Un viaje de tres días a Las Hurdes
Es curioso que, la comarca histórica y natural de Las Hurdes, que como tal no discute nadie, no existe oficialmente como división administrativa, la conocemos todos, pero como tal, no existe. Sin embargo, no hace demasiado (en 1996), se creó una Mancomunidad de municipios y ésta agrupa a los seis municipios de la comarca: Caminomorisco, Casar de Palomero, Casares de las Hurdes, Ladrillar, Nuñomoral y Pinofranqueado. En estos hay, ni más ni menos que 41 núcleos de población, de todos ellos solamente 9 superan los 150 habitantes. Esta característica tan especial, probablemente lo que más identidad le da a la comarca, nace como consecuencia de la orografía escarpada y difícil que tiene la zona en la que se asientan Las Hurdes.
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Unamuno viajó a las Hurdes antes que el Rey Alfonso XIII y antes de que Buñuel hiciese su Película/Documental, el supo entender a los hurdanos mejor que nadie, hoy ya no hay miseria, pero lo que dijo, en buena medida, sigue estando presente:
“Esos heroicos hurdanos se apegan a su tierra; porque es “suya”. Es suya en propiedad; casi todos son propietarios. Cada cual tiene lo suyo. Y prefieren malvivir, penar, arrastrar una miserable existencia en lo que es suyo, antes que bandearse más a sus anchas teniendo que depender de un amo y pagar una renta. Y luego es suya porque la tierra la han hecho ellos, es su tierra hija, una tierra de cultivo que han arrancado, entre sudores heroicos, a las garras de la madrasta naturaleza”. |
Llevamos haciendo bastantes viajes a Extremadura, es lo que llamamos Extremadura palmo a palmo y durante ese tiempo, era bastante habitual que alguien nos dijese, “¿habéis visto ya la Hurdes?. Por lo tanto, cuando decidimos por fin ir, no vamos a ocultar que teníamos una inquietud más grande de lo habitual. Ni Charo ni yo habíamos ido nunca a esa zona de Cáceres, es más, apenas sabíamos nada de ella, vagamente teníamos la idea de que era una zona muy pobre, por alguna razón imaginábamos que ya no, que la pobreza era cosa del pasado, imaginábamos también que debía de tener una naturaleza salvaje, si había sido pobre lo normal era pensar que el desarrollismo no la había destrozado mucho.
Nos pusimos a estudiar el trayecto que íbamos a dar a nuestro viaje y a medida que íbamos avanzando, nos fuimos topando con lo que se llama la leyenda negra de la Hurdes, no ha sido hasta el momento de redactar este relato cuándo hemos leído en qué consiste dicha leyenda, no deja de ser curioso cómo sin tener conocimiento cercano de que existía dicha historia, de alguna manera, residía en nuestra conciencia.
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A la vuelta del viaje, intrigados por alguna de las cosas que habíamos visto, nos pusimos manos a la obra para conocer la leyenda, ésta curiosamente terminó explicándonos muchas de las cosas que vivimos allí. Durante nuestro viaje pensamos que, apenas nadie visitaba habitualmente las Hurdes y puede que sea así, porque muchos de sus habitantes se mostraron recelosos ante nuestra presencia, en especial, por llevar una cámara fotografiando todo lo que salía a nuestro paso. En ese momento pensé que, los habitantes de las Hurdes, a diferencia del resto de los extremeños, eran menos agradables, pero no era así, de la misma manera que nosotros teníamos una idea equivocada de esa zona de Cáceres sin conocerla, ellos pensaron que nosotros éramos unos cazadores del morbo de la pobreza extrema que la leyenda negra difundió en su día.
Con todo, el viaje fue completamente apasionante, es un auténtico tesoro para aquellos a los que nos gusta llamarnos viajeros, entre otras cosas, por su paisaje abrupto, por la forma de vida que defienden y practican los hurdanos y por la diferencia tan grande que podemos encontrar con otras zonas de España, sumergidas en la economía de mercado y el consumismo salvaje. Por contra, tenemos que decir que no nos pareció en absoluto una zona tan pobre ni miserable, sino más bien, un lugar muy especial que desde luego a nosotros nos enganchó.
Leyenda negra de Las Hurdes
No hay que olvidarse de que se presenta en 1933, tres años antes del estallido de la guerra civil.
Al parecer, la intención de Buñuel con el documental de 27 minutos, era la de denunciar la situación de abandono en la que se encontraba la comarca en ese momento, pero quizás acrecentó la realidad, teatralizando muchas de sus escenas e incluyendo imágenes muy duras. El resultado es que, la mayoría de los hurdanos rechazan el documental, en buena medida porque éste provocó la llegada de muchos turistas morbosos que querían comprobar si las Hurdes eran en realidad un lugar abandonado por la mano de Dios.
Pero, ¿hasta qué punto es verdad la leyenda negra de Las Hurdes? Sin duda, sufrieron años atrás las consecuencias del aislamiento geográfico que sufre la zona, algo que hoy se presenta con una riqueza incomparable y que en cambio, pudo suponer entonces, un obstáculo para su progreso económico.
Encontrar esos rincones supuso una sorpresa, pero había mas, en ese momento no éramos capaces de explicar lo que sentíamos, pero todo cuadró en el momento que vimos el documental de Buñuel, hoy en día Las Hurdes están bien comunicadas por carreteras fantásticas, quizás mejores que las de otras zonas, hay agua corriente en todas las alquerías, teléfono, televisión y médicos, pero se percibe algo difícil de explicar, quizás sea el dolor del pasado, no solo el dolor de vivir con tantas dificultades, sino también el de haber sufrido el estigma de una cierta humillación a la que contribuyeron todos aquellos que hablaban de Las Hurdes como el epicentro del retraso y la pobreza mas endémica.
Y quizás por todo eso, nosotros salimos de allí tan impresionados como enamorados de aquella tierra.
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estos son los lugares que vimos:
Ovejuela Pinofranqueado Avellanar Castillo Erias Casar del Palomero Caminomorisco |
Cambrón Fragosa El Gasco Martilandrán Asegur Riomalo de Arriba Ladrillar Riomalo de Abajo (Meandro del Melero) |
Ovejuela
Llegamos la noche del martes al municipio de Ovejuela. Se trata de una pedanía del municipio de Pinofranqueado de tan sólo 100 habitantes, curiosamente, a pesar de lo pequeño que es, llevábamos la indicación de que existía un lugar según una de las apps que manejamos (40.30729, -6.43735). Lógicamente, esperábamos estar completamente solos, porque no es una región que se caracterice porque la visiten muchos autocaravanistas, pero cuando llegamos había allí dos autocaravanas, ya era noche cerrada de forma que, intentamos hacer el menor ruido posible, cenar y acostarnos.
Miércoles día 6 de diciembre de 2017. Ovejuela, Pinofranqueado, Avellanar, Castillo, Erias, Casar del Palomero.
Al levantarnos la mañana siguiente, pudimos ver que el lugar donde habíamos aparcado es el merendero del municipio y aunque era pequeño, tenía espacio suficiente para las tres autocaravanas que nos encontramos allí, nos saludamos con los compañeros autocaravanistas, entre ellos Francisco Sánchez Laso hoy en día seguidor de la Gaviota Viajera en Facebook.
Era muy temprano y durante el recorrido vimos zonas cubiertas con la escarcha caída esa noche
Habíamos ido a Ovejuela para hacer la Ruta del Chorrituelo de Ovejuela. Nos adentramos en el pueblo y tuvimos que preguntar a los vecinos porque no veíamos la forma de acceder a la ruta, supimos que hay dos formas de llegar allí, una de ellas, la mas larga, marcada con los colores rojo y blanco, sube hasta la parte mas alta de la montaña, al parecer hay unas vistas extraordinarias y es un trayecto recomendable cuando el río va muy crecido, pero nosotros elegimos la mas corta, marcada por blanco y amarillo, ésta va siguiendo el cauce del río, al que hay que cruzar varias veces valiéndose de las piedras y de un puente.
El recorrido se hace rodeados por un paisaje precioso
Al final del recorrido te encuentras una poza de agua cristalina
Cuando se llega al final de recorrido, te encuentras una poza de agua cristalina donde la gente se suele bañar en verano como premio por llegar hasta allí, sobre la poza hay un chorro o cascada de casi 50 metros.
Nosotros por supuesto no nos bañamos, estábamos en Diciembre, es más, con lo friolero que soy yo, no creo que me hubiera bañado ni en verano, pero sentimos la misma recompensa por llegar hasta la poza. Hicimos el trayecto en hora y media o dos horas como máximo entre la ida y la vuelta y disfrutamos mucho del mismo. |
El chorro o cascada delante del cual está Charo con sus casi 50 metros, debe ser espectacular cuando hay agua, pero ese día apenas caía un hilo.
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Nos estrenamos con suerte en nuestro viaje a Las Hurdes con paisajes preciosos en Ovejuela
Pinofranqueado
Pinofranqueado es un pueblo muy distinto al anterior, para empezar, tiene 1.838 habitantes, una diferencia bien considerable con los escasos 100 habitantes de Ovejuela, pero además, se trata de un pueblo con una imagen bien distinta, donde no se ve ninguna casa tradicional y donde el imperio del coche es omnipresente, tan solo tiene el encanto de ser un pueblo pequeño, donde se ve la naturaleza al final de cada calle, lo que brinda la posibilidad de hacer rutas por el campo o de disfrutar de su piscina natural.
Así que dimos una vuelta rápida y volvimos a coger La Gaviota.
.Íbamos camino de Avellanar y pensamos que era una hora estupenda para comer, poco después, vimos una especie de entrada a lo que parecía ser una zona de descanso en la carretera y no lo pensamos más, nos metimos con la Gaviota ( 40.33558, -6.342639) .
<<< Tuvimos mucho cuidado de no molestarlas, pero en cualquier caso, las abejas estaban a lo suyo, fabricando miel una de las señas de identidad de Las Hurdes.
<<< Tuvimos mucho cuidado de no molestarlas, pero en cualquier caso, las abejas estaban a lo suyo, fabricando miel una de las señas de identidad de Las Hurdes.
Se trataba de un espacio llano y aparentemente libre que tenía distribuidas muchas colmenas, quizás más de 25. A nosotros no nos pareció una finca privada, entre otras cosas porque no existía cierre alguno. En cualquier caso, nos quedamos apartados de las colmenas, a una distancia prudencial, pero la curiosidad no me impidió acercarme a ellas y que las fotografiase y filmase. Para nosotros, fue todo un impacto porque nunca las habíamos visto desde tan cerca.
Paisaje típicamente hurdano que veíamos desde la Gaviota
Comimos estupendamente disfrutando de la naturaleza y de la compañía de la abejas que no parecían molestas por nuestra presencia.
Y llegamos a Avellanar, tuvimos que aparcar a la entrada (40.360607, -6.341085) convencidos de que si continuábamos hacia adelante podríamos tener un problema para salir, ya que el pueblo es muy pequeño, con calles estrechas y metido en una especie de agujero.
Es una pedanía del municipio de Pinofranqueado, pequeño, más bien muy pequeño, con tan solo 12 vecinos según el censo de 2009, lo que supone que, puede que en el momento de escribir este relato, tenga todavía menos habitantes, de hecho, estuvimos hablando con una vecina que tenía una casa, aunque no vivía allí habitualmente y nos dijo que había cuatro habitantes.
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No obstante, la sensación que tuvimos al pasear por sus calles fue la de que su tamaño era mayor, quizás porque algunas casas tengan un destino vacacional.
Por lo tanto, el pueblo no era un sitio turístico y que pudiera recomendarse en ninguna guía turística, pero nos gustó, tenía un sabor de pueblo auténtico, como pocas veces nos podemos encontrar, de esos que ya no se ven. Lamentablemente, dentro de algunos años habrá desaparecido, al menos habrán desaparecido los vecinos, aunque solo sean cuatro y ya no será lo mismo.
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Casa sobre casa
Por primera vez en el viaje a Las Hurdes, vimos en Avellanar esta curiosa forma de aprovechar el espacio común, ya que hay casas que se construyen apoyando en la que se encuentra al otro lado de la calle, dejando un pasadizo debajo. Esta forma de construir no tendría nada de curioso si no fuera porque, la casa que apoya en la de enfrente no es de la misma propiedad, lo que indica una forma de compartir recursos entre vecinos que se ve poco a menudo, mientras que en la comarca, se ve muy a menudo.
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Con Castillo tuvimos sensaciones muy parecidas, para empezar también es una pedanía de Pinofranqueado, en este caso tiene 86 habitantes y es cierto que, aunque es muy pequeño, era algo mayor que las otras pedanías.
Dejamos aparcada la Gaviota antes de cruzar el puente que da acceso al pueblo (40.356940, -6.381499) y nos acercamos a pasear por sus calles. Curiosamente, no vimos ningún ser humano pero si nos hicieron compañía algunos gatos..
<<< Había bastantes gatos, como si fuesen los únicos vecinos de la localidad y algunos como éste, muy bonitos.
Estos dos pueblos que habíamos visto nos sirvieron de introducción de lo que íbamos a ver en la Hurdes, pueblos pequeños, en los que percibimos de forma más directa el abandono al que están sometidos por parte de nuestros gobernantes desde hace muchísimos años.
La alquería es muy pequeña y no vimos a nadie, pero todo estaba extraordinariamente limpio
Abandonados a su suerte, sólo les queda una salida, desaparecer. Y a nosotros, los gaviotas, nos da muchísima pena, porque son auténticas joyas en parajes preciosos.
Había marcada una ruta la de “Madroña de Guijarroblanco” que nos habría gustado hacer, pero ya llevábamos retraso en nuestro programa y nos fuimos después de ver detenidamente el pueblo.
Había marcada una ruta la de “Madroña de Guijarroblanco” que nos habría gustado hacer, pero ya llevábamos retraso en nuestro programa y nos fuimos después de ver detenidamente el pueblo.
No había muchas casas y además, algunas de ellas, estaban aparentemente abandonadas.
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El siguiente pueblo que vimos fue Erías. Se trata, como no, de una pedanía de Pinofranqueado, con tan solo 86 habitantes.
Era el cuarto municipio que visitábamos con características similares, los cuatro eran pedanías muy pequeñas, con menos de 100 habitantes y una arquitectura muy similar. Estos pequeños municipios o alquerías, nos parecieron auténticas joyas y su arquitectura tiene las características propias de la arquitectura negra.
Era el cuarto municipio que visitábamos con características similares, los cuatro eran pedanías muy pequeñas, con menos de 100 habitantes y una arquitectura muy similar. Estos pequeños municipios o alquerías, nos parecieron auténticas joyas y su arquitectura tiene las características propias de la arquitectura negra.
Es verdad que, las carreteras de acceso son estrechas, pero nada impide el paso a una autocaravana, simplemente hay que tener cuidado de aparcar en el primer sitio que se vea antes de llegar a la alquería y hacer el resto del trayecto a pie. En ninguna de las alquerías más pequeñas tuvimos que cruzar el pueblo para dirigirnos al siguiente, lo que facilitó mucho nuestros desplazamientos..
Parece mentira como una localidad tan pequeña me hizo disparar y disparar la cámara de fotos.
Erías fue una de las alquerías más auténticas que vimos, el pueblo está un poco en cuesta y nos perdimos callejeando, no vimos vecinos, más allá del cabrero con el que estuvimos charlando nada más llegar,, pero tampoco nos extrañó ya que tan solo hay censados 86 habitantes
Viendo las casas de Erías y su arquitectura urbana, tomamos conciencia de lo que estábamos viendo en todos los pueblecitos aquella mañana, evidentemente se trataba de las alquerías de las que tanto hubimos oído hablar, pero además, estábamos ante un fenómeno de supervivencia, cuando menos de momento, de una serie de localidades muy pobres pero que, a diferencia de lo que se puede ver en otras partes de España, aquí viven de la agricultura y la ganadería, sin buscar en ningún momento el abrigo de la construcción o el ladrillo, ni tampoco del sector servicios, quizás por eso, aún estaban ahí y no han desaparecido hace tiempo.
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La viviendas hurdanas no dejan de sorprenderte, no solo por sus características arquitectónicas tan tradicionales, sino por detalles como el que acompañamos aquí con estas cuatro imágenes. Quizás fuese en Erías, donde más veces vimos la costumbre de apoyar unas casas en otras, para disponer de una cubierta delante de las puertas de las casas o de un balcón de buenas dimensiones, así como de una ampliación del volumen de la vivienda volada sobre la calle lo que configura un pasadizo.
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Esta forma de construir dice mucho del carácter de los hurdanos que son capaces de compartir sus recursos a unos niveles impensables en otra partes de España.
Las Alquerías y la Arquitectura Negra
Al parecer, esta técnica consigue una auténtica vivienda bioclimática que se adapta muy bien al medio en el que se encuentra, además, utilizando materiales propios del entorno, el impacto medioambiental no existe. En definitiva, las alquerías son tan humildes como hermosas y merece la pena detenerse en ellas para poder observar sus elementos identificativos. |
Casar del Palomero
Llegamos a Casar del Palomero cuando ya era completamente de noche, habíamos apurado el día en exceso y al final, tuvimos que buscar un sitio donde dormir en el pueblo de la manera que menos nos gusta, cuando todos los gatos son pardos.
No fue fácil encontrar un sitio, pero cuando hay necesidad el ingenio siempre aparece, así que, encontramos un solar entre dos casas, completamente vacío donde era evidente que no molestábamos a nadie por dormir allí una noche (40.291466, -6.255525). Era muy tarde y estábamos cansados, así que, decidimos cenar y ver una película.
No fue fácil encontrar un sitio, pero cuando hay necesidad el ingenio siempre aparece, así que, encontramos un solar entre dos casas, completamente vacío donde era evidente que no molestábamos a nadie por dormir allí una noche (40.291466, -6.255525). Era muy tarde y estábamos cansados, así que, decidimos cenar y ver una película.
Por la mañana todo se veía distinto, incluso el lugar donde habíamos dormido nos parecía un sitio muy bonito, mientras que la noche anterior nos parecía una cueva oscura.
Desayunamos y nos fuimos a conocer Casar del Palomero. Se trata de un municipio que históricamente pertenece a las Tierras de Granadilla, lugar del que ya dimos cuenta en nuestro viaje a Los Tres Valles, al ser una de las partes constituyentes de dicha comarca, pero en la actualidad se engloba administrativamente en la mancomunidad de Las Hurdes.
Allí nos encontramos con una imagen muy distinta de la que habíamos visto el día anterior en las Alquerías, los edificios nada tenían que ver con la arquitectura negra y aunque la mayoría eran solo de dos plantas, algunos tenían más.
La localidad, en cualquier caso, tiene su encanto, con un sabor a pueblo auténtico y calles estrechas. Vimos que el pueblo presume de un pasado en el que estuvieron presentes las tres culturas, dejándolo de manifiesto en los anuncios del nombre de las calles.
Inicialmente nos fuimos del pueblo pensando que quizás haya esperanza para que alguno de estos se salve gracias al turismo rural, pero cuando profundizas te das cuenta d que es prácticamente imposible.
Estudiamos un cuadro con la evolución de la población de Casar del Palomero desde el año 2010 y la situación es deprimente, se ha pasado de casi 1.400 habitantes a 1.151 en 2017, en un corto espacio de 7 años. No es difícil sacar la hoja de cálculo para comprobar que, de seguir así la pérdida de habitantes del Casar, habrá desaparecido dentro de 24 años.
Siempre hay que extraer cosas positivas de cualquier situación porque casi siempre las hay, no es menos cierto que, lo que acabamos de ver, no tiene casi ninguna posibilidad de verle un lado positivo, pero queremos pensar, en cualquier caso, que ha sido todo un privilegio para nosotros conocer lugares tan fantásticos y eso es algo que nos viene pasando hace ya tiempo, el tiempo en el que llevamos haciendo todos estos viajes a Extremadura.
Dejamos el Casar del Palomero y emprendimos camino en dirección a Caminomorisco.
Siempre hay que extraer cosas positivas de cualquier situación porque casi siempre las hay, no es menos cierto que, lo que acabamos de ver, no tiene casi ninguna posibilidad de verle un lado positivo, pero queremos pensar, en cualquier caso, que ha sido todo un privilegio para nosotros conocer lugares tan fantásticos y eso es algo que nos viene pasando hace ya tiempo, el tiempo en el que llevamos haciendo todos estos viajes a Extremadura.
Dejamos el Casar del Palomero y emprendimos camino en dirección a Caminomorisco.
El municipio está formado por varias alquerías, las de Arrocerezo y Arrofranco hoy despobladas; Arrolobos; Cambrón; Cambroncino; La Aceña; La Dehesilla; La Huerta; y Riomalo de Abajo. Algunas de las cuales visitaríamos después.
En su conjunto, cuenta con 1203 habitantes y el pueblo de Caminomorisco tiene unos 750 habitantes.
En su conjunto, cuenta con 1203 habitantes y el pueblo de Caminomorisco tiene unos 750 habitantes.
Aunque Caminomorisco no es un pueblo especialmente bonito, el entorno, de igual manera que le pasa el resto de estas localidades, merece mucho la pena
Estuvimos dando una vuelta por el pueblo y haciendo unas compras, en especial de jamón que tan bueno lo hay en esta tierra, pero no encontramos nada especial así que, volvimos enseguida a la Gaviota y emprendimos camino hacia Cambrón.
Nuestra intención en este pueblo era el de hacer una ruta, la ruta denominada “Verea del correo”. Una ruta más bien corta, pero muy bonita. Te conduce desde el pueblo hasta el centro de interpretación, a través de un camino en el que vimos una intensa vegetación.
Después del recorrido se llega al centro interpretación, un lugar precioso, la mañana estaba fría y al lado del Centro de interpretación pasa un río, sobre éste, un puente que se encontraba claramente en la umbría, cubierto por la escarcha blanca y parecía que hubiese nevado.
Delante del centro de interpretación está el puente que atraviesa el pequeño río, ese día lleno de escarcha
Dentro del Centro interpretación, allí perdido en un paraje excepcional pero al que no parecía que llegase nadie, había un hombre con el que estuvimos hablando un rato de las peculiaridades de lugar. El Centro está dedicado al“Agua y el Medio Ambiente” y nos pareció algo excepcional.
Destacamos esto porque es algo bastante común en nuestros viajes a Extremadura, que a menudo nos encontremos oficinas de turismo y Centros de interpretación y estos suelen estar atendidos, lo cual es muy de agradecer.
La ruta nos pareció preciosa y en especial la llegada al puente, donde se encuentra el centro de interpretación, allí estuvimos mucho tiempo parados escuchando el rumor del río mientras acariciaba las rocas.
De vuelta hacia el pueblo, no paramos de comentar lo mucho que nos gustan las rutas, no recordamos ni una sola que no nos haya gustado.
De vuelta hacia el pueblo, no paramos de comentar lo mucho que nos gustan las rutas, no recordamos ni una sola que no nos haya gustado.
Desde allí fuimos a Fragosa, otro pequeño pueblo de 176 habitantes, nuestra intención era ver la localidad, pero desde la carretera veíamos el pueblo situado en una zona muy por debajo de donde estábamos y nos parecía inalcanzable intentar meternos en el pueblo, de hecho, decidimos llegar al menos a la entrada del pueblo y no fuimos capaces de encontrarla, así que, nos conformamos con mirarlo desde las alturas de la carretera y hacerle unas fotos.
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Cuando ya nos quedaba solo un poco para llegar al Gasco, vimos un espacio en la carretera desde donde se podía disfrutar del paisaje, pero no obstante, nos acercamos hasta el pueblo e intentamos aparcar, fue imposible, no había ningún espacio libre, así que, volvimos sobre nuestros pasos y definitivamente dejamos a la Gaviota en el remanso de la carretera que habíamos visto de camino (40.395038, -6.313125).
Y llegamos a El Gasco, una alquería de solo 175 habitantes perteneciente a Nuñomoral y sin duda uno de los núcleos de población, que mas nos impactó en nuestro viaje a la Hurdes.
El sitio en realidad es un Mirador, “El Mirador del Gasco” desde donde se pueden ver dos meandros que forma el río Malvadillo, pero nosotros apenas vimos nada, más allá del espectacular paisaje y el pueblo. En aquel momento estábamos en una de las peores sequías de todos los tiempos y apenas distinguíamos agua en el río (incorporamos eso sí, una foto de Google en la que se ve el meandro en primavera).
Cuando bajábamos de la Gaviota, oímos comentar a una pareja que se encontraba allí, que lo que teníamos delante era un volcán, señalaban a una montaña redonda que se encuentra delante del mirador. Poco después supimos que, efectivamente, se trata de un volcán que se encuentra en las proximidades de El Gasco, ha sido declarado Lugar de interés científico recientemente y es un enorme monte con un cráter de 50 metros, en cuyo interior hay roca fundida.
Lo curioso es que, unos estudios científicos recientes, dan al traste con la idea de que se trata de un volcán, considerando que en dicho lugar cayó un meteorito que impactó contra la montaña, hace ni más y menos que un millón de años. A nosotros, nos pareció mucho más apasionante que estuviéramos hablando de un lugar donde impactó un meteorito.
En la alquería al parecer, hay una hermosa ruta que partiendo del pueblo, bordea el río y conduce hasta un espectacular salto de agua, al que se conoce como el Chorro de la Miacera. Nosotros no lo hicimos, pero eso no restó en absoluto el interés de nuestra visita a El Gasco, alquería que nos impactó muchísimo.
Se trata de una localidad que vive de la agricultura y la ganadería, aunque recientemente también hay alguna casa rural, lo que en principio no tiene nada de particular, pero en este caso encontramos en el pueblo algo especial, el pueblo se extiende en torno a una calle en cuesta, la calle supone una espacie de punto de encuentro de los vecinos, que viven buena parte de su actividad en esa calle.
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Hubiéramos querido grabar muchos vídeos y hacer unas cuantas fotos en las que se pudiera ver a los vecinos desarrollando diversas actividades en la calle, pero los vecinos del pueblo, quizás cansados por los ojos indiscretos de los turistas, se mostraban recelosos, nosotros intentaremos recordarlos sin imágenes.
En cualquier caso, nos resultó un lugar encantador y muy significativo en lo que a la vida de esta abrupta zona representa.
En cualquier caso, nos resultó un lugar encantador y muy significativo en lo que a la vida de esta abrupta zona representa.
Poco después llegamos a la alquería de Martilandrán. Se trata de un pequeño pueblo de 152 habitantes, tan solo lo vimos desde la carretera, pero desde allí se divisaban unas vistas fantásticas. En la parte baja del valle, un meandro que por entonces andaba bastante seco.
No nos entretuvimos mucho más y emprendimos camino en dirección a Asegur.
Asegur
Llegamos a la alquería de Asegur un poco antes de que empezase a anochecer. Nos topamos con un curioso aparcamiento al borde de la carretera(40.424568, -6.27389), en estas alquerías es difícil encontrar zonas para aparcar, pero en Asegur han construido recientemente un espacio habilitado para ello. El lugar era como mínimo chocante, ya que se trata de una plataforma que apoya en unos enormes pilares de hormigón que supera el gran desnivel, de al menos 10 metros, que hay desde el borde de la carretera hasta el río.
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El contorno de la plataforma da al vacío y tan solo te separa de él una barandilla que se antoja muy endeble para sujetar un vehículo.
Pero no había más opciones así que, aparcamos la Gaviota y me dispuse a valorar la situación. La plataforma estaba aparentemente plana, pero asomándome a la barandilla y observando el desnivel que hay hasta el río, no dejaba de darle vueltas a la cabeza, pensar a veces no es bueno y este caso lo puso de manifiesto, porque me imaginaba a mi Gaviota con nosotros durmiendo plácidamente, como comenzaba a moverse lentamente hasta llegar a la barandilla, imaginaba también que ésta era incapaz de sujetar los 3.000 kilos de peso de nuestro vehículo y que por ello cedería. En definitiva, la historia terminaría con nosotros cayendo al vacío.
Pero no había más opciones así que, aparcamos la Gaviota y me dispuse a valorar la situación. La plataforma estaba aparentemente plana, pero asomándome a la barandilla y observando el desnivel que hay hasta el río, no dejaba de darle vueltas a la cabeza, pensar a veces no es bueno y este caso lo puso de manifiesto, porque me imaginaba a mi Gaviota con nosotros durmiendo plácidamente, como comenzaba a moverse lentamente hasta llegar a la barandilla, imaginaba también que ésta era incapaz de sujetar los 3.000 kilos de peso de nuestro vehículo y que por ello cedería. En definitiva, la historia terminaría con nosotros cayendo al vacío.
Dicen que el miedo es libre y es muy cierto, porque tengo un freno de mano que siempre pongo y para mayor seguridad, dejo metida la marcha de la caja de cambios, además, estamos acostumbrados a dormir en cualquier lado y a veces hay un poco de pendiente, así que, jamás me había planteado que eso podía ser un peligro. Pero en este caso, la situación me parecía distinta ….. y no dejaba de darle vueltas a la cabeza, ¿y si me olvido del freno de mano? …. ¿y si también me olvido de meter una marcha? y por último ¿y si la plataforma está un poco inclinada y la Gaviota termina desplazándose?.
Desde la ventana del salón, al levantarnos, podíamos ver en la parte de abajo por donde pasa el río, las huertas familiares tan habituales en todos las alquerías
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Conclusión, que puse los calzos, es cierto que nuestros calzos sirven para nivelar y no para sujetar pero yo así me quedé más tranquilo. A todo esto, Charo me miraba extrañada.
Sabíamos que era una alquería con tan solo 125 habitantes y que habría un bar o dos como mucho pero decidimos salir a tomar una cerveza.
Sabíamos que era una alquería con tan solo 125 habitantes y que habría un bar o dos como mucho pero decidimos salir a tomar una cerveza.
Cruzamos el puente que atraviesa el río y allí había un bar del que no recordamos el nombre. Era bastante grande y tenían una chimenea encendida al fondo, con unos jóvenes charlando a su alrededor. Nada más vernos, nos preguntaron que si nosotros éramos los de la autocaravana y nos sentimos bien acogidos. Pedimos una cerveza, pero se nos ocurrió preguntar si tenían algo para cenar. La mujer que regentaba el negocio nos dijo que si queríamos nos podía hacer una ensalada “de la que solemos tomar por aqui” nos dijo, “bueno” contestamos con una cierta extrañeza, ya que tomar una ensalada con la chimenea encendida nos parecía algo extraño.
Al poco, vino con la ensalada más rara que habíamos visto nunca, la mujer nos dijo que se trataba de una ensalada de limón y que era típica de las hurdes. No dábamos crédito y al principio no teníamos mucha confianza en las bondades de la curiosidad culinaria, pero nos gustó, es más, nos gustó muchísimo. Ese fue el “momento especial” del viaje, contamos nuestro descubrimiento en las redes y supimos que, efectivamente, es una ensalada tradicional de la zona, un auténtico descubrimiento.
La preparación puede presentar muchas variantes, en especial por la disposición de los cítricos, o bien cortados en láminas o bien cortados en tacos, incluso algunas recetas emplean trozos de cabrito asado. Este plato se servía tradicionalmente como desayuno y de forma muy especial el Jueves Santo. |
Terminamos de cenar y como se suele decir, nos fuimos a la Gaviota más contentos que unas castañuelas, poco después dormíamos en la plataforma del peligro.
Viernes día 8 de diciembre de 2017. Asegur, Riomalo de Arriba, Ladrillar, Riomalo de Abajo (Meandro del Melero)
La mañana del viernes sería el último día de nuestro viaje a Las Hurdes, iba a ser un recorrido muy especial, con carreteras llenas de curvas que recorrerían las montañas hasta llegar a Ladrillar, desde allí, sólo nos quedaba acercarnos a ver el Meandro del Melero, situado en las proximidades de Riomalo de Abajo, en ese sitio terminaba nuestro viaje a Las Hurdes.
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En Asegur ... la matanza en vivo y en directo |
Nos levantamos por la mañana temprano dispuestos a conocer el pueblo con la luz del día. Mientras desayunábamos, oíamos el alarido de algún animal, nos dio por pensar que se trataba del sacrificio de un cerdo, pero era más una sospecha que otra cosa, porque jamás lo habíamos oído antes.
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Efectivamente, los alaridos que escuchábamos eran porque había unos vecinos enfrascados en la tarea de la matanza. Hoy en día no es fácil ver esta costumbre tradicional, que hasta hace poco estaba muy arraigada en nuestros pueblos, nosotros pudimos acercarnos a ellos, fueron muy amables y simpáticos con nosotros.
Los turistas no siempre son compatibles con la vida de los hurdanos
UN DETALLE CURIOSO: Esta foto la hice sin darme cuenta de que había dos señoras charlando en la balconada de la calle, pero ellas sí me vieron y se retiraron de mi plano a todo velocidad. En el viaje aprendimos que, Los Hurdanos están hartos de que los turistas les traten como a un "mono de feria". Quizás por ello, me encanta especialmente esta foto de Asegur y las dos vecinas charlando y la verdad es que, no se distingue a las mujeres por mucho que se amplíe, distinguir quienes son es imposible y eso me deja mas tranquilo. |
El pueblo es pequeño con tan sólo 125 habitantes, pero por lo menos aquella mañana había una vida extraordinaria por todos lados.
Paseando por las estrechas calles del pueblo, pudimos ver muchas casas hurdanas tradicionales, hechas de piedra sin argamasa y con los tejados de Pizarra, vimos muchos vecinos atendiendo sus pequeños huertos.
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Los espacios verdes y la vegetación frondosa abundan en las alquerías de Las Hurdes al estar metidas entre montañas
Tuvimos la suerte de hablar con una señora que nos explicó su forma de vida, fundamentalmente se dedican al huerto y los animales, porque como ya nos dijo, la paga no da para mucho.
La parte antigua de Asegur es una auténtica maravilla, en ella, como en tantos otros sitios de Las Hurdes, pudimos comprobar que estas casas, pertenecientes a la arquitectura negra, las siguen usando los habitantes de la alquería.
Compramos el pan, como todos los vecinos, en la panadería ambulante, es decir, una furgoneta que llega por las mañanas.
En los viajes, a veces hay sitios que se te meten en el corazón y Asegur fue uno de ellos. Nos sentimos tratados de maravilla y el pueblo es de los más auténticos que vimos en el viaje.
En los viajes, a veces hay sitios que se te meten en el corazón y Asegur fue uno de ellos. Nos sentimos tratados de maravilla y el pueblo es de los más auténticos que vimos en el viaje.
Salimos de allí y empezamos a subir por la carretera que se aleja del pueblo hacia lo alto de las montañas, un poco más arriba había un remanso en la carretera y paramos, ya nos habían recomendado los vecinos que las vistas carretera arriba eran fantásticas, desde allí el pueblo se veía muy pequeño, pero muy bonito.
<<< Asegur desde la carretera
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Continuamos con nuestro camino, la carretera que tenía bastantes curvas parecía conducirnos hacia un puerto y la vegetación era fundamentalmente de pinos.
A medida que íbamos llegando a la parte más alta, la niebla cubría cada vez mas, al llegar a la parte más alta nos encontramos con el Mirador de las Carrascas (40.447927, -6.268077).
Bajamos y nos acercamos a ver las vistas, pero era inútil, la niebla lo cubría todo. |
Quizás porque veníamos tan contentos por nuestra visita a Asegur, o quizás porque supimos encontrar el encanto al Mirador de las Carrascas, pero el caso es que, no nos importó demasiado que hiciese tanta niebla >>>
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Y continuamos bajando por la carretera hasta llegar a Riomalo de Arriba.
Riomalo de Arriba es una aldea o alquería perteneciente al concejo del Ladrillar. Está pegado a la provincia de Salamanca, concretamente al parque natural Sierra de Francia y a las Batuecas.
Durante el rato que estuvimos en la Alquería no vimos a nadie y no nos transmitió las mismas sensaciones que tuvimos en otros lugares, pero la belleza y autenticidad de sus casas nos dejó sorprendidos.
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De todo los pueblos que vimos, quizás Riomalo de Arriba, sea el que mejor ha conservado sus casas de piedra con sus tejados de pizarra. El pueblo es muy pequeño, tan sólo cuenta con 14 habitantes. Salimos a conocerlo y durante la primera parte de nuestro paseo no vimos absolutamente a nadie, ya nos íbamos cuando vimos una pareja joven junto a una de las casas que parecía renovada, nos comentaron que habían tomado la decisión de restaurarla para pasar allí los fines de semana.
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Curiosamente, en el pueblo estuvo de visita el rey Alfonso XIII, quería conocer en persona las historias sobre el supuesto atraso de la comarca, nosotros, como él, estuvimos paseando por las mismas calles, seguramente a diferencia de lo que pensó el rey, nosotros vimos un lugar fantástico, una joya que es muy difícil de ver casi en ningún otro lugar, ojalá con el tiempo y con la presencia de más de una pareja como la que vimos, el pueblo vaya creciendo y sobreviva.
No dedicamos demasiado tiempo a verlo porque es muy pequeñito, así que enseguida volvimos a subirnos a la Gaviota camino de Ladrillar.
Llovía un poco lo que le dio al lugar una sensación de mayor autenticidad. No hay que olvidarse de que en el viaje vimos unas comerca entre montañas con una humedad siempre reinante, a pesar de que estábamos en época de plena sequía >>>
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Continuamos bajando hasta llegar a Ladrillar. El pueblo es considerablemente más grande, con 209 habitantes. Ya nos habíamos acostumbrado al tamaño de los pueblos en las Hurdes y éste, en comparación con los que habíamos visto, nos parecía grande.
Se encuentra situado en un lugar con una belleza exuberante, lleno de pinos, castaños y robles, cuenta además, tal y como es costumbre en los pueblos de Cáceres, con su piscina natural.
Cuando llegamos, hacía un clima húmedo, pudimos aparcar a la entrada sin ninguna dificultad. El pueblo tiene bastante encanto, sin ser tan auténtico como el anterior, en él vimos bastante gente, también vimos los pequeños huertos que tienen casi todos los vecinos en Las Hurdes.
Riomalo de Abajo (Meandro del Melero)
El día seguía nublado y aunque no llovía, teníamos una cierta sensación de humedad.
Riomalo de Abajo es una alquería de Caminomorisco, con tan solo 55 habitantes. Nosotros no visitamos el pueblo, nuestra idea era conocer el Meandro del Melero. Para llegar hasta él, hay un camino forestal, decidimos parar al principio, ya que cuando llegamos había muchos coches y pensamos que más adelante no podríamos aparcar. |
Al ver el meandro quedamos impresionados, es un lugar espectacular, supongo que éramos conscientes de que no tenía mucha agua, pero eso no evitó que nos pareciera un lugar impresionante. Poco después, cuando colgamos fotos en el Facebook de la Gaviota Viajera, todos los comentarios iban en el sentido de la escasez de agua que tenía el meandro. Sin duda así era, estábamos en uno de los años de mayor sequía que habíamos vivido nunca, así que, habrá que volver en una mejor ocasión.
El hermoso Meandro del Melero, que a pesar de no llevar agua, sigue manteniendo su belleza
El lugar está definido por muchos como uno de los más bonitos e impactantes de la geografía española y está formado por el río Alagón, que poco a poco ha ido dando forma al promontorio que rodean las aguas. Al parecer, en las épocas en que hay mayor volumen de agua, el mismo llega a parecer un islote.
La visita al Meandro del Melero fue para nosotros el final del recorrido que habíamos hecho en la comarca de las Hurdes, habíamos ido hasta allí sin saber que había gente que hablaba de lo atrasado de la comarca y de su inmensa pobreza, eso lo supimos después, pero desde luego, no fue eso lo que nos pareció a nosotros.
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Hemos hecho viajes a muchos sitios y esperamos no olvidarles, nuestra Gaviota Viajera nos ayuda a fijar la memoria, con Las Hurdes pasará lo mismo, pero quizás no hubiera hecho falta, porque es un lugar que jamás olvidaremos. En el mundo en el que vivimos, no es fácil sustraerse a las influencias negativas de la sociedad de consumo, pero si hay algunos que están más cerca de conseguirlo, son los hurdanos, puede que algún día tengamos todos que mirar a esta comarca para recuperar el camino que nunca debimos perder.
Y para terminar nuestra "peli" sobre este viaje |
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