Miércoles  6 de Febrero

Certosa de Pavía y Pavía 

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Llegamos al área de autocaravanas de Certosa (45.25694 9.14164) sobre la hora de comer.  Nuestra idea inicial era visitar sólo Pavía, pero en la guía leímos que, a 8 kilómetros de allí, en Certosa, había una Cartuja que merecía la pena ser visitada, así que no lo dudamos y nos instalamos en su área. Al llegar, vimos que la barrera de acceso estaba estropeada, así que entramos gratis. Alguien nos comentó que llevaba más de una semana averiada y nos pusimos tan contentos de no pagar un día o dos, pero no llevábamos allí ni dos horas, cuando vinieron a arreglarla ja,ja.​​

Por la tarde, después de comer, decidimos dar un paseo y conocerlo, madre mía!!!!! Es otro de esos lugares impresionantes que encontramos por aquí, en un estilo renacentista sublime, aunque con elementos góticos y que todavía es el hogar de los monjes cistercienses, que viven en un estricto voto de silencio,bueno no todos, porque uno de ellos, perfectamente ataviado con sus hábitos, quería echarnos con un repetitivo "fuori fuori" por haber sacado la cámara de fotos, me tocó guardarla. Se me hace difícil entender cual es el daño que se hace en algunas iglesias y por cierto, en otras no, haciendo fotos. En este caso, Charo con su móvil de 2 objetivos, hizo la fotos prohibidas. 

 Después, fuimos caminando hasta el pueblo con idea de ver de dónde salían los autobuses a Pavía, habíamos decidido ir al día siguiente, pero en transporte público. El pueblo no nos pareció nada especial, así que le dedicamos poco tiempo.

Desde el área salía un cartel que indicaba la estación de trenes y fuimos caminando hasta ella, vimos que los trenes a Pavía salían cada muy poco tiempo y, además, se podía llegar hasta la estación, en vez de por la carretera, por un camino, bordeando la cartuja. Con la decisión tomada, nos fuimos a casa.   

Viernes 8 de febrero 

Pavía

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Fuimos en bicicleta hasta la estación de tren, eran 2 kms desde el área y el paseo resultaba muy agradable.
 Nos encanta viajar en tren y hoy hemos hecho el recorrido de tan sólo 8 kms hasta llegar a Pavía. ​

La animada Plaza de la Victoria con la catedral al fondo>>>

Es una ciudad universitaria, por lo tanto, con mucha gente joven y su universidad es de las más antiguas de Europa. Con tan sólo 72.000 habitantes, la mayoría de las calles del centro histórico son casi peatonales y se pasean sin ningún tipo de agobio, nos ha parecido una ciudad encantadora, que aún siendo pequeña, tiene un poco de todo, una plaza vibrante, la plaza de la Vittoria llena de soportales y terrazas con gente charlando,una catedral que impresiona por su cúpula central, de casi 100 metros de altura y una basílica románica, la basílica de San Michele que aún conserva frescos originales, allí una italiana se prestó a hacernos una visita guiada.

Después fuimos a comer justo al lado unas pizzas y una mujer a la entrada nos explicó que eran distintas a las tradicionales, era tan agradable y lo contaba tan bien, que pensamos que era la dueña, pero no, era cliente como nosotros. Cada día encontramos más gente amable y simpática en Italia. ​​

En Italia hemos comprobado que las pizzas y la pasta fresca, preparada de mil formas diferentes, son otra historia>>>>

Por la tarde visitamos la universidad que es una de las más antiguas de Europa y aquí, como en toda ciudad universitaria se notaba la alegría y bullicio de los jóvenes estudiantes que todo lo llenan con su alegría. 

Y paseando, llegamos hasta el río para ver su famoso puente Coperto que es muy bonito. Allí, volvimos a ver candados de enamorados, no deja de llamarnos la atención la profusión de candados de este tipo que vemos en Italia.

Habíamos leído que a Pavía se le llamaba antiguamente la ciudad de las 100 torres, aunque desgraciadamente, hoy en día sólo quedan 12 en pie. Nosotros vimos tres de ellas, la del reloj y otras dos que también se encuentran en la plaza Leonardo da Vinci, nos gustaron mucho.
Tocaba volver ​​​​​.