Un Viaje a la Provincia de Castellón, del Mar a la Montaña. |
Desde que hemos iniciado la andadura de los viajes con la Gaviota, hace ahora nueve meses, hay un tipo de viaje que parece que se configura como nuestro favorito, consiste en conocer, mas o menos a fondo, una zona o una provincia. Esa forma de viajar era algo mas difícil de hacer cuando no teníamos la posibilidad de llevar nuestra casa a cuestas. Así lo hicimos en la Rías Bajas de Galicia o en el litoral de Cantabria y sin duda vamos a seguir con una idea parecida de aquí en adelante. Ademas, consecuente con un cierto afán exploratorio, nace en nosotros la tentación de incorporar zonas que por una u otra razón no son tan populares como otras, poco queda de explorar sin que ya haya sido explorado ya, así que como sucedáneo bien puede valer lo que es “algo” menos conocido.
Quizás está en nuestra mente la idea de que durante estos años atrás de viajeros convencionales en los que no disponíamos de un medio como el de la autocaravana nos hemos perdido mucho, tanto que cada vez que ahora hacemos un viaje a un sitio donde hemos estado antes, tenemos la sensación de que es la primera vez que lo conocemos de verdad.
Y esta vez le ha tocado a Castellón. De Castellón es muy popular Peñiscola, Benicasim y la dichosa cuidad de vacaciones de Oropesa del Mar, sin embargo la capital de la provincia Castellón de la Plana es una gran desconocida para muchos de nosotros. Conocer, al menos un poco, la provincia de Castellón ha sido la idea que hemos tenido en este viaje.
Al aproximarse las fechas para el viaje a Castellón y metidos en la faena de hacer un leve diseño del recorrido, lo primero que siempre aparecía encima de la mesa era eso de que “Castellón es la segunda provincia mas montañosa de España”. Pues bien, hemos intentado con ahínco saber cual es la provincia mas montañosa y por lo tanto la que que le quita el titulo de campeona a Castellón pero no ha habido manera de encontrarla, así que no sabemos de donde salió eso de ser la segunda provincia mas montañosa, ni tampoco el método seguido para llegar a esa conclusión, pero de lo que no cabe duda es que Castellón es una provincia que al estar en el litoral mediterráneo goza de un gran número de bonitas playas y además excepcionalmente goza de la presencia de la montaña. Por lo tanto resultaba necesario no solo conocer el litoral, que sin duda es la parte mas “resultona” de la provincia, sino ademas hacer un breve recorrido por algunos de los pueblos de su serranía. Para ello contábamos con los días de semana santa, así que salimos el miércoles y volvimos el domingo.
Quizás está en nuestra mente la idea de que durante estos años atrás de viajeros convencionales en los que no disponíamos de un medio como el de la autocaravana nos hemos perdido mucho, tanto que cada vez que ahora hacemos un viaje a un sitio donde hemos estado antes, tenemos la sensación de que es la primera vez que lo conocemos de verdad.
Y esta vez le ha tocado a Castellón. De Castellón es muy popular Peñiscola, Benicasim y la dichosa cuidad de vacaciones de Oropesa del Mar, sin embargo la capital de la provincia Castellón de la Plana es una gran desconocida para muchos de nosotros. Conocer, al menos un poco, la provincia de Castellón ha sido la idea que hemos tenido en este viaje.
Al aproximarse las fechas para el viaje a Castellón y metidos en la faena de hacer un leve diseño del recorrido, lo primero que siempre aparecía encima de la mesa era eso de que “Castellón es la segunda provincia mas montañosa de España”. Pues bien, hemos intentado con ahínco saber cual es la provincia mas montañosa y por lo tanto la que que le quita el titulo de campeona a Castellón pero no ha habido manera de encontrarla, así que no sabemos de donde salió eso de ser la segunda provincia mas montañosa, ni tampoco el método seguido para llegar a esa conclusión, pero de lo que no cabe duda es que Castellón es una provincia que al estar en el litoral mediterráneo goza de un gran número de bonitas playas y además excepcionalmente goza de la presencia de la montaña. Por lo tanto resultaba necesario no solo conocer el litoral, que sin duda es la parte mas “resultona” de la provincia, sino ademas hacer un breve recorrido por algunos de los pueblos de su serranía. Para ello contábamos con los días de semana santa, así que salimos el miércoles y volvimos el domingo.
Miércoles 23: San Román de los Montes, ChivaSalimos a las 7 de la tarde mas o menos, la idea era llegar lo mas cerca posible de Segorbe que era nuestro primer destino. A la altura de Chiva siendo mas o menos las doce de la noche nos venció el cansancio y buscamos donde dormir en ese pueblo.. Aparcamos en la vía principal en un sitio tranquilo entre los arboles y bien iluminado, cenamos algo ligero y a dormir que mañana empieza el viaje de verdad.
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Segorbe |
Así que después de desayunar emprendimos rumbo hacia Segorbe, llegamos poco después y aparcamos en el área que esta justo al lado de la estación (N 39º 50´53” W 0º 28´55”). El área es mas bien una calle donde se aparca en linea, pero es muy tranquila y cuanta con todos los servicios menos el de conectarse a la luz. Una vez allí se puede subir andando hasta el centro del pueblo y así lo hicimos.
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Segorbe cuenta en la actualidad con algo mas de 9.000 habitantes, es decir es un pueblo mas bien grande, pero un pueblo, sin embargo tiene una aspecto señorial, algo recio eso si, puede que eso se deba a que fue hasta hace 50 años sede de la diócesis de Segorbe. Hoy en día la comparte con Castellón de la Plana, pero eso ha supuesto que conserva un importante patrimonio arquitectónico concentrado en su casco antiguo, dicho patrimonio forma un conjunto que que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Así que paseamos un poco por sus calles, ese día había mercadillo por lo que había un bullicio de gente y puestos muy considerable. |
Al pasear por Segorbe la edificación que más resalta es la Catedral Basílica, (junto con las dos torres y el acueducto), su estructura es gótica pero en el interior hay zonas reconstruidas en un estilo barroco espectacular. Nada mas entrar destaca el claustro, que es muy peculiar, ya que la planta es de forma trapezoidal, al parecer había que encajarlo dentro de las murallas y no es cuadrado como todos los claustros. hay que pagar una mínima cantidad para visitar el museo catedralicio (juraría que fue un euro) y desde luego merece la pena porque es una maravilla ver los retablos que se exponen, hay alguna pieza mas (un sepulcro alucinante policromado) y desde luego nos encantó verlo.
Salimos de la Basílica y paseamos un poco mas por el pueblo hasta llegar al área a recoger la Gaviota. A la salida camino de Navajas vinos las indicaciones que nos llevaban a la Fuente de los 50 caños también llamada la Fuente de agua fresca o Fuente de las Provincias, me impacto este último nombre y quiero explicar porqué.
España es un país que copió descaradamente el sistema centralista francés y buena parte de esa estructura resiste y resiste contra los caprichosos ataques de los políticos con los que el destino ha querido torturarnos. Ante tanto mediocre (al menos para mi), siempre aparece la privilegiada mente y pluma de Javier de Burgos (político, periodista y escritor). Mediante una simple circular en 1833, Javier de Burgos siendo Secretario de Estado creó el Estado Centralizado Español dividido en 49 provincias y 15 regiones, es decir prácticamente lo que conocemos hoy en nuestras vidas, es decir de puntillas, como quien no quiere la cosa y sin hacer ninguna rueda de prensa. Ha llovido desde entonces y siempre aparece alguien queriendo hacer algo para acabar con lo que “diseñó” Javier de Burgos, pero ahí sigue y sigue y sigue.
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Dejamos el Salto de la Novia y nos fuimos a tomar algo en alguna de las terrazas que había ese día en Navajas, llenas de gente. Puede que fuera por ser fiesta y estar en plenas vacaciones de semana santa, pero el caso es que había mucha vida, eso nos llamaba especialmente la atención porque Navajas es un pueblo con algo mas de 700 habitantes.
Nos dimos por comidos con lo que habíamos “tapeao” en una terraza y emprendimos un paseo por las calles residenciales para ver la zona donde están las casas señoriales. Disfrutamos muchísimo porque hay casas preciosas y de las que no nos imaginamos que nivel económico hay que tener para ser dueño de una de ellas A mediados del pasado siglo, Navajas fue el lugar elegido por las casas señoriales valencianas para pasar el verano, así pues, toda la entrada del pueblo está con una muy buena representación de las casas solariegas, parece ser que lo que vemos hoy son solamente esbozos de su anterior esplendor, así que no quiero imaginarme como sería.
Uno de los planes que teníamos en Navajas era conocer su vía verde. En Castellón hay bastantes antiguas vías ferroviarias transformadas hoy en día en vías verdes.
La encontramos aunque el acceso nos despisto un poco ya que se trataba de una larga cuesta con una pendiente tan sumamente pronunciada que desechamos la idea inicial de ir con las bicicletas y eso fue una pena, porque una vez arriba la vía verde hace un recorrido precioso por toda la zona. Lo hicimos a pie y vimos alguna gente en bicicleta. En cualquier caso llegamos hasta el Pantano del Regajo donde hicimos la foto de rigor y dimos media vuelta.
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Jérica
Habíamos pasado un buen rato en Navajas y ahora nos tocaba el último de los pueblos programados para el día de hoy: Jérica
Nos sorprendió Jérica porque sabíamos que es un pueblecito de solo 1.600 habitantes, pero a simple vista es un pueblo muchísimo mayor, en cualquier caso el centro del pueblo y las inmediaciones de la parte alta donde está la Torre Mudéjar (siglo XVII), construida para albergar las campanas de la población y el fortín que la rodea (declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural) nos llamaron mucho la atención. |
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Al llegar nos propusimos subir hasta arriba y desde allí fuimos bajando y callejeando por la población, el lugar tiene mucho encanto. No pudimos visitar nada porque todo estaba cerrado pero aún así nos gustó mucho.
Castellón de la PlanaTerminamos el día en Castellón de la Plana. No teníamos una idea clara de donde parar para dormir, de entrada estuvimos dando una vuelta por la ciudad porque el área que llevábamos planeada era de la playa, es decir del Grau y se encuentra algo lejos del centro de la capital. Estuvimos a punto de parar en una gran avenida pero decidimos bajar a el Grau y la verdad es que fue un completo acierto por muchas razones, pero sobre todo porque el Grau de Castellón es una auténtica maravilla. Hay mucho que contar del Grau, porque es bastante grande y hay un poco de todo, pero desde luego las zonas en las que mas estuvimos son excepcionales.
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Nos llevamos una considerable sorpresa al llegar al área (39º 59´ 4” N 0º 1´ 25” E) que me había facilitado “Pafeta” un compañero de AC Pasión, primero porque es una zona preciosa en la playa y segundo por la cantidad de autocaravanas que había, exactamente 50 autocaravanas y dos caravanas, es la primera vez que veo dos caravanas en plena calle (no deja de ser la calle).
El día para mi y para Charo era un poco especial porque el día 24 de marzo es el día de mi cumpleaños, sesenta y dos añitos de nada que me caían, así que tras dejar la Gaviota mas o menos bien colocada entre las otras autocaravanas nos fuimos andando hacia el centro del Grau. Ibamos buscando un restaurante concreto, había leído en el foro de Ac pasión a un compañero (el citado Pafeta) que nos recomendaba el área del Grau y ademas decía que de paso no se nos olvidara tomar un arroz a banda en el “Restaurant Mediterráneo” del Grau, así que íbamos buscando este restaurante para celebrar mi cumpleaños con una buena cena. Cenaríamos un arroz a banda lo que para un par de españolitos es como un asesinato gastronómico, porque cenar arroz es cosa de los “guiris". Lo encontramos fácilmente y reservamos para la cena, parece ser que no hace falta reservar por la noche en Castellón, posteriormente lo pudimos comprobar, en el Grau la gente baja mucho a comer pero no a cenar, así que no estaríamos solos en la cena pero tampoco a rebosar.
El día para mi y para Charo era un poco especial porque el día 24 de marzo es el día de mi cumpleaños, sesenta y dos añitos de nada que me caían, así que tras dejar la Gaviota mas o menos bien colocada entre las otras autocaravanas nos fuimos andando hacia el centro del Grau. Ibamos buscando un restaurante concreto, había leído en el foro de Ac pasión a un compañero (el citado Pafeta) que nos recomendaba el área del Grau y ademas decía que de paso no se nos olvidara tomar un arroz a banda en el “Restaurant Mediterráneo” del Grau, así que íbamos buscando este restaurante para celebrar mi cumpleaños con una buena cena. Cenaríamos un arroz a banda lo que para un par de españolitos es como un asesinato gastronómico, porque cenar arroz es cosa de los “guiris". Lo encontramos fácilmente y reservamos para la cena, parece ser que no hace falta reservar por la noche en Castellón, posteriormente lo pudimos comprobar, en el Grau la gente baja mucho a comer pero no a cenar, así que no estaríamos solos en la cena pero tampoco a rebosar.
Volvimos a la Gaviota a dar una vuelta por la zona de la playa y disfrutar un rato de un lugar absolutamente privilegiado. Bajamos las bicis y volvimos otra vez, esta vez en bicicleta, hacia el Restaurant Mediterráneo para cenar y celebrar mi cumpleaños.
Hay que decir que llevaba todo el día mosca (mas bien muy mosca), como es sabido el Facebook avisa a todos tus amigos cuando es tu cumpleaños, de hecho yo antes era un desastre y jamás felicitaba a nadie, hoy en día soy un auténtico detallista que felicito a todo el mundo, a veces el primero. Pues bien a mi a las 9 de la noche aún no me había felicitado nadie y eso simplemente me parecía imposible, se bien que muchos de mis amigos no dejarían de felicitarme, si alguien se lo hubiera recordado. …. serán hijos de la gran bretaña !!!!!.
No es que tenga nada contra los de Facebook, pero ellos nos enchufan publicidad, paginas recomendadas y no se cuantas milongas mas y de mi cumpleaños se olvidan, eso es una canallada. Charo dice que Mark Zuckerberg es muy listo y se me la tiene jurada porque está viendo lo buena que es la Gaviota Viajera, vamos que me tiene envidia….jejejeje.
Hay que decir que llevaba todo el día mosca (mas bien muy mosca), como es sabido el Facebook avisa a todos tus amigos cuando es tu cumpleaños, de hecho yo antes era un desastre y jamás felicitaba a nadie, hoy en día soy un auténtico detallista que felicito a todo el mundo, a veces el primero. Pues bien a mi a las 9 de la noche aún no me había felicitado nadie y eso simplemente me parecía imposible, se bien que muchos de mis amigos no dejarían de felicitarme, si alguien se lo hubiera recordado. …. serán hijos de la gran bretaña !!!!!.
No es que tenga nada contra los de Facebook, pero ellos nos enchufan publicidad, paginas recomendadas y no se cuantas milongas mas y de mi cumpleaños se olvidan, eso es una canallada. Charo dice que Mark Zuckerberg es muy listo y se me la tiene jurada porque está viendo lo buena que es la Gaviota Viajera, vamos que me tiene envidia….jejejeje.
El caso que entre broma y broma compartí mi enfado por la actitud marginadora de Mark contra mi con los amigos que tengo en el Facebook y así llegamos al restaurante. Cenamos de maravilla el arroz a banda recomendado por el compañero y además desde ese momento no dejaron de contestarme los amigos del Facebook para felicitarme. No ha habido año en que las felicitaciones de mi cumpleaños hayan sido mas numerosas y divertidas. En el Restaurante nos atendía Antonio (suponemos que debe ser el dueño o casi el dueño) y nos divertimos muchísimo porque le contamos de que iba tanta diversión y el participó de la broma trayéndome un pequeño pastelito con una vela encendida. Su simpatía, el arroz que estaba impresionante, las bromas de mis amigos por la discriminación del Facebook y la botella de Cava (de la que no consigo recordar el nombre) hicieron del momento algo inolvidable: Desde aquí te quiero dar las gracias Mark Zuckerberg por pasar de mi. La foto que me hicieron es un horror pero refleja muy bien el momento.
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Terminamos de cenar y volvimos a la Gaviota en bici, contentos muy contentos.
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El Grau, la playa
Cogimos las bicis y emprendimos camino hacia Castellón. Sufrimos alguna confusión pero al final nos indicaron que lo mejor es coger la Avenida del Mar (que curiosamente sale del lugar donde se encuentra el restaurante Mediterráneo) y subir todo recto y sin pérdida hacia el centro de Castellón, son solo 5 kilómetros muy cómodos en bicicleta, desde luego usar la bici en Castellón es una opción muy recomendable porque ni siquiera en la Avenida del Mar que te lleva hacia el Centro de Castellón se aprecia la pendiente, imagino que algo hay pero ni se nota.
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Avenida del Mar
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La Avenida del Mar es una gran vía pública en la que por el centro hay un gran carril de color rojo por donde transcurre lo que llaman “tram” y que es lo que comúnmente se conoce como trolebús, es decir un autobús eléctrico con troles como los tranvías. A lo largo de la Avenida está perfectamente delimitado el carril bici como en casi toda la cuidad y en el Grau donde a lo largo de toda la costa está muy bien señalizado. Hay que decir que poner un carril bici supone una apuesta inequívoca del Ayuntamiento de turno porque no es solo pintar el carril sino reservar el espacio, solo por esto Castellón nos ha conquistado, es una ciudad de aire limpio, con solo 170.000 habitantes, es un tamaño manejable y hay muchas calles peatonales. Lamentablemente estuvimos solo en día de fiesta y no pudimos conocerla en día laborable que imaginamos que será mucho mas bulliciosa, pero eso no será ningún problema porque así tenemos una buena excusa para volver.
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Plaza Mayor
Llegamos a la Plaza Mayor de forma casi intuitiva y estábamos justo delante de la Oficina de Turismo así que entramos para tener más información. En cualquier caso ya digo que el día no acompañaba, en la Plaza está la Iglesia Santa María la Mayor y por supuesto cerrada, a simple vista es gótica (mas bien neogótica) pero tiene en su diseño algunas peculiaridades que me interesaban y me hubiera gustado verla por dentro, la verdad es que me llevan los demonios –nunca mejor dicho- lo difícil que es ver nuestros templos, dicen los jefes de la Iglesia que el patrimonio de la iglesia es nuestro, al menos de los católicos, vale pues si hay que llevar la partida de bautismo la llevo, pero por favor dejenme entrar en ellos. Junto a la Iglesia se encuentra la torre campanario El Fadrí que ha sido declarada Bien de Interés Cultural, es unatorre campanario, es decir el campanario está separado de la iglesia, se trata de algo excepcional porque jamás he visto un caso como este. El caso es que la torre tienen unos sesenta metros de altura y hacerle una foto con tan pocos medios es algo difícil, al final lo conseguí pero está un poco torcida.
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Antes de ir a Castellón de la Plana habíamos leído mucho sobre si la cuidad es bonita o no y sobre la vida diaria que te ofrece, muchas veces en foros de los que los usuarios son principalmente gente muy joven las opiniones eran básicamente negativas con comentarios del tipo de que la cuidad es fea y que vivir en ella es un “muermo”. Después de ver la Plaza Mayor y mucho mas cuando has dado una vuelta por el centro, uno obtiene una idea clara de por dónde puede que vayan las criticas y las opiniones. Nosotros tenemos la nuestra y desde luego no es negativa. Es cierto que es una ciudad provinciana, pero yo diría que como todas, salvo las cinco grandes todas lo son en mayor o menor medida y también es cierto que solo tiene 170.000 habitantes lo que supone que no puede competir en bullicio con las ciudades mas grandes o con poblaciones de costa que en verano triplican su población y donde todo es juerga y diversión.
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Es una ciudad tranquila, donde no es caro vivir y no te va a faltar de nada, goza además de una calidad de vida espectacular, para colmo cuenta con una costa mediterránea muy bonita, es decir tiene mar, el Grau es una delicia donde da gusto ir a disfrutar de la playa o hacer deporte o incluso a comer en uno de sus restaurantes de la zona del puerto. Nosotros somos muy exigentes con la imagen que nos trasmiten los lugares que visitamos, a veces es buena pero a veces es cutre y es verdad que Castellón no tiene un casco antiguo medieval o calles estrechas con un encanto especial, pero de ahí a decir que es una ciudad fea va un mundo, porque fea no es y no tiene, o al menos nosotros no lo vimos, esas zonas marginales que tan aborrecibles hacen a otras ciudades.
El caso es que tras ver con detalle la Plaza Mayor nos sentamos en una de las terrazas que están cerca de la plaza en zona peatonal, después buscamos las calles donde están los bares de tapas de Castellón, son dos o tres calles en los que están instalados toldos para defenderse del sol a lo largo de la calles de la misma forma que ocurre en otras ciudades, pero no estaban abiertos, eran las 12 de la mañana y todo cerrado, no es la primera vez que encontramos un sitio donde la costumbre es ir mucho mas tarde de lo normal, nos fastidió un poco porque nos apetecÍa tapear y seguir de cotilleo viajero, pero seguimos andando y conociendo la cuidad, ya volveríamos mas tarde.
Dimos un paseo por los senderos del parque Ribalta que se encuentra en el centro, todo un lujo para cualquier cuidad, el parque es el paseo cotidiano de las gentes de Castellón, sin duda un rinconcito muy interesante. |
Volvimos poco después a las calles de los bares de tapas y aquello seguía cerrado, no entendíamos nada, día de fiesta y los bares de tapas se habían tomado el día libre. Así que volvimos a callejear y encontramos una terracita donde nos dieron varias tapas de un estilo de cocina muy actual, estaban riquísimas, al final en esta ciudad se vive de maravilla.
Terminamos de comer y aun aprovechamos para dar otra vuelta por las calles de Castellón, según paseábamos nos dimos cuenta que llevábamos todo el día viendo grupos de tres o cuatro mujeres de bastante edad muy bien arregladas que parece que se dirigían a tomar algo auna terraza o una cafetería, iban vestidas como para misa de doce y aparentemente recién salidas de la peluquería, parece ser como una nueva versión de lo que llamamos “tarde de chicas” en lo que mas bien llamaríamos “tarde de mujeres de edad dorada” hice una foto a cuatro de ellas, se puede decir que a traición porque se la hice de espaldas, no me atreví a pedirles la pose. Estuvimos comentando esta circunstancia que nos chocaba mucho, primero porque siempre eran tres o cuatro, lo que parecía una condición fija, segundo porque se las veía muy “peripuestas” en su estilo de unas señoras de cierta edad muy arregladas y por último porque dice mucho de una localidad que su gente mayor tenga la voluntad de juntarse con otros amigos (en este caso amigas) y salgan a tomar algo, eso que es algo habitual en otros países europeos a veces es una excepción en España, otro punto a favor de Castellón.
Nos despedimos de la cuidad viendo un ficus centenario de la plaza María Agustina, es un árbol muy querido por los castellonenses y del que están siempre muy preocupados por cualquier cosa que le pasa.
Volvimos a tomar la Avenida del Mar y el carril bici para bajar a el Grau. Al llegar allí decidimos dar un vuelta por la zona más vieja del Grau y por el Puerto que aun no habíamos visto bien. |
La zona vieja del Grau es la parte mas humilde de Castellón o al menos la mas humilde de lo que hasta ahora llevábamos visto, además ese día había un mercadillo a la española en el barrio, en ese momento estaban levantando los puestos y se veía todo asqueroso. Digo mercadillo a la española porque jamás se toleraría en ningún país europeo que los comerciantes de estos puestos ambulantes dejaran la zona como un basurero. Es algo que pasa en todos lados y no deja de sorprenderme que nadie tome medidas, pero en el Grau tuve la sensación de que la basura era más abundante.
Y después llegamos al Puerto, aquí estaba la explicación de que no viéramos a nadie en los bares de tapas en Castellón una mañana de un día de fiesta, porque el Puerto estaba completamente lleno de restaurantes donde la oferta se centra en el arroz y el pescado, no cabía un alfiler y los precios eran muy económicos, lógicamente no había nadie en los bares de Castellón porque todos estaban en el Grau comiendo un arroz.
Y después llegamos al Puerto, aquí estaba la explicación de que no viéramos a nadie en los bares de tapas en Castellón una mañana de un día de fiesta, porque el Puerto estaba completamente lleno de restaurantes donde la oferta se centra en el arroz y el pescado, no cabía un alfiler y los precios eran muy económicos, lógicamente no había nadie en los bares de Castellón porque todos estaban en el Grau comiendo un arroz.
Zona del Puerto por la mañana.
Volvimos a la Gaviota y emprendimos camino hasta nuestro siguiente destino Benicasim.
BenicasimFuimos directos al área de Benicasim para vaciar y llenar aguas, el área es un asco por muchas razones, la primera un panel con un mensaje en el que se da la bienvenida a las autocaravanas, mensaje que firman el Ayuntamiento, los campings de la zona y los comerciantes, no es muy difícil entender las razones para que un mensaje institucional que debería ser solo del Ayuntamiento lo firmen además los propietarios de los campings, es decir es una bienvenida cuando menos peculiar, con mensaje subliminal, cuanto caciquismo queda aun en este país. El caso es que el lugar es horrible y para llenar agua hay una manguera conectada de forma fija lo que supone que la gente la usa para meterla dentro del casete de las “cacas”, menuda cerdada, así que vaciamos y punto.
Desde luego en ese sitio no nos íbamos a quedar, así que callejeamos dentro de la localidad y encontramos una calle (Carrer Yolanda Casalduch, 40º 3´4” N 0º 4´17” E) cerca del paseo de la playa, estuvimos fenómeno junto a un par de autocaravanas mas. |
Nada mas llegar dimos un paseo por el sencillo paseo marítimo de la Playa Voramar, me atrevería a decir que es el puro centro de Benicasim, ya que esta localidad de tan solo 18.000 habitantes es absolutamente turística. Si acudimos a Wikipedia pera ver los lugares de interés, veremos que solo cita playas, el Desierto de las Palmas y el Monte Bartolo.La Playa Voramar es de bandera azul y está ubicada en la zona residencial del paseo marítimo, por ello es el centro neurálgico de la localidad.En ese momento en que comenzamos a pasear es justo cuando empezaba a anochecer y el paseo estaba abarrotado de gente paseando, había sobre todo parejas con niños. El paseo no puede decirse que sea espectacular, ni siquiera es muy ancho, pero resulta encantador y la playa es muy bonita, su situación permite contemplar las villas de principios del siglo XX las que Benicasim fue conocida como la "Biarritz de Levante"muchas de ellas han sobrevivido a la fiebre constructora de las últimas décadas del siglo XX. Recorrimos todo el paseo ya de noche de forma que aunque nos hicimos una idea de como era Benicasim habría que esperar a la mañana para verlo mejor. Antes de llegar habíamos leído algo sobre la Ruta de las Villas y ahora según paseábamos fuimos viendo los paneles donde las iban explicado, la verdad es que entramos en situación enseguida y nos vimos metidos en lo que se llamaba “el infierno” como si estuviéramos viendo nosotros aquella época. Ese terrorífico nombre parece que viene como consecuencia de que en pleno esplendor de las Villas señoriales de Benicasim las fiestas dentro de las villas eran una constante como también lo eran los excesos de todo tipo, de ahí que las personas encargadas del servicio así como el resto de los habitantes de la localidad dijeran que aquello era el mismísimo infierno. Nos resultó todo muy divertido y vimos que una de esas antiguas villas hoy estaba transformada en un restaurante y no lo dudamos, pasamos a cenar.Hacía una noche estupenda, algo de fresco pero había mucha gente cenando al aire libre. Nos sorprendió que la calidad de la cena fue muy buena y en absoluto resultó caro.
Nos fuimos a la Gaviota a dormir, mañana veríamos mejor esta localidad con la luz del día.
Sábado santo 26: Benicasim, Oropesa del Mar, Peñiscola, Benicarló, Vinaroz, MorellaPor la mañana temprano como de costumbre salí a dar un paseo y hacer unas fotos mientras Charo preparaba el desayuno, estaba muy cerca del paseo marítimo así que me acerqué….. que maravilla el paseo a esas horas (aun no eran las nueve de la mañana). Anoche habíamos visto este sitio con la luz de las farolas y lleno de gente paseando, ahora se me llenaban los ojos con el sol iluminando todo y el paseo marítimo lleno del color de la mañana, estaba vacío, apenas había alguien paseando o haciendo deporte, el mar justo delante con un azul espléndido, me pareció todo tan bonito que volví deprisa para desayunar cuanto antes y que Charo bajase conmigo y disfrutase del momento.Antes de volver me paré un segundo y me di cuenta de que ahora el paseo marítimo me parecía el doble de grande y muchísimo mas elegante y grandioso que anoche.
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Desayunamos y bajamos las bicicletas ya que íbamos a ir en bici toda la mañana, poco después ya estábamos otra vez los dos en el paseo Marítimo embelesados por la elegancia que mostraban las Villas, nos paramos delante de Villa Amparo y Villa Victoria dos de las que mas nos atraían. Es difícil decir cual es mas bonita, en cualquier caso ambas fueron objeto de múltiples historias en especial porque estaban aquí durante la convulsa época de la guerra civil española y el periodo de la II Guerra Mundial.
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En Villa Amparo (de estilo colonial americano) tuvo lugar un romance entre Ernest Hemingway y la periodista de guerra Marta Gellhorn. De villa Victoria se dice que fue centro de reuniones nocturnas y de las fiestas mas importantes de Benicasim. Recorrimos el kilometro largo donde están las villas sin dejar de mirar la playa que es preciosa
La ruta resulta muy agradable porque no hay ni una sola pendiente. Nosotros vimos mucha gente paseando a pie o en bici y mucha gente haciendo deporte. La vía verde termina el recorrido en Oropesa del Mar al lado de la playa de la Concha.
La playa de Benicasim desde el inicio de la Vía Verde
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Justo al final del Paseo Marítimo empieza el recorrido de la Vía Verde, un antiguo trazado del tren hoy convertido en una preciosa ruta que une Benicasim y Oropesa del Mar.Puede hacerse a pie ya que son algo más de 5 Kilómetros pero nosotros lo hicimos en bicicleta.Durante el trayecto no dejas de tener a la vista una imagen permanente del mar, con miradores, viejas ruinas de piedra, túneles, en definitiva un recorrido alucinante.
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Oropesa del Mar
Llegamos y dimos una vuelta por Oropesa y la verdad es que no es un sitio que nos fascinara, así que nos dimos la vuelta otra vez por la Vía Verde hasta llegar a coger la Gaviota y continuar camino haciaPeñiscola.
Peñiscola
Peñiscola es un municipio complicado para dejar la autocaravana así que al llegar vimos un aparcamiento al lado de un hiper Chino de esos que nos están colonizando y dejamos la Gaviota, cogimos las bicis y nos acercamos al mar.
Es difícil expresar el poso que nos dejó la visita a Peñiscola sobre todo si queremos llegar a una valoración final porque las sensaciones son contradictorias. Por un lado está un municipio supuestamente pequeño con solo 7.500 habitantes pero cargado de historia donde destaca el Castillo rodeado de un casco histórico interesante, con unas playas muy bonitas y un nivel de infraestructura vacacional de bastante calidad.Además desde enero de 2013 Peñiscola forma parte de la red de "los pueblos mas bonitos de España", asociación similar a la francesa del mismo nombre y que nosotros hemos visto mucho estas navidades en Alsacia.
Carril bici lo largo de la playa
Por lo tanto no cabe mas que decir que Peñiscola es un lugar bonito y bueno, pero para alcanzar las tres “bes”, falta saber si además es barato. Como todo el mundo sabe el paradigma del chollo veraniego se refleja en la frase “bueno, bonito y barato” y ese es precisamente el problema que nosotros le encontramos a Peñiscola. Porque lo barato no siempre va unido a la calidad, y a nosotros nos dio la sensación de que Peñiscola tiene como principio general el imperio de “lo”barato”, es decir, cuanto mas barato mejor y eso no es siempre bueno porque los precios puede que sean un 30% mas económicos en general, pero la calidad no se reduce en la misma proporción sino a mucho mas de la mitad.
Tuvimos la sensación de que el visitante medio es del mismo perfil que el que vemos en Benidorm, de hecho comimos un uno de sus restaurantes un menú que resultó ser barato pero también infame. Mientras esperábamos eternamente a que nos trajesen la cuanta para pagar e irnos, estuvimos comentando que seguramente los equivocados somos nosotros porque el restaurante estaba lleno y todo el mundo parecía muy contento, es mas, Peñiscola estaba lleno hasta la bandera.
Benicarló y Vinaroz |
Después pasamos por Benicarló y Vinaroz, no le encontramos ningún encanto especial a estos dos sitios así que no nos apetecía demasiado parar y con esas breves visitas le pusimos fin a nuestra visita de la costa del Castellón y pusimos rumbo hacia el interior, concretamente a Morella.
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Poco después, cuando aun faltaba bastante para que cayera el sol a 24 kilómetros antes de llegar a Morella (carretera N-232 Vinaròs-Alcañiz), nos encontramos con el El Santuario de la Virgen de Vallivana, que es la Patrona de Morella, parece ser que es de un hondo calado religioso, cultural y artístico, así que como habíamos leído algo sobre el lugar paramos. El sitio parecía estar en medio de la nada tirado a un lado de una carretera no demasiado principal es mas, al acercarnos vimos que no había mas que una Iglesia (el Santuario) y un bar, imaginamos que en tiempo habría bastantes habitantes pero ahora solo quedan esas dos cosas,pero el caso es que el Santuario nos impresionó, es realmente bonito y curiosamente estaba abierto y completamente vacío y desamparado.
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El Santuario de la Virgen de Vallivana |
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Cuando veo cosas tan bonitas sin que nadie las vigile me da un poco de miedo. Justo a la izquierda de la puerta de la Iglesia, se encuentra un bar de aspecto muy antiguo, leí en algún sitio que parecía sacado de una película de hace cuarenta años y es verdad, techos altos, mesas corridas formadas por una gran losa de piedra, una chimenea al fondo, altas puertas de madera y cristal, seguramente formaba parte de las dependencias del antiguo monasterio. Nos preguntamos quien vendría aquí a tomar algo si aquí no hay nadie, pero luego leímos que es un lugar muy popular donde las gentes de Morella se acercan a comer y que suele estar completamente lleno los días festivos.
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Estuvimos un buen rato contemplando el lugar que goza de un entorno precioso y continuamos camino hacia Morella siempre disfrutando del bonito paisaje que nos ofrecía la carretera ahora cada vez mas serpenteante y empinada.
Morella
Poco después llegamos al pie de Morella, es decir a la zona baja de la localidad en extramuros. No pude evitar la tentación de parar la Gaviota y bajar a fotografiar la cuidad antigua con sus murallas en todo lo alto de la montaña. Hice muchas fotos, estaba convencido de que se trataba de unas imágenes difícil de superar y de que este momento con Morella ahí arriba seria uno de los mejores de este viaje…qué lejos me encontraba de imaginar que el mejor momento estaba por llegar y lo encontraría ahí arriba.
La ciudad amurallada de Morella desde la zona de extramuros al pie de la montaña
El área de Morella estaba todavía mas arriba, en la explanada de pequeña montaña que se encuentra justo frente a la ciudad amurallada (N 40º 37´26” W 0º 5´29”). Tuvimos la suerte de encontrar un sitio en uno de los laterales del área desde donde se contemplaba el recinto amurallado sin nada de por medio, todo un privilegio para estos dos novatos.
En ese momento quedaba bastante para que se acostase el sol y no dudamos en hacer ese recorrido a pie para ver un poco Morella antes de acostarnos. Resulto que el recorrido fue bastante mas divertido de lo que parecía, bajamos hasta el pie de la montaña donde se encuentra la cuidad y luego tomamos un empinado camino de tierra que nos llevó a una de las puertas de la muralla.Este recorrido nos puso en situación ya que imaginábamos que así lo harían los campesinos que vivían en extramuros en plena edad media.
No pudimos entretenernos mucho viendo la localidad a esas horas porque no queríamos que se nos echara la noche encima en el camino de vuelta a pie, así que nos limitamos a tomar un breve contacto con la cuidad que nos pareció muy interesante y volvimos a tomar el camino hacia abajo otra vez para luego subir a nuestro área.
Cuando llegamos todavía era de día y el sol empezaba a acercarse a la linea del horizonte para despedirse definitivamente de nosotros ese día. La vista que teníamos delante era sencillamente espectacular, los rayos de luz se colaban entre las nubes y la silueta de la cuidad medieval de Morella, así que saque la cámara, no paraba de hacer fotos y a mi alrededor estaban un buen número de autocaravanistas haciendo lo mismo. Charo entró en la Gaviota y sacó nuestras copas de vino y una botella para tomarnos una copa sentados al borde del área mientras contemplábamos el espectáculo que teníamos delante.
Casi todos los viajes pueden resumirse un una sola foto, la que graba aquel momento especial que piensas que jamas olvidarás, pero no todos los viajes te regalan un momento como este, en el que te brillan los ojos y esbozas una sonrisa infinita.
Amaneció nuestro último día de este apasionante viaje en Castellón con los cielos cubiertos pero sin llover, lo cual era una buena noticia. Desayunamos en nuestro estratégico sitio mientras mirábamos al horizonte donde en el centro se erguía majestuoso el pequeño pueblo con sus dieciséis torres, dos kilómetros de muralla y el imponente Castillo a más de mil metros de altura.
Habíamos decidido acercarnos a Morella con la Gaviota y dejarla al pie del acueducto, donde ayer vimos algunas autocaravanas aparcadas, era nuestro último día y no podíamos permitirnos perder mucho tiempo.
El acueducto llama la atención porque no es un acueducto romano sino gótico, aparcar al lado suyo ya supone un aperitivo muy especial de lo que es Morella, declarada Conjunto Histórico-Artístico, con un excelente trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y que posee la declaración de la UNESCO.
El acueducto llama la atención porque no es un acueducto romano sino gótico, aparcar al lado suyo ya supone un aperitivo muy especial de lo que es Morella, declarada Conjunto Histórico-Artístico, con un excelente trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y que posee la declaración de la UNESCO.
Al llegar hacia bastante frío, sin duda aquí a solo 60 kilómetros de la costa hay un clima diferente, mas serrano.
Las calles estaban vacías porque aun era muy temprano y en la zona de los soportales se empezaban a instalar algunos tenderetes de lo que luego veríamos que era un mercadillo local.
Las calles estaban vacías porque aun era muy temprano y en la zona de los soportales se empezaban a instalar algunos tenderetes de lo que luego veríamos que era un mercadillo local.
Nos dedicamos a pasear por sus calles subiendo sus cuestas empinadas a veces con escaleras. Según íbamos contemplando todo comentábamos lo mucho que nos extrañaba lo bonito que estaba todo, porque a simple vista en el recinto amurallado no parece que pueda haber otro modo de vida distinto del turismo, sin embargo es evidente que las casas están muy cuidadas, rezuman el poso de una saludable economía, se dice que viajar es aprender pero hay muchas veces que te quedas con las respuestas en el aire.
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Poco después, según recorríamos el pueblo llegamos a la zona mas atractiva donde las calles forman un entramado de soportales con las casas del pueblo, allí al abrigo de la mas que probable lluvia habían instalado el mercadillo los comerciantes. Se trataba de un animado mercadillo de alimentos, verduras, embutidos, quesos, vinos, etc. Estaba animadísimo lo que nos dejó mas descolorados aún …. de donde sale tanta gente, y porqué compran tanto …. en fin, un misterio, no creo que la gente que compraba en el mercadillo sean todos jefes de cocina de los restaurantes de Morella. Mi extrañeza creo que está justificada porque Morella es un pueblo bastante pequeño con tan solo 2.500 habitantes, lo que supone que ver tanta vida de una u otra manera es de un mérito extraordinario. Lo curioso es que Morella es un pueblo mas “en peligro de extinción” porque hace 150 años tenía 7.200 habitantes y desde entonces no ha dejado de bajar de habitantes, hace tan solo 60 años tenia mas del doble, no hace falta ser un lince en matemáticas para darse cuenta de que dentro de unos doscientos años aquí no habrá nadie.
Creo que algo habría que hacer para que no desaparezcan joyas como esta,porque solo con fomentar el turismo no parece que sea bastante y me parece una tragedia para España y por supuesto para Europa.
Desechamos la idea de subir al Castillo pero si tuvimos la suerte de ver la Basílica Arcipestral Santa Maria la Mayor. Se encuentra en una plaza amplia que permite contemplarla en todo su esplendor, lo cual es muy llamativo en una cuidad formada por multitud de callejuelas estrechas con fuertes pendientes. Se trata de un espléndido testimonio gótico, destacan en el exterior la puerta de los Apóstoles de elegante decoración, pero quizás impresiona mas su interior, en especial el coro, con su singular escalera y por supuesto el altar mayor de estilo barroco. El órgano está considerado como el más importante de la Comunidad Valenciana. Nos costó algo entrar (un par de euros, eso que irónicamente llaman donativo), pero merece la pena pagarlo.
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Antes de marcharnos y después de reventar la cámara a base de hacer fotos y mas fotos, todavía pasamos otra vez por el pequeño mercadillo donde uno de los puesto de verduras hacía su agosto, la calidad de los productos que vendía era tan buenos como eficaz la mujer que los despachaba, hablando tan pronto en valenciano o español a medida de las necesidades de los clientes, toda una maquina la señora.Nosotros compramos unos quesos buenísimos que eran de Teruel lo que no es de extrañar porque Morella esta lindando con Teruel.
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Villafamés
Emprendimos camino hacia Villafamés el último punto de nuestro recorrido, pensando que difícilmente superaría a Morella, pero nos equivocábamos. Villafamés no es ni mas ni menos bonito que Morella, aunque ambos sitios son muy diferentes y los dos muy interesantes y por supuesto se trata de dos visitas obligadas.
Tardamos algo mas de una hora en hacer los 75 kilometro de distancia que había entre las dos localidades, en especial porque no pudimos evitar parar de cuando en cuando para disfrutar del paisaje. Se accede a Villafamés desde el valle que se encuentra a sus pies, lo que supone que es una localidad también serrana que se encuentra en todo lo alto de una pequeña montaña. Se trata de un pueblo con un carácter muy definido por la abundancia de un tipo de piedra: la piedra arenisca, llamada rodeno.
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Había bastantes problemas para aparcar porque en el pueblo estaba celebrando alguna fiesta que de la que no llegamos a saber mucho (quizás ya había terminado), pero un policía local nos dijo que aparcáramos en el borde de la carretera ya que ese día lo permitían.
El Rodeno
Desde allí fuimos subiendo hacia el pueblo adentrándonos en sus calles. Villafames no es un pueblo medieval como Morella porque ha perdido parte de la arquitectura que se ha de suponer que tuvo pero goza aún del encanto del trazado de sus calles estrechas y de la fortaleza en su parte mas alta. En cualquier caso hablar de Villafamés es hablar del rodeno, porque esa piedra rojiza está por todos lados.
Al principio apenas te das cuenta pero de pronto te topas con una roca con forma de lingote y el tamaño de un autobús londinense posada en el borde de una calle como si hubiese bajado rodando por la ladera de la montaña y no hubiese podido pasar de ahí y te das cuenta de que este es “el pueblo del rodeno”. Hay piedras rojas en todas las casas y construcciones del pueblo. Ese color rojizo de las piedras de rodeno lo inundan todo manteniendo una armonía perfecta con el paisaje que se divisa desde la parte mas alta de Villafamés. Además tienen un precioso casco antiguo, formado por estrechas calles, a veces escalonadas y con fachadas cubiertas de matas de flores.
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El pueblo nos encantó y fue un broche precioso para este viaje. Castellón nos ha gustado mucho. Efectivamente es una de las provincias mas montañosas de España y conviven de forma muy atractiva la playa y la montaña prácticamente en el mismo espacio geográfico.
Así que cuando bajábamos por las bonitas calles empinadas de Villafamés nos detuvimos delante de la famosísima piedra la Roca Grossa en la calle de la Font en el inicio del casco antiguo, gran mole de rodeno que se mantiene en equilibrio inestable y sobre terreno inclinado y nos hicimos una foto, esa fue nuestra despedida de este viaje a la provincia de Castellón.