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Amaneció otro día soleado, cogimos el autobús y nos dispusimos a explorar la ciudad medieval. Lo primero que nos llamó la atención es la cantidad de turistas que allí había, nos resultó curioso, porque para nosotros, Bérgamo era una absoluta desconocida.
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Empezamos a callejear y enseguida llegamos a la plaza Vecchia que lucía preciosa, con sus terrazas y el ir y venir de gente. En ella está la Torre del Comune con un reloj y una campana que toca 100 campanadas todos los días a las 10 de la noche, en recuerdo de un antiguo toque de queda, el palacio della Ragione, un bonito edificio del siglo XXII y en el lado opuesto a este palacio, se encuentra el palacio nuevo que destaca mucho por ser todo blanco.
Cruzando los porches del palacio della Regione se llega a la Cappella Colleoni que alberga la tumba de un político muy famosos de Bérgamo, Bartolomeo Colleoni, su visita es de pago, nosotros no lo hicimos, pero te podías asomar y lo que se veía era precioso. A su lado está la basílica románica de Santa Maria Maggiore, preciosa y muy barroca, allí está la tumba del compositor de óperas Gaetano Donizzetti. Al lado de esta, la catedral, no gustó menos.
Seguíamos paseando y llegó la hora de comer, había que probar la polenta taragna, un plato típico de la zona. Nos habían aconsejado un restaurante donde tomarla, pero es días estaba cerrado, así que probamos en otro…. No nos gustó mucho la verdad.
La ciudad alta de Bérgamo es para callejearla y perderte por sus calles. Subimos hasta la fortaleza o Rocca, pero estaba todo cerrado por obras.
Sobre las cinco de la tarde ya estábamos cansados y nos habíamos hecho una buena idea de la ciudad, por lo que decidimos volver a la Gaviota a descansar y preparar la siguiente visita.