Unos días tranquilos al borde de un lago
Habíamos pasado todo un mes en Austria, sumergiéndonos en la Navidad del país alpino y después varios días en Venecia, así que Charo y yo estábamos de acuerdo en que nos apetecía pasar algunos días en un sitio tranquilo, la idea era la de asentarse en un lugar y hacer de él nuestro hogar durante un tiempo, visitando los alrededores, pero moviéndonos poco.
En esencia, se trataba de bajar el ritmo o las pulsaciones después de lo vivido en nuestro intenso viaje a Austria y abordar nuestra estancia en el norte de Italia. Estábamos en enero y enero es un mes de transición entre la vorágine de las navidades y el mes de febrero, en el que el año empieza a encauzarse por el sendero de la normalidad, o eso nos parece a nosotros, al menos a nivel psicológico, ya que no deja de ser el fin del invierno. |
Situación del Lago di Garda el norte de Italia
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Charo hacía mucho tiempo que no dejaba de hablar del Lago de Garda, en la región del Veneto, le apetecía mucho que fuéramos. De entrada, parecía una buena idea ya que estábamos en Venecia y está en el Veneto, pero era el norte de Italia y la cercanía de los Alpes hacía presagiar mucho frío y la gente no paraba de decirnos que allí los días serían mas oscuros, pero Charo insistía, decidimos ir y una vez allí ya veríamos si nos quedábamos una temporada o buscábamos otro lugar para pasar enero.
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Estudiamos el mapa de Garda y decidimos establecer el cuartel general en el área de autocaravanas de Peschiera di Garda, hay dos de la misma empresa, pero elegimos la que se encuentra en vía Milano 43 (45.43982 10.68469), porque esta más cerca del centro del pueblo.
El Lago di Garda desde Peschiera di Garda
El área no tiene ningún encargado, es decir nadie que te atienda, cuando llegas hay una barrera donde se coge el ticket y el precio va por horas, minutos, o días, si estás el día completo son 18 euros, con luz incluída.
Para nosotros, en esta época del año, es muy necesaria la luz, sobre todo si vamos a movernos poco, así que el precio nos pareció aceptable.
Para nosotros, en esta época del año, es muy necesaria la luz, sobre todo si vamos a movernos poco, así que el precio nos pareció aceptable.
Además, hay wifi gratuito, lo que para nosotros es muy interesante. Hay duchas pero al precio de 1 euro por 4 minutos de agua caliente.
Visitamos los siguientes pueblos:
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Elegimos el área de Peschiera para que fuese nuestro hogar temporal durante unos días |
Otra cosa importante si pensamos estar bastante tiempo en un sitio, es tener cerca una lavandería, ahora vivimos viajando y las lavanderías, entre otras cosas, forman parte de nuestra vida viajera. En este caso, estaba a 250 metros y abierta las 24 horas.
Así que con esas características, Peschiera di Garda nos pareció un lugar ideal para asentarnos, allí hay dos áreas, escogimos la que se encuentra mas próxima al centro del pueblo (45.439266, 10.68446), para poder ir caminando a dar una vuelta, al supermercado o a tomar algo. Y pusimos rumbo al Lago di Garda |
El área de Peschiera
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Peschiera di Garda
Martes y miércoles 15 y 16 de Enero
Llagamos a Peschiera di Garda por la tarde y salimos a dar un paseo para conocerla un poco. El área está muy cerca del centro y enseguida llegamos al lago, presenta una imagen de postal con los Alpes al fondo.
Aunque había un paseo ribereño, preferimos conocer un poco el centro de la localidad. Es muy bonita de 10.500 habitantes, con muchos bares, restaurantes y tiendas, aunque es esta época del año están la mayoría de los negocios cerrados, de hecho, muchas tiendas de ropa solo abren los fines de semana que es cuando más actividad hay en la localidad. Encontramos una panadería que nos gustaba y que a la postre pasaría a ser nuestra panadería favorita. Encontrar nuestra panadería, nuestro supermercado y un sitio donde tomar un vino o una cerveza, es lo que convertirá o no a un lugar en nuestro hogar temporal por mérito propio y Peschiera terminó siéndolo precisamente por esas cosas.
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... Y con del pan bajo el brazo nos fuimos a casa.
El miércoles nos sorprendió con un día soleado y era el primero en muchos días de cielos grises, pero habíamos decidido tener un día de descanso en la Gaviota poniendo al día la web y no cambiamos de idea, así que Charo salió sola a hacer la compra, pocas veces nos separamos y esa fue una de ellas. |
El caso es que volvió muy contenta de su solitario paseo, porque había estado en Peschiera y vio mucha actividad, estaba todo muy animado. Me dio un poco de envidia, el día anterior yo no vi tanta gente y decidimos dejar la Gaviota y salir los dos juntos a dar un paseo, es cierto que había más animación pero el sol ya se había escondido y no había tanta gente.
Jueves 17 de enero
Desde que vivimos libres, hemos recuperado hábitos propios de aquella época en que éramos muy jóvenes y nos cuesta muchísimo levantarnos temprano, hacemos lo posible para salir antes de 11 de la mañana y no nos resulta fácil.
Teníamos pensado acercarnos a dos pueblos al borde oriental del Lago di Garda y pusimos en marcha la Gaviota, el día que tengamos una moto, dejaremos aparcada la autocaravana y lo haremos en moto, pero de momento solo tenemos las bicis y la Gaviota como elemento de transporte. Hicimos un pequeño recorrido por el lado este del Lago, de unos 14,5 kilómetros hasta llegar a Bardolino >>>
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Y nos fuimos a conocer Lazise.
Lazise
Llegamos a Lazise una pequeña población de 7.000 habitantes y paramos en el aparcamiento del cementerio, no resultó fácil encontrar un hueco, de hecho, debe de ser difícil en cualquiera de los pueblos del Lago, aunque nosotros tenemos la suerte de estar en una época en que apenas hay nadie y más tarde o más temprano encontramos un sitio donde aparcar, es todo un privilegio viajar en invierno, aun a costa de ver los sitios un poco desangelados.
Entramos al pueblo cruzando lo que parecían los restos de una antigua muralla, todo lo que íbamos viendo nos estaba gustando, hacia un día muy gris, casi con niebla pero las calles del pueblo tenían un encanto especial, muy parecidas a las de Peschiera,
También visitamos la iglesia que nos asombró por su decoración y estaba muy bien cuidada.
Paseamos y paseamos hasta llegar al lago. Quizás por el día gris que hacía, quizás por estar totalmente solos, el paseo que bordea al lago nos pareció maravilloso. |
Nos llamó la atención lo tranquila que estaba el agua del lago, en ese momento no había el mas mínimo movimiento, era una lamina completamente plana que reflejaba todo, como si de un espejo se tratase.
Tampoco vimos un solo pez, con lo transparentes que estaban las aguas debería haber sido fácil ver los peces, pero no vimos ninguno, algo que ya nos había ocurrido en Peschiera, será que son muy esquivos o que se encuentran en el interior del lago, pero resulta chocante. En cambio, estaba lleno de patos, cisnes y gaviotas de las nuestras, es decir, de las de patas y pico rojo, como la Gaviota Viajera, las aves ponían el toque bucólico día y suponían el broche perfecto a cualquier foto del lago.
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Quisimos hacer lo que nosotros llamamos una parada técnica, es decir, buscar un bar para tomar un vino con un aperitivo, pero no encontramos ni uno solo abierto, así que pusimos rumbo a la siguiente localidad, Bardolino, que ha dado su nombre al que por aquí dicen que es un famoso vino.
<<< El día era gris pero hay que saber encontrarle su lado bueno, y es evidente que lo tenía
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Nos costó encontrar aparcamiento en Bardolino, íbamos tan encelados buscando un sitio que nos metimos en una dirección prohibida, no tuvimos mas remedio que recorrerla entera porque no habia forma de dar la vuelta con la Gaviota, al llegar al final, nos topamos con un gran espacio destinado a aparcamientos, toda una suerte, un lugar increíble para poder aparcar.
El pueblecito, que al igual que Lazise tiene 7.000 habitantes, nos gustó muchísimo, sus calles son muy bonitas, con ese estilo tan italiano y tan característico de las poblaciones del Lago di Garda. Llegamos al borde del lago y disfrutamos del maravilloso paisaje que una y otra vez te embriaga, A esas alturas el lago di Garda ya nos tenia rendidos con su encanto.
Disfrutamos de un buen paseo al borde del lago y después buscamos dónde tomar un vino, nuestra insistencia para conseguir una parada técnica no tiene limites. Esta vez tuvimos suerte y encontramos un bar de estilo italiano, es decir, son bares con barras muy pequeñas donde la gente se sienta siempre en las mesas. Por otro lado, nos resultó un sitio peculiar, porque no hay que olvidar que estamos en una zona turística y sin embargo el bar parecía propio de un pueblo italiano del interior, sólo había hombres mayores bebiendo vino y charlando acaloradamente. Nos incorporamos al ambiente y pedimos dos bardolinos.
Nos pusieron dos tintos jóvenes, del año, pero estaban muy buenos y el precio espectacular, 3 euros en total, estábamos encantados y disfrutamos del lugar como si hubiéramos descubierto el polo norte.
Una cosa curiosa es que tanto en Lazise como en Bardolino las luces y decoración de navidad, seguían allí, se lo toman con calma los italianos de esta zona. |
Viernes, sábado y domingo, días 18,19 y 20 de enero
El viernes el día lo dedicamos a las comprar del supermercado, que resulta siempre una pequeña aventura y a las tareas de limpieza de la Gaviota, por supuesto además a escribir en nuestra web.
Cuando vives viajando, las actividades cotidianas se llevan una parte importante de tu tiempo y está bien que sea así, no podríamos estar continuamente en movimiento devorando lugares sin parar.
Esa noche salimos a cenar a un restaurante de Peschiera al que siempre vemos con mucha gente y que es muy bonito. Pero la cena nos defraudó un poco, lo único que se salvo fue el vino que tomamos, un Bardolino rosado, ambos coincidimos en que era de los mejores rosados que hemos tomado nunca. Un buen vino rosado >>>
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El sábado el área estaba casi llena, nos sorprendió comprobar que durante la semana éramos 6 autocaravanas como mucho y sin embargo el sábado, había más de 40. La verdad es que en invierno se echa de menos a veces que haya más vida en los pueblos, pero cómo vamos a echar de menos estas fechas cuando llegue el buen tiempo porque resulta muy cómodo no tener que compartir espacio con tanta gente.
Saló
Decidimos ir a conocer Saló que es una de las localidades mas bonitas del Lago, tiene 10.500 habitantes es decir el tamaño grande de las poblaciones que hay en el Lago, pero además era sábado y nos había dicho que ese día instalan un mercado.
Se encuentra en el lado izquierdo del lago visto desde nuestra ubicación es decir en el lado oeste.
Saló tiene un curioso pasado histórico, ya que fue nombrada por Mussolini capital de la república., aquello duró desde el 43 hasta el 45. Ya nadie recuerda eso y no encontramos en la localidad la más mínima referencia.
Se encuentra en el lado izquierdo del lago visto desde nuestra ubicación es decir en el lado oeste.
Saló tiene un curioso pasado histórico, ya que fue nombrada por Mussolini capital de la república., aquello duró desde el 43 hasta el 45. Ya nadie recuerda eso y no encontramos en la localidad la más mínima referencia.
En nuestras visitas a los pueblos que están en el Lago de Garda, aparcamos en el primer sitio que vemos, en este caso en una calle (45.439585, 10.684631) muy cerca de la orilla del lago. Ni siquiera ahora en invierno, resulta muy fácil porque son pueblos pequeños con pocos espacios libres acotados por la margen del lago. Imaginamos que en verano debe ser toda una locura, pero también es cierto que se ven en todos los pueblos espacios de pago previstos para la autocaravanas, la mejor solución es aparcar en esos lugares permitidos y desplazarse a pie o en bicicleta, el privilegio de disponer de una moto en este sitio debe ser la solución ideal.
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Era sábado y en la localidad se veía algún que otro turista y restaurantes y tiendas abiertos, aunque en general se percibía una sensación de soledad. Nos encantó pasear por sus calles, muchas de ellas con una considerable inclinación y con muchas escaleras.
Visitamos la catedral que es gótica tardía, ese estilo tan denostado, pero que a nosotros nos pareció maravillosa. Es increíble que una pequeña población de tan solo 10.600 habitantes tenga una catedral así.
Paseamos mucho y conocimos toda o casi toda la población, pero no encontramos el supuesto mercado que nos habían recomendado, nosotros desde luego no lo vimos y llegamos a la conclusión de que es normal que no estuviera, hay que tener en cuenta lo vacías que están estas poblaciones en invierno.
Paseamos mucho y conocimos toda o casi toda la población, pero no encontramos el supuesto mercado que nos habían recomendado, nosotros desde luego no lo vimos y llegamos a la conclusión de que es normal que no estuviera, hay que tener en cuenta lo vacías que están estas poblaciones en invierno.
Saló o los 120 días de SodomaSaló saltó a la gran pantalla gracias a Pier Paolo Pasolini, con la película “Saló o los 120 días de Sodoma” y que estaba basada en el libro Los 120 días de Sodoma del Marqués de Sade.
Pasolini el famoso director de cine pasó parte de su juventud en la República de Saló, durante los años en que Saló fue su capital, eso le hizo ser testigo de los abusos y crueldades cometidas por parte del ejército italiano.
Pasolini, tras la exhibición de la película sobre Saló en la época de la República fascista de Mussolini, era un personaje político incomodo y su horrible muerte siembra la sospecha de que se trataba de una ejecución por razones políticas.
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El domingo tocaba quedarse en casa y dedicarnos a llevar ropa a la lavandería.
No obstante por la mañana salimos a tomar el aperitivo a nuestro bar favorito. La camarera habla español perfectamente y es muy simpática.
Charo se ha aficionado tanto al spritz que es lo que pide siempre, yo prefiero tomar una copa de Bardolino o algún otro vino de la zona.
Además, nos ponen siempre con la bebida un vaso lleno de cacahuetes fritos, otro de patatas fritas y otro de galletitas saladas que Charo dice que son adictivas. Es lo que más se le acerca a nuestra querida tapa española que tanto echamos de menos.
No obstante por la mañana salimos a tomar el aperitivo a nuestro bar favorito. La camarera habla español perfectamente y es muy simpática.
Charo se ha aficionado tanto al spritz que es lo que pide siempre, yo prefiero tomar una copa de Bardolino o algún otro vino de la zona.
Además, nos ponen siempre con la bebida un vaso lleno de cacahuetes fritos, otro de patatas fritas y otro de galletitas saladas que Charo dice que son adictivas. Es lo que más se le acerca a nuestra querida tapa española que tanto echamos de menos.
El spritz, una bebida típica de la zonaEl spritz, una especie de cóctel o quizás un simple combinado, muy típico en la zona donde nos encontrábamos. Sus orígenes vienen de lejos, de cuando la dominación austro-húngara en el Véneto y era algo que tomaban los soldados. En aquellos tiempos se hacía mezclando agua con gas y vino, normalmente blanco, hoy en día no existe una única composición para el spritz, cada camarero tiene su forma de hacerlo, así que la graduación alcohólica es variable, aunque normalmente está en un 15%.
Puede haber otras variantes, a nosotros en Venecia nos lo ofrecieron con vermut . Una de estas variantes es la que se toma en Brescia, se llama pirlo, hecha con vino blanco y Campari, aunque también se hace con Aperol. En definitiva, todo un mundo. |
Pulsar imagen para abrir la publicación del 21 de Enero
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Lunes, martes y miércoles 21,22 y 23 de enero.
El día anterior, estábamos en nuestro bar de Peschiera, charlando con la camarera sobre el vino blanco que tomábamos por recomendación suya, el vino estaba bastante bueno y nos dijo que era de una bodega de Peschiera, que podiamos visitarla, si nos apetecía conocer más del vino de la zona.
La bodega se encuentra a 4 kms de Peschiera, es decir al lado del lugar donde dormimos, así que decidimos conocerla. |
La cultura del vino nos apasiona y siempre nos apetece añadir algo mas de conocimiento a un apartado que nunca terminas de dominar, los vinos italianos son de buena calidad y hay tantos que es difícil moverse con soltura.
La bodega se llama Ottella y se llega a ella a través de un recorrido lleno de vides. Lamentablemente nos encontrábamos en enero y las plantas se encuentran en reposo, es decir en modo invierno, lo que resta un indudable encanto a la belleza del paisaje, es siempre muy atractivo ver los extensos cultivos de viñas, perfectamente ordenados en hileras y ahora sólo se ven los troncos retorcidos de las cepas, pero para nosotros siguen teniendo un hechizo especial, quizás porque imaginamos su esplendor en verano con los racimos llenos de uvas.
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Cuando llegamos, nos sorprendió lo moderna que es, se trata de una nueva construcción con una arquitectura basada en hierro oxidado. La bodega se les había quedado pequeña y están haciendo unas nuevas instalaciones que son en las que nos encontrábamos.
Nos habían dicho que no era necesario hacer una reserva para la visita, pero nos parecía extraño, en España siempre hay un horario para esas cosas. Así que llegamos convencidos de que no nos la iban a enseñar, pero no fue así, salió alguien con aspecto de jefe y muy amablemente nos enseñó la bodega, o quizás deberíamos decir, las obras de la bodega, porque se trata de una bodega en plena expansión y estábamos viendo las nuevas instalaciones que aun no estaban terminadas en su totalidad.
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Nos gusto mucho la verdad, aunque de la producción de su vino no nos explicó nada de nada, más allá de las peculiaridades de la zona en la que nos encontrábamos y de que vimos que usan barricas nuevas de roble francés, lo que da testimonio de que buscan calidad. Nos comentó que la zona es tradicionalmente muy vinícola. Efectivamente, habíamos visto viñas por todas partes y muchas bodegas pequeñas o familiares, continuó explicandonos que la característica de la bodega Ottella es que solo se elaboran vinos blancos y rosados.
Fue muy amable y para colmo nos ofreció una degustación de su vino, los blancos ya los conocimos y le pedimos que nos sirviera un rosado.
Charo iba directa a por el vino rosado porque recordaba el riquísimo Bardolino rosado de la cena de hacía un par de noches, pero no tenía nada que ver, el rosado no nos gustó nada. |
No obstante, para agradecer de alguna forma la visita, pedimos una botella de blanco, el mejor que tenían de unos 14 euros, nos dijeron que había estado unos meses en barrica, pero nosotros discutiríamos mucho esa afirmación, era un buen vino blanco, pero joven, sin restos del sabor de la barrica por ningún lado.
Nos suele pasar en estos casos que no es posible venderte una botella, los vinos en las bodegas suelen ir en cajas de 6 como mínimo y en este caso también. Charo le explicó que vivimos en la Gaviota y no tenemos espacio para tantas, quizás pensará que somos muy tacaños, pero el caso es que accedió, hizo una excepción y nos vendió solo una botella.
Esa fue nuestra primera parada del día pero teníamos pensado visitar otros dos pueblos del lago y desde ahí pusimos rumbo a Torri del Benaco.
Esa fue nuestra primera parada del día pero teníamos pensado visitar otros dos pueblos del lago y desde ahí pusimos rumbo a Torri del Benaco.
Torri del Benaco
Aparcamos en un parking publico de pago que limitaba la longitud de los vehículos a 5,5 metros, en esto de las limitaciones los políticos son de lo mas ocurrente, cada día nos sorprenden con una nueva ocurrencia para favorecer el “imperio del coche”. Pero como este estaba prácticamente vacío, no dudamos en entrar a pesar de que medimos algo mas.
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Estábamos al lago del agua y comenzamos a pasear por su ribera. Torri del Benaco, es sin duda la localidad que nos dio una mayor sensación de soledad, si la comparamos con todas las que habíamos visitado hasta ese momento, pero sin embargo es un pueblo muy coqueto y bonito.
También seguían instaladas las luces de Navidad, es curiosa la tranquilidad con la que abordan los italianos la retirada de los adornos navideños, da la sensación de que una vez finalizada la etapa turística de las navidades, dejan de trabajar hasta que llegue la primavera con nuevos visitantes, el periodo que va desde enero a marzo no lo tienen en consideración, a fin de cuentas no hay apenas turistas en los primeros meses del año.
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Tenía razón efectivamente, era uno de los pueblos con más encanto de los que habíamos visto, el único pero era lo desértico que estaba todo, es más, tan solo vimos una persona en la zona del borde del lago durante nuestra vista y eso nos chocaba mucho.
Imaginamos que en verano el pueblo estará completamente lleno de veraneantes. |
Ibamos paseando sin encontrarnos con nadie, todas las calles vacías, pero ésta al menos tenía un maniquí.
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De ahí fuimos a Garda, que es la localidad que da nombre al famoso lago. Hay que decir que tanto en Garda como en todas las localidades que estábamos visitando hay aparcamientos de pago expresamente indicados para autocaravanas, es una buena noticia y mala a la vez porque supone que no es fácil aparcar libremente. Nos llevamos la sorpresa de que en esta época suelen ser gratuitos. Es otra de las ventajas de viajar fuera de la temporada alta.
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Garda tenía algo más de vida y también era bonita, pero quizás con menos encanto.
El martes amaneció un sol maravilloso, así que no dudamos en desempolvar las bicicletas e irnos a conocer Sirmione, que se encuentra muy cerca de Peschiera, a tan solo 11 kilómetros.
El paseo en bicicleta al principio es una auténtica delicia, siempre bordeando el lago por su lado izquierdo, es decir, por el oeste, el camino nace del centro mismo de Peschiera y aunque hay indicaciones prohibiendo el paso a las bicicletas, es una prohibición absurda en enero, sospechamos que se trata de reservarlo a los peatones en época estival, pero ahora no hay apenas peatones.
Sirmione es una península en toda regla, de pequeño estudié que una península es una porción de tierra rodeada de agua por todas partes menos por una, no era difícil de entender, pero hubiera sido mas fácil si me enseñan una foto aérea de Sirmone y me hubieran dicho, “una península es ésto”.
Cuando llegas a Sirmione llaman la atención dos cosas, el castillo medieval perfectamente conservado y los turistas. Ya hemos comentado que en esta época estamos prácticamente solos en todos los sitios, sobre todo en los pueblos, que es lo que hay en el Lago di Garda, sin embargo, en Sirmione había bastantes turistas y volvimos a encontrarnos con algunos orientales, ya los echábamos de menos porque desde que salimos de Venecia no habíamos vuelto a ver ninguno.
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La península de Sirmione
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Es un pueblo precioso y el castillo con su foso de agua que procede del lago es su elemento principal.
Habíamos hecho un buen recorrido en bici y teníamos que recuperar fuerzas para la vuelta, así que nos sentamos en un restaurante a comer una pizza, en Italia la inmensa mayoría de los restaurantes son tratorias y nosotros lo le ponemos ninguna pega a ese asunto. La pizza estaba deliciosa.
Habíamos hecho un buen recorrido en bici y teníamos que recuperar fuerzas para la vuelta, así que nos sentamos en un restaurante a comer una pizza, en Italia la inmensa mayoría de los restaurantes son tratorias y nosotros lo le ponemos ninguna pega a ese asunto. La pizza estaba deliciosa.
Estamos en Italia que es el país con mas consumo de helados del mundo, eso oí estos días en una radio italiana y lógicamente hay “gelaterias” por todos lados, así que al salir del restaurante Charo vio a una oriental con un helado enorme que iba chupando con una cara de felicidad impresionante. Charo no pudo resistir aquella imagen y sucumbió a la tentación, llevaba varios días mirándolos y ese día no pudo contenerse.
Volvimos a coger las bicis y pusimos rumbo a nuestra casa en Peschiera.
La vuelta a Charo se le hizo mas difícil y llegó a la Gaviota directa a tumbarse y descansar, maldiciendo por su mal estado de forma. Convenimos que hay coger más las bicis para ir cogiendo forma.
La vuelta a Charo se le hizo mas difícil y llegó a la Gaviota directa a tumbarse y descansar, maldiciendo por su mal estado de forma. Convenimos que hay coger más las bicis para ir cogiendo forma.
El miércoles habíamos convenido dedicar el día para ir a la caza y captura del GLP.
Nosotros hace ya mucho tiempo que no llevamos bombonas de propano, pusimos una bombona con instalación fija de GLP, con una toma exterior.
Nosotros hace ya mucho tiempo que no llevamos bombonas de propano, pusimos una bombona con instalación fija de GLP, con una toma exterior.
Nos ha dado muy buen resultado, dado que tiene una capacidad de más del doble de una bombona de propano y eso supone una autonomía mucho mayor, máxime porque nuestra calefacción, a diferencia de la mayoría de autocaravanas, funciona a gasoil y se abastece del mismo depósito que el motor.
Así que sin problema alguno repostamos nuestro GLP en las gasolineras que disponen de él y que hay por toda Europa. Eso nos resuelve el mayor problema que se presenta para una autocaravana en los viajes largos, en el que las bombonas de propano se pueden terminar antes de terminar el viaje, máxime si como nosotros la idea es estar fuera de España seis meses. |
Aquí te explicamos todos nuestros problemas con el GLP en Italia.
Porque quizás no sepas que el GLP en Italia está PROHIBIDO para las autocaravanas.
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Curiosamente Italia es el país que más usa el GLP para sus vehículos y llegamos pensando que no habría por lo tanto ningún problema. Pero nos equivocábamos y mucho.
Sábado 26 de Enero
El día amaneció soleado, es increíble la suerte que estamos teniendo con el tiempo, nos llegan noticas de todos los días de temporales de nieve, agua y viento, pero nosotros estamos con sol. Es más, no se trata de una suerte pasajera, en estos casi cuatro años de viajar con la Gaviota, nos ha acompañado siempre el buen tiempo.
Riva esta metido en medio de los Alpes y presenta un paisaje impresionante.
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ARDecidimos ir a Riva del Garda, la población del lago que se encuentra más alejada de Peschiera, el lugar donde vivimos, está en el extremo norte del Lago di Garda, a unos 80 kilómetros de nuestro hogar temporal.
Desde que vivimos desconectados, decidimos que siempre que pudiéramos, viajariamos sin pisar las autopistas.
Tenemos varias razones para ello, la primera, nuestra velocidad de crucero, desde que comenzamos a viajar con la Gaviota, decidimos bajar la velocidad media con la que viajabamos antes, ahora suele ser de 90 a 100 kms hora en autopistas y de 70 a 80 en carreteras secundarias, a veces menos si la carretera es estrecha. Viajando a esa velocidad, podemos disfrutar del paisaje, de forma especial la persona que va conduciendo al no ir tan tenso como si fueras a 120. La segunda, es que las carreteras secundarias son más interesantes, pasas por pueblos y te integras en el paisaje, de esa forma, disfrutas del recorrido, en cambio, si vas por una autopista la mayoría de las veces apenas percibes nada, solo conduces para llegar lo antes posible al destino.
Fue un acierto porque resultó un recorrido precioso, pasábamos continuamente por viñedos y aunque en esta época no están en su mejor momento, desangelados al no tener ni una hoja, a nosotros es un paisaje que nos gusta.
Además, nos acompañaban los Alpes, a veces pasábamos al pie de paredes impresionantes, solo faltaba la nieve que sorprendentemente no hay.
Es nuestra nueva forma de viajar en “modo lento” y con la que disfrutamos tanto de los lugares que conocemos como del recorrido que hacemos hasta llegar a ellos. |
Llegamos a Riva del Garda, llevábamos algún aparcamiento marcado de una de las apps que utilizamos, pero encontramos un aparcamiento relativamente cerca del centro y aparcamos la Gaviota, estaba marcado solo para coches, pero había muchos sitios libres y la Gaviota es pequeña, así que aparcamos allí.
El tiempo que encontramos al llegar no se parecía en nada al que habíamos dejado en Peschiera, el termómetro marcaba por encima de los cero grados pero no había sol, la sensación térmica era de hacer mucho frío.
Entendimos a lo que se refería la gente que nos decía que el lago de Garda no era la mejor opción en invierno, probablemente se referían a Riva, porque está rodeada por los Alpes, que la abrazan como si se la fueran a tragar. Nos fijamos en la orientación del sol y nos dimos cuenta de que en Garda éste desaparecerá mucho antes, al ocultarse detrás de las montañas, todo eso supone que es un municipio que recibe muchas menos horas de sol que cualquier otro del lago y la temperatura media del entorno es lógicamente más baja.
Dejamos la Gaviota y nos dirigimos hacia el casco histórico, poco a poco nos íbamos dando cuenta de que Riva es una localidad muy bonita, incluso antes de llegar a la zona más turística.
Tiene muchas casas señoriales y casi todas ellas con una característica común en la zona alta de la fachada, donde se ve una decoración de fenefas de diferentes motivos ornamentales policromadas.
Llegamos a la zona histórica, para entrar hay que cruzar un arco de piedra y si antes nos había parecido bonita, ahora era maravillosa. Cada casa, cada calle, cada esquina, todo estaba cuidado al detalle, es una localidad elegante y acogedora. Como decimos, es un pueblo rodeado de montañas, pero una de las cosas que más impacta es la inmensa pared vertical formada por los Alpes en el lado derecho de la localidad, se encuentra a escasos metros de las casas que se van edificando cada vez más pegadas a la montaña, así que casi desde cada calle, puedes ver los Alpes de forma que parece que tocan las casas y eso resulta tan bello como impactante.
Llegamos al lago y como siempre nos pareció fascinante. El día era muy frío y sin sol, pero aún así, el lugar era bellísimo. Hay una plaza con edificios de colores donde destaca la torre Apponale de 34 metros de alta.
Estuvimos un largo rato contemplando el lago, hubiéramos estado mucho más, pero el frío no nos dejaba disfrutar de la mañana.
Estuvimos un largo rato contemplando el lago, hubiéramos estado mucho más, pero el frío no nos dejaba disfrutar de la mañana.
Aún así, seguimos paseando y callejeando durante un buen rato, a pesar de ser sábado había muy poca gente por las calles, la mayoría de los restaurantes estaban cerrados y solo había algunos turistas.
Agobiados por el frío, Charo comentó que deberíamos entrar en un restaurante a comer y así recuperábamos sensaciones térmicas para seguir paseando después. Nos decidimos por un restaurante llamado “La Leonessa”, los precios eran asequibles y había bastante gente dentro, eso suele ser una buena señal.
Agobiados por el frío, Charo comentó que deberíamos entrar en un restaurante a comer y así recuperábamos sensaciones térmicas para seguir paseando después. Nos decidimos por un restaurante llamado “La Leonessa”, los precios eran asequibles y había bastante gente dentro, eso suele ser una buena señal.
Desde que entramos en Italia, y en especial en la ciudad de Venecia, habíamos comprobado que en los restaurantes hace frío, es más, en alguno de ellos hay gente comiendo con el abrigo puesto.
En este caso pasó lo mismo, al entrar parece que hay buena temperatura, te quitas las prendas de abrigo y a medida que llevas más tiempo sentado, vas teniendo mas y mas frío, una pena porque no resulta agradable comer con esa sensación térmica. Lo curioso es que nunca vemos a nadie protestar por el frío, algunos se ponen el abrigo y aguantan estoicamente.
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Por cierto, que a estas alturas ya le estoy tomando el pulso a lo que los italianos llaman pasta “al dente”, personalmente estaba convencido que que yo siempre hacía la pasta al dente, porque sigo escrupulosamente el tiempo marcado en el paquete, pero en Italia se presenta mucho más entera, más dura por decirlo con más claridad, en absoluto puede decirse que esté cruda, es sencillamente un poco más entera. Me pregunto qué pensaran los italianos cuando coman pasta en un restaurante español.
Después dimos otro paseo por Riva, pero ya teníamos el frio metido dentro del cuerpo y decidimos poner rumbo a Malcesine.
Torbole
Camino de Malcesine pasamos por Torbole otro bonito pueblo al borde del lago, no habíamos previsto parar, pero me pareció tan bonito que me detuve un momento al borde del lago para por lo menos llevarme una fotos.
Malcesine es también muy bonita, sus calles casi todas peatonales, son empedradas. Aquí resulta curioso ver que muchas viviendas llegan hasta el borde mismo del lago, esto supone que no existe un largo paseo al borde del lago, los sitios desde donde se ve el agua se ven interrumpidos por alguna casa. Todo ello supone que la mejor vista del pueblo se tiene desde el lago, dando un paseo en barco, nosotros no pudimos hacerlo, sencillamente porque no hay en enero actividad fluvial alguna, pero no hemos querido dejar este relato sin una vista de Malcesine desde el agua, aunque esta es de Google y en primavera.
Foto de Google
La localidad resulta muy agradable de pasear, quizás por la ausencia de coches, es una delicia encontrar lugares donde impiden el paso de los vehículos.
El pueblo tiene un castillo medieval, a nosotros no nos llamó la atención, nos pareció un castillo más.
El pueblo tiene un castillo medieval, a nosotros no nos llamó la atención, nos pareció un castillo más.
Malcesine no es muy grande, así que terminamos pronto nuestro paseo y decidimos volver a Peschiera, a nuestro hogar. Esta vez elegimos ir bordeando continuamente el lago y el recorrido fue maravilloso, o más bien impresionante, porque coincidió que el sol iba bajando y le daba a todo una tonalidad preciosa, Charo disfrutó muchísimo haciendo fotos, yo algo menos, tenía que conducir.
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Íbamos paseando por el ribereño pueblo del Lago di Garda, cuándo al borde del agua vimos una espléndida estatua de un hombre pensando, “como la del pensador de Rodín” me dije, no le dimos mayor importancia, a fin de cuentas hay que reconocer que nuestros conocimientos del arte escultórico no da para muchos festejos.
Pero la imagen nos impactaba y se me ocurrió ponerme detrás de él, haciendo mi propia pose de pensador para llevármelo de recuerdo en nuestros relatos. Poco después hicimos nuestra publicación de Facebook con dicha foto de cabecera.
Al día siguiente nuestra amiga Tomasa Lebrero nos envió un mensaje con el siguiente título “ aquí esta la hermana mayor de la estatua que pusisteis ayer en el Facebook”. Sorprendentemente, nos había enviado una foto en la que se veía a Serafín, su pareja, delante de la misma estatua, pero en España, en la ciudad de Cartagena, el tamaño de esta era mucho mayor. Se repetía la historia de las estatuas de la libertad.
Como tengo una naturaleza muy curiosa, me puse a investigar.
La estatua original era la de Cartagena, está allí como homenaje a las víctimas del terrorismo, su autor es el madrileño Víctor Ochoa, por lo tanto, no es el pensador sino “El Zulo” un nombre muy representativo de la obra y de lo que representa la misma.
La de Cartagena es de bronce, pesa dos toneladas y mide 4,80 metros de altura. La escultura de Malcesine es idéntica, una copia a escala, como ocurría con la Estatua de la Libertad de París, pero mucho mas pequeña. Está ahí porque el escultor Víctor Ochoa presentó en 2002 una Exposición Monumental en Malcesine, denominada “Mitologías” lo que dejó un recuerdo del “Zulo” al borde del agua. Aunque esta historia de momento está inacabada, tendremos que ir al puerto de Cartagena a ver en directo el original. |
Día 1 de febrero de 2019
Desanzano
Llegamos al área de autocaravanas de Desanzano el día anterior (45.48724, 10.521809), sobre las 5 de la tarde. Nuestra idea era instalarnos dos o tres días para desde allí ver algún pueblo del lado izquierdo del lago.
El área es peculiar, ya nos llamó la atención que al llegar se abrió el la barrera sola, pero no era mediante un sistema automático, sino manual, hay un empleado en una garita que la abre cuando te ve llegar.
El área es peculiar, ya nos llamó la atención que al llegar se abrió el la barrera sola, pero no era mediante un sistema automático, sino manual, hay un empleado en una garita que la abre cuando te ve llegar.
El área no está cerca de Desanzano, es más, está al borde mismo del término municipal y no hay población alguna cerca de allí, aunque está en un lugar muy bonito, al borde del lago y con un lido, es decir, instalaciones de playas para bañarse en el lago, justo enfrente. Imaginamos que debe ser una maravilla en verano, pero en invierno es todo muy diferente, no se ve un alma y tienes la sensación de estar en tierra de nadie, no hay nada cerca y hagas lo que hagas tienes que salir del área, pero no es fácil a menos que lo hagas en bicicleta, porque cada vez que entras y que sales hay que registrarse, rellenar un papel y hacer cuentas de la luz que has gastado, un sistema demencial. Como en todas las áreas privadas, hay baños y duchas, nos acercamos a echarles un vistazo y no lo podíamos creer, el wáter, nos recordaba a aquellos que había en la posguerra en España, de esos que no tiene una taza para sentarse, solo con un agujero.
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Desanzano se encuentra en el centro de una bonita bahía
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Para colmo el empleado se va a las 8 de la noche y tú te quedas allí dentro encerrado, imaginamos que dejará un teléfono para poder llamarle y abrir la puerta en caso de necesidad, pero lo cierto es que nosotros dormimos solos y encerrados.
No habían pasado ni tres horas desde que llegamos y ya sabíamos que esta área no se convertiría en nuestro hogar temporal, así que desechamos la idea inicial de pasar allí dos o tres días. |
No dejó de llover ni un momento en toda la noche, es algo que no solo no nos importa, sino que mas bien al contrario nos gusta, la sensación de estar dentro de la Gaviota, calientes bajo el edredón y sintiendo la lluvia como golpea en el techo de nuestra casa, es fascinante.
Al despertarnos por la mañana, la lluvia seguía ahí. Era un considerable contratiempo porque teníamos pensado ir a conocer Desanzano, que está a 3,3 kilómetros en bicicleta, pero la bici y la lluvia son incompatibles para nosotros, por otro lado ir en la Gaviota era un poco latoso con el complejo sistema de entradas y salidas que tiene establecido el área, imaginábamos que no sería difícil aparcar en el pueblo, pero estábamos demasiado cerca para ir en la autocaravana.
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Charo y yo hemos comentado muchas veces que los días de lluvia tienen algo especial para nosotros, hacemos largas caminatas paraguas en mano y lo solemos pasar muy bien, es más, nos reímos mucho.
No sabemos muy bien porqué ya que no es nada fácil caminar con un paraguas, sorteando el viento para evitar que lo rompa, para colmo en nuestro caso, por el camino vamos haciendo fotos y vídeos, lo que complica más el paseo, coges la cámara con una mano, con la otra el paraguas y te quedas sin manos para pulsar el disparador, muchas veces se nos termina escapando el paraguas que se aleja arrastrado por el viento. Quizás lo lógico sería enojarse y jurar en arameo, pero curiosamente experimentamos el efecto contrario y todo eso nos resulta divertido, nos reímos de cada tropiezo y lo pasamos genial.
El paseo hasta llegar a Desanzano es siempre por un camino que discurre al borde del lago y resulta muy agradable, aunque ese día más que un lago parecía el Mar Cantábrico, ya que el viento hacía que el agua rompiera contra la orilla con mucha fuerza Curiosamente, a los patos que estaban allí, no parecía importarles en absoluto.
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Cuando llegamos al pueblo, experimentamos la sensación de “déjà vu”, casas de colores, arquitectura tradicional bien cuidada, el lago con sus barcos y en general una población elegante. A estas alturas ya podemos decir que no hay un solo pueblo de Lago de Garda que sea feo, aunque también, que todos son un poco parecidos.
A pesar de la lluvia, recorrimos casi toda la localidad y pasamos un buen rato observando el lago. En esta ocasión nos tuvo cautivados el sonido de las drizas y escotas de los mástiles de los veleros y que en los días de mucho viento golpean unos contra otros constantemente, es un sonido muy especial que siempre nos atrae sobremanera, una maravilla.
<<< En el centro hay una gran zona de soportales.
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Hicimos una parada para comer en unos de los restaurantes del centro, en los soportales, elegimos lo que nosotros llamamos un “chinojapo” y que consiste en un restaurante que dice ser japonés, pero que está regentado por chinos, lógicamente, la comida no se parece demasiado a la de los restaurantes japoneses, pero nosotros tenemos una seria adicción a la comida del país del sol naciente y si no tenemos un japonés de verdad, nos conformamos con un sucedáneo.
Desanzano tiene un Duomo, lo que es una muestra de su importancia, con casi 29.000 habitantes es una de las poblaciones más grandes del Lago. Pero no pudimos ver la Catedral porque estaba cerrada.
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La comida era con la formula “all you can eat” por 12 euros y en su descarga hemos de decir que estaba todo bastante rico. Además, no pasamos frío, lo que es todo un detalle en estos días.
Después decidimos volver al área y marcharnos, ni siquiera pasaríamos la noche, no nos apetecía pasar otra noche allí.
Después decidimos volver al área y marcharnos, ni siquiera pasaríamos la noche, no nos apetecía pasar otra noche allí.
Por el camino estuvimos hablando y llegamos a la conclusión de que con Desanzano poníamos fin a Garda. Hemos dejado sin ver la mayoría de los pueblos de lado izquierdo del lago, pero nos llevamos una idea muy buena de cómo es esta zona de Italia. Toca continuar ruta, los carnavales de Venecia nos esperan.
Había muchos veleros en el puerto de Desanzano, como hacía viento, los cables que tienen los mástiles golpeaban unos sobre otros provocando un sonido característico que siempre nos hechiza.
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yY nos despedimos del Lago di Garda, habíamos llegado al Lago el día 15 de enero e nos íbamos a primeros de febrero, durante todo ese tiempo habíamos visitado muchos pueblecitos, todos ribereños, pero de forma especial, habíamos tenido un nuevo hogar temporal, el pueblo de Peschiera di Garda, allí nos habíamos encontrado muy cómodos y habíamos conseguido la tranquilidad que íbamos buscando. De paso, conocimos la forma de vida de este lugar, en alguna medida a su gente y vimos estos pueblos del norte de Italia de una forma distinta a la habitual, ya que estaban dejando pasar el tiempo, esperando la llegada de los veraneantes que se producirá a partir del mes de marzo.
Pero nuestro viaje por el norte de Italia tendría muchas mas cosas, mas localidades y en ocasiones mucha mas gente.
Pero nuestro viaje por el norte de Italia tendría muchas mas cosas, mas localidades y en ocasiones mucha mas gente.